¿Comer 'light'?

Garum | Nutrición ·

No está justificado recurrir a este tipo de productos, particularmente porque ya contamos con muchos alimentos que, sin llevar esta etiqueta, son bajos en calorías, saciantes y ricos en nutrientes, como las frutas

Jueves, 24 de noviembre 2022, 01:29

La forma más sencilla de diseñar una dieta es seleccionar en las estanterías del súper los productos que contengan la palabra 'light'. De esa manera ... podremos comer de todo con la seguridad de que nada contiene un exceso de calorías. Suena tan fácil que no puede ser cierto. Y no lo es. «La mejor manera de perder peso es apostar por aprender a comer», insiste María José Otón al ser preguntada por esta fórmula sobre la que advierte: «Si abusamos de ellos, al final ingerimos más calorías que si tomamos un poco del producto original», de modo que acabamos «ocasionando déficits nutricionales por desplazar alimentos saludables». Sin embargo, unas buenas dosis de marketing comercial han logrado extender en la población en general la creencia de que son alimentos que no engordan, que no tienen calorías, más ligeros, más sanos e incluso que se pueden consumir libremente porque adelgazan.

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El Código Alimentario Español, recogido en el mismísimo BOE, registra que un alimento se considera 'light' cuando en su composición se ha reducido como mínimo en un 30% el contenido en calorías del producto original de referencia. Esta cifra, según a qué se aplique, puede no resultar demasiado importante. La nutricionista pone como ejemplo una bolsa de patatas fritas de 100 gramos, con un valor aproximado de 550 calorías. Su versión 'light' no debería tener, por tanto, más de 385 calorías. Pues bien, aclara, «sigue siendo un alimento con un alto contenido en calorías», tanto si tomamos la misma cantidad como si, sobre todo, nos dejamos llevar por el equívoco de que la etiqueta de alimento ligero nos permite un cierto exceso. «Es decir, que 'light' no significa que no engorde», resume Otón.

Lleven o no el sello de ligero en el envase, las mayonesas, mermeladas, quesos, galletas, chocolates, patatas fritas, refrescos, cervezas y las bebidas espirituosas, por ejemplo, solo se deben consumir de forma esporádica, y entonces no nos tendremos que preocupar. La receta no es sustituirlos por su versión 'light'. «Para perder peso hay que aprender a comer y dar prioridad a verduras, hortalizas y frutas de temporada, legumbres, cereales integrales y proteínas de calidad».

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los alimentos con etiquetas que aluden a que se les ha rebajado su aporte calórico parten de cifras muy altas. Se trata habitualmente de productos ultrapocesados, por tanto poco nutritivos. Así que, como nos advierte la experta, «los alimentos 'light' no tienen por qué formar parte de una dieta saludable». Lamentablemente, la exagerada preocupación por la imagen corporal que arrastramos desde hace unos años ha abierto la vía para que se consuman en exceso o de forma innecesaria. «No está justificado que las personas que tienen buenas condiciones de salud, o no, recurran a este tipo de alimentos», particularmente porque ya existen alternativas saludables: «Tenemos muchos alimentos que, sin ser 'light', son bajos en calorías, saciantes y ricos en nutrientes, como las frutas». Pero algo bueno tendrán. La especialista reconoce que sí nos pueden ayudar a reducir el consumo de azúcares, de grasas y el aporte energético total. Sin equivocarnos, porque no son la vía para adelgazar. De hecho, advierte Otón, «los alimentos 'light' pueden sabotear tu plan de adelgazamiento». La verdadera alternativa pasa por «comer menos procesados y más alimentos frescos, como los de nuestra huerta murciana». Lo más saludable para garantizar una alimentación ligera es aprender a comer, exhorta María José Otón, «porque, cuando aprendes, identificas si un alimento tiene más o menos calorías o si sus ingredientes son de buena o mala calidad».

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La mitad

Tampoco hay por qué renunciar a determinados productos sin tener que recurrir para ello al envase que nos dice que se han reducido sus calorías. Podemos hacer una mayonesa casera, por ejemplo, y a la hora de servir poner la mitad de la cantidad que veníamos tomando, de manera que reducimos a la mitad su aporte calórico. Mejor esto que recurrir a una mayonesa 'light' del supermercado, que no deja de ser un alimento ultraprocesado con ingredientes de mala calidad.

Otro ejemplo: podemos utilizar trozos de fruta natural, en lugar de mermeladas industriales, en las que «la mitad del producto es azúcar». «Una tostada con queso 'cottage' y fresas troceadas o arándanos por encima» es una alternativa de desayuno saludable. En definitiva, «podemos comer 'light', sin utilizar productos 'light'. Pero si piensas que comer 'light' es estar a dieta, todavía tienes mucho que aprender».

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Nutricionista, fundadora del Centro de Nutrición y Dietética de Cartagena (Cenudi).

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