Arturo García Agüera, un pragmático que navega «contra viento y marea»
El decano electo de los arquitectos de la Región es un cartagenero de 33 años que acaba de estrenarse como padre y al que le apasiona practicar vela y cuidar bonsáis
Aunque nació en Sevilla, es cartagenero de pura cepa. Arturo García Agüera (Écija, 1991), decano electo del Colegio Oficial de Arquitectos de la Región de Murcia que tomará posesión del cargo a finales de este mes, es hijo de una profesora de Lengua y Literatura de la ciudad portuaria y de un químico industrial criado en el antiguo poblado de la refinería de Escombreras. El destino laboral de su madre hizo que pasara los primeros cinco años de su vida en Andalucía, pero al preguntarle por los recuerdos de su infancia su mente le traslada de un plumazo a orillas del Mar Mediterráneo.
Estudió con las carmelitas en el colegio Santa Joaquina de Vedruna y al acabar el Bachillerato decidió matricularse en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Edificación de la Universidad Politécnica de Cartagena para dar rienda suelta a su inquietud científica, sin dejar de lado su faceta más creativa. Aunque reconoce que al principio no sintió una vocación fuerte, pronto se sintió atraído por «la arquitectura con mayúsculas», que García Agüera entiende como «ir más allá de la construcción, creando espacios que aporten bienestar y nos motiven».
Durante su etapa universitaria tuvo contacto real con el oficio, ya que hizo prácticas en un estudio y varias colaboraciones con profesores. En 2012 se fue a la ciudad británica de Newcastle con una beca Erasmus. Una experiencia clave para su desarrollo, tanto personal como profesional, que le hizo detectar «un nicho de mercado que no estaba explotado en la Región» y que fue la base para montar hace ocho años su propia empresa, Artema Arquitectos, enfocada al cliente extranjero que busca una segunda residencia en la Comunidad.
Liderará a los 1.200 arquitectos colegiados de la Región, con la mirada puesta en «atraer a las nuevas generaciones»
Se define como una persona pragmática en todas las facetas de su vida, además de considerarse «extrovertido, diplomático y optimista por naturaleza». No teme embarcarse en nuevos retos y prueba de ello es que aceptó, «contra viento y marea», dar el paso para liderar el Colegio de Arquitectos con su hijo Arturito recién nacido. El pequeño es fruto de su matrimonio con Emma, una fuentealameña a la que conoció estudiando la carrera y que pasó de ser compañera de clase a «compañera de vida». En su nueva faceta como padre dice que se siente muy feliz y está aprendiendo cada día, aunque reconoce que estos últimos cuatro meses han sido «de mucha intensidad y poco dormir».
Sobre sus aficiones cuenta que con tan solo ocho años descubrió su pasión por la vela. Un deporte que comparte con su padre y su hermano y que le ha hecho conocer a buenos amigos compitiendo en regatas a bordo del 'Trebol Queen', la embarcación familiar donde reconecta con su niño interior, que también aprendió a tocar el piano en el Conservatorio de Música de Cartagena. La lectura y cuidar de sus bonsáis también ocupan un lugar destacado en su tiempo libre por la «paz y relajación» que le aportan.
A partir de ahora, entre sus quehaceres también tendrá que representar a los 1.200 arquitectos colegiados de la Región, con la mirada puesta en «atraer a las nuevas generaciones de profesionales». Un reto que afronta «con mucha ilusión y ganas de darle un soplo de aire fresco», el mismo que respira cuando navega en su velero junto a su familia. De momento, Arturo García Agüera ya puede presumir de haber logrado la hazaña de convertirse en el decano más joven de la historia del colegio murciano, con tan solo 33 años. Juventud y «mucha energía» para poner los cimientos de una nueva era.
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