Volver a la aldea

Verónica Romero transmite en Duarte su vinculación a la aldea, al paisaje, a sus antepasados y a todas las personas que han trabajado la tierra en este lugar. Este vino es una creación artística que nos habla de la familia Duarte. Antepasados lejanos de Verónica procedentes de Portugal que se asentaron en la aldea valenciana de Los Duques. La 'casilla' de los Duarte, nombrada generación tras generación, aparece en la etiqueta del vino como una casa en ruinas, tal y como ahora se encuentra.

El color púrpura de la etiqueta hace referencia al color de la tempranillo joven que contiene Duarte. Esta tempranillo de la zona fue recuperada por Verónica en 2017 tras terminar sus estudios de Enología. La parcela era propiedad del escritor y artista Juan Vicente, que escribió el verso que aparece en Duarte: «Mi corazón es un racimo de uvas». Duarte es el apellido de una familia y también un juego de palabras que quiere decir 'doble arte'. Ese doble arte que tiene Verónica para hacer vinos expresivos sin aditivos y que reflejan la cultura ancestral de la zona.

Los Duques es una aldea que pertenece a Requena, en Valencia, y en ella encontramos el yacimiento arqueológico de la solana de Las Pilillas, considerado como uno de los centros productores de vino más antiguo de la Península Ibérica. El único conjunto de lagares rupestres excavados en la roca, que están conectados entre sí, se encuentra en esta zona y data de entre finales del siglo VII y VI a. C. Sin duda un enclave inmejorable para la producción de vinos naturales.

En la elaboración de Duarte, la tempranillo se fermenta con la uva sin despalillar. Es decir, se hace una maceración carbónica, se deja durante 10 días fermentado y después se prensa. La bobal se despalilla, se estruja y se fermenta en contacto con las pieles tres días. Después se prensa y termina la fermentación en depósito de acero inoxidable.

Una vez finalizadas las fermentaciones, se ensamblan y hacen la crianza en depósitos de inox de 2000 litros durante cinco meses. Se embotella sin filtrar, ni clarificar y sin sulfitos añadidos. El resultado es un vino súperatractivo en nariz, con notas florales, como la rosa roja y la violeta, notas de fruta roja y negra como la cereza y la fresa, notas minerales muy bien integradas y sutiles notas herbáreas que marcan su frescura. En boca es fresco y suave al mismo tiempo, con muy buena evolución en la botella, redondeando el tanino y dando cuerpo.

El acompañamiento del Duarte podría ser una novela negra de Donna Leon en una tarde de la huerta murciana, y también un queso de leche de cabra de pasta blanda de Sabores de Tallante con mermelada de cereza.

De una viña del año 2012 llamada Darrere la Torreta, de la variedad sumoll, nace este rosado catalán.

Kups viene de 'cup', un depósito de composición mineral donde fermenta la uva y se crían los vinos. Este rosado fermenta y se cría en cup de cemento, de ahí su textura mineral y parte de su frescura, ya que la sumoll es una variedad ácida que nos proporciona unos vinos muy frescos. Perfecto para la temporada estival, acompaña a la perfección platos de verduras frescas, quesos de curación extensa, pastas frescas y postres con fruta natural. Está embotellado sin filtrar ni clarificar.

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