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La altiplanicie de los Campos de Hernán Perea, bajo la nieve.

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La altiplanicie de los Campos de Hernán Perea, bajo la nieve. PROYECTO FROSTSE

Un paseo por los polos fríos del Sureste

El núcleo habitado más gélido del sur de España es Pontones, donde nace el río Segura, y las temperaturas mínimas de la Región se registran en La Risca (Moratalla), según un estudio de la UMU

Lunes, 11 de enero 2021

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En la semana más fría de los últimos años en la Región, el geógrafo David Espín Sánchez (Bullas, 30 años) ha leído su tesis doctoral 'Riesgo de heladas por inversión térmica e incidencia agrícola en la Demarcación Hidrográfica del Segura'. La defendió este viernes ante un tribunal de la Universidad de Murcia, vía telemática, y el doctorando obtuvo un sobresaliente. El premio justo a una aventura científica que desde 2016 le ha llevado a explorar los polos fríos del Sureste de la península en busca de lugares excepcionalmente gélidos en un territorio normalmente cálido.

La fuente de datos que ha alimentado su trabajo académico es el Proyecto FrostSE, puesto en marcha junto a su compañero del Departamento de Geografía de la UMU Víctor Ruiz Álvarez y un grupo de veinte aficionados a la 'meteo' para hacer un seguimiento de las temperaturas mínimas en rincones perdidos de la Comunidad Autónoma y parajes próximos de Albacete, Granada, Almería y Jaén. El resultado es una colección de datos meteorológicos asombrosos en la cuenca alta del Segura y la demostración de que a poco más de cien kilómetros en línea recta de lugares donde se anda en mangas de camisa, como la ciudad de Murcia, el termómetro puede desplomarse a fondo en todas las estaciones.

Uno de los sensores térmicos colocados por el equipo de David Espín, durante una revisión periódica. FROSTSE

Por ejemplo: mientras en verano se sobrepasan ampliamente los 30ºC en casi cualquier sitio, en la dolina de Pozo Romero (Siles, Jaén) se registró una temperatura de -8ºC el pasado agosto. No muy lejos de esa Siberia segureña, en una altiplanicie situada entre Cazorla y Santiago de la Espada es frecuente que la temperatura también baje de cero grados en julio y agosto. Se trata de los Campos de Hernán Perea (Jaén), una extensión de 5.000 hectáreas con dolinas y poljés a más de 1.600 metros de altitud que podría ser un digno escenario para 'Juego de tronos' o 'El señor de los anillos'. El corazón helado del Sureste es un territorio inhóspito donde la nieve se acumula durante casi todo el invierno. Por eso no es extraño que uno de los cuatro sensores instalados allí –el de Monterilla– haya anotado el récord hasta el momento del Proyecto FrostSE:-24.2ºC, no demasiado lejos de la mínima histórica registrada en España durante la madrugada del miércoles al jueves pasado:-35.8ºC en Vega de Liordes (Picos de Europa, León).

El corazón helado de la cuenca del Segura está en los Campos de Hernán Perea, con una mínima récord de -24,2ºC en 2018

«Recuerdo que subimos en marzo de 2018 a los Campos de Hernán Perea para comprobar los termómetros y nos quedamos prácticamente sepultados por la nieve», recuerda David Espín. «Tuvimos que caminar durante horas con la nieve hasta la cintura para extraer los datos, y entonces vimos que el mes anterior se llegó a -24.2ºC. Nos pareció algo increíble».

El frío puede ser muy intenso no solo en alturas solitarias, sino también donde viven las personas:con los datos en la mano, Pontones (Jaén), donde nace el río Segura, es el núcleo habitado más helador del sur de España. David Espín y su equipo solo han captado allí una mínima de -12ºC, pero un registro de la Aemet de 2005 reveló unos insólitos -21ºC.

Inversión térmica

Gracias a los 65 puntos de monitorización del Proyecto FrostSE ubicados en enclaves estratégicos del Sureste sabemos que el polo más frío de la Región de Murcia es La Risca (Moratalla), en el Campo de San Juan, con valores mínimos de -12ºC, «aunque estos días estoy seguro de que habrá bajado hasta los -15ºC», aventura David Espín. Debido a las dificultades de movimiento por las nevadas de esta semana, aún no han podido comprobar el alcance de la ola de frío que aún azota la península.

Que las temperaturas bajen tanto en algunos lugares se debe al fenómeno conocido como inversión térmica: el aire frío es más pesado y tiende a asentarse en el fondo de valles y zonas deprimidas. Cuando además coincide que las noches son estables y no hay viento, el frío queda recogido como en una cubeta. Los puntos de la Región donde se producen las mayores inversiones térmicas son el Campo de Béjar (entre Caravaca de la Cruz y Moratalla) y Campo de San Juan.

Instalación de una garita protectora para un termómetro por dos investigadores del proyecto FrostSE. FROSTSE

Autofinanciados y obligados a reponer con frecuencia sensores robados –cuestan entre 20 y 25 euros–, los investigadores del Proyecto FrostSE han desplegado una red que en la Región cubre polos fríos como Purias, Avilés y Doña Inés (Lorca), el pico de La Selva (Mula) y numerosos puntos del Noroeste, como Revolcadores y la rambla de La Rogativa (Moratalla), Hoya Lóbrega (Cehegín) y Singla, La Junquera y Benablón (Caravaca de la Cruz).

David Espín defiende la importancia de descubrir estos «microclimas gélidos» para «poner de relieve espacios desconocidos, avanzar en la investigación meteorológica» y, por qué no, estimular un posible turismo climático en la España vacía.

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