Dos detenidos tras robar joyas de dos tallas religiosas en Churra
Los sospechosos hicieron un butrón en el techo de una de las capillas; llegaron a sustraer unos pendientes a la Patrona y tiraron la imagen al suelo
La parroquia Nuestra Señora de la Encarnación de Churra volvió a sufrir un asalto el pasado viernes, a las 7 de la mañana. Es la quinta vez que ocurre en los últimos años. A esa hora, la alarma del templo se disparó, después de que al menos dos individuos (que fueron posteriormente detenidos) entraran en la iglesia tras abrir un agujero en el techo de una de las capillas laterales. Entre otras reliquias, se llevaron los pendientes de la Patrona, y el anillo, los pendientes y una flor de plata de otra imagen.
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El párroco, Antonio Andreu, relató este sábado a LA VERDAD, que al saltar la alarma se desplazó al lugar la Policía Nacional, «y debido a la rapidez con que lo hicieron» pudieron comprobar que aún había gente dentro. Los dos presuntos ladrones fueron detenidos mientras huían.
Andreu comentó que los asaltantes, hacha en mano, «entraron en la iglesia utilizando la técnica del butrón» y luego rompieron la puerta que les impedía el acceso directo al templo con la misma herramienta. En ese mismo momento comenzó a sonar la alarma, pero aún tuvieron tiempo para intentar arrebatarle la corona a la Virgen, robarle los pendientes y tirarla al suelo desde el camarín, si bien apenas ha sufrido daños.
«El milagro ha sido que la Virgen, cuando la tiraron al suelo, cayó sobre su manto, lo que amortiguó el golpe», apuntó el sacerdote. Solo se rompieron algunas de las estrellas de la corona que porta. «La última vez que robaron, en mayo de 2018, la imagen sufrió tantos desperfectos que estuvo ocho meses en el taller de restauración de la Comunidad Autónoma». Además, arrebataron a otra imagen de la Virgen un anillo, pendientes y la flor de plata que llevaba puestas y se llevaron los candelabros de plata que había en la iglesia, que son los únicos que se han recuperado. El sacerdote aventuró que los presuntos ladrones habrían tenido tiempo para esconder las joyas hurtadas.
Al lugar se desplazó el viernes la Policía Científica para recoger huellas y otras pistas de los autores. Se da la circunstancia de que uno de los presuntos ladrones había robado ya en la iglesia tres veces en los últimos cuatro años, según el párroco. «No hablamos solo del daño material que hemos sufrido; sobre todo es un daño moral para los feligreses ver a su patrona por los suelos», subrayó Antonio Andreu.
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