El Grupo Popular arropa a su líder y se desentiende de Alberto Garre

Ramón Luis Valcárcel llegó a la Asamblea Regional con una hora de antelación para dar el último repaso de su intervención con los diputados del Grupo Parlamentario Popular. De paso, tomó ventaja ante los rumores que apuntaban a que un grupo de 'indignados' de distintos sectores (Sanidad y Educación, principalmente) iban a recibirle en la puerta del aparcamiento de la Asamblea. No fue así. Por allí nadie apareció, salvo los alumnos de un colegio que iban de visita.

Valcárcel recibió la bienvenida de la presidenta de la Cámara, Rosa Peñalver, y después se recluyó en los despachos de la cuarta planta del nuevo edificio a repasar los documentos y saborear un café, ajeno al trajín en la sala de prensa y a los últimos preparativos técnicos en la Sala Alfonso X, lugar habitual de celebración de las comisiones.

El número de periodistas acreditados en el Parlamentos se triplicó ayer respecto a los días de actividad parlamentaria ordinaria, como el de hoy, con dos plenos programados para retomar el segundo periodo de sesiones del curso político. Por cortesía de la Casa y ante la excepcionalidad de la ocasión, hubo dos termos de café y leche, así como unas bandejas de bollería, porque la mañana se preveía larga. Concretamente, acabó a las cuatro de la tarde.

El trato de los populares a su líder regional contrastó con el recibido por el expresidente de la Comunidad Autónoma Alberto Garre, quien llegó a la Cámara también con una hora de antelación, acompañado del antiguo diputado nacional del PP y exjefe de Gabinete de Presidencia Pío Pérez. Garre no pisó las estancias populares, sino que dio los últimos repasos a sus notas en salas comunes de la Cámara, donde fue saludado por algunos funcionarios. Después, al acabar, buscó el contacto con los informadores y no eludió sus preguntas.