Un centro de interpretación para la Marina del Carmolí

En paralelo a la redacción del 'master plan', que está cerca de finalizar, el Ejecutivo autónomo ha puesto en marcha la declaración de urgente necesidad para expropiar los terrenos, 310 hectáreas en manos del Ministerio de Defensa y de varios particulares, que hasta hace cuarenta años albergaron una base militar de hidroaviones. Los terrenos cuentan con varias figuras de protección y por tanto no son urbanizables, pero la Comunidad considera prioritario que formen parte del patrimonio público para evitar más presiones humanas en el Mar Menor y garantizar la buena conservación de su fauna y flora. La parcela costará un millón de euros.

El futuro punto de información y recepción de visitantes del saladar del Carmolí –y por extensión del Paisaje Protegido de los Espacios Abiertos e Islas del Mar Menor– se concebirá a la manera de los ya existentes en los parques regionales de Salinas de San Pedro del Pinatar y Calblanque, explican a LA VERDAD fuentes del Gobierno regional.

Una segunda función para el viejo edificio de Aduanas será la de centro de interpretación del paisaje litoral, «con el objetivo de reforzar entre los visitantes la idea del entorno como un elemento integrador central del territorio, su historia y su uso sostenible. Creemos que esta parte del edificio debería tener un carácter museográfico eminentemente visual, y con unas dimensiones iguales o mayores que el punto de información», añaden.

También está previsto, «si las condiciones y dimensiones del edificio lo permiten», que se habilite un espacio destinado al uso científico donde podrían celebrarse presentaciones, actos y reuniones de entidades asociativas o incluso de órganos de gestión relacionados con la gobernanza del Mar Menor.

En el exterior del edificio se propone la restauración de la antigua pista del aeródromo para instalar uno o varios aviones de época, con el objetivo de recordar la memoria reciente de este enclave. Un guiño a su pasado militar, que aún se mantiene vivo en la cercana Academia del Aire de San Javier.

El programa previsto de recuperación del patrimonio cultural incluye también la plataforma de estacionamiento de aviones, las casamatas, los polvorines y el hangar del hovercraft –embarcación aerodeslizadora con base neumática–.

Entre otros cambios que llamarán la atención de los visitantes, cuando se materialicen, destaca la transformación de la carretera RM-F54, que discurre paralela a la orilla, en un carril bici, de manera que el espacio protegido quedará libre de tráfico rodado. La conversión de la calzada en una vía exclusiva para ciclistas obligará a acceder a los núcleos urbanos de El Carmolí y Punta Brava desde la carretera de El Algar.

La Marina del Carmolí no será un espacio aislado, sino que se potenciará su conexión natural con el entorno. Por ejemplo, con una senda peatonal que llegará hasta la cumbre del monte Carmolí, un cerro volcánico con grandes vistas panorámicas sobre el Mar Menor.

En el interior del saladar se construirán pasos elevados de madera, en recorridos delimitados, para permitir la visita a hábitats de interés sin que resulten afectadas la vegetación ni la fauna, especialmente las aves que nidifican allí. También se habilitarán puntos de observación de aves en emplazamientos estratégicos:lugares ideales para sacar los prismáticos o para practicar la fotografía de naturaleza, dos actividades habituales para los turistas que demandan destinos de naturaleza bien conservados.

Entre las mejoras previstas en el plan director figuran también la renaturalización de los pasos de agua, algunos de ellos perdidos, para facilitar la conectividad de los cauces y su eficacia ante las escorrentías –la rambla de Miranda atraviesa el saladar, y la del Albujón desemboca en su extremo norte–;y la señalización de los elementos de valor natural e histórico con carteles interpretativos.

El proyecto del Gobierno regional para reordenar el entorno de la Marina del Carmolí y potenciar la funcionalidad ecológica del espacio protegido está enmarcado «en las políticas para avanzar en la protección y restauración ambiental del Mar Menor y en el impulso de su calidad paisajística», argumenta la Comunidad Autónoma. Las distintas actuaciones se realizarán «mediante la aplicación de las conocidas como Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) para la recuperación de espacios deteriorados y degradados, en consonancia con el Pacto Verde de la Unión Europea y la Estrategia de Arquitectura y Construcción Sostenible de la Región de Murcia (EACS)».