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Pizarro prepara su versión del moscow mule. NACHO GARCÍA/ AGM

La gastronomía también se bebe

Menor graduación alcohólica y nuevos ingredientes son, según Alberto Pizarro, las tendencias dentro del mundo de los combinados

Martes, 9 de noviembre 2021, 02:02

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La coctelería tiene también un punto gastronómico, y esa máxima fue la que defendió este lunes Alberto Pizarro en su ponencia, en la que, además de descubrir al público las posibilidades que ofrece el mundo de los combinados, preparó cuatro bebidas en las que no faltó tónica. Embajador de Schweppes y director de la coctelería Bobby Gin, en Barcelona, Pizarro repasó algunas de las tendencias en coctelería por las que apuesta en su local, comenzando por una versión de spritz que elaboró con ginebra, un cordial –preparado para coctelería– a base de té negro con pétalos de rosa y vainilla, un toque de Campari y una tónica Hibiscus, de sabor dulce, completada con piel de naranja. Este primer brebaje es, explicó Pizarro, una bebida que acompaña «muy bien» cualquier aperitivo y que, además, no tiene alta graduación alcóholica.

«Para trabajar con un concepto más gastronómico hay que investigar sobre los ingredientes. En gastronomía la carta de productos es muy amplia comparada con el botellero de un bar», ilustró Pizarro para destacar el potencial de un cóctel empleando recetas caseras. Y para demostrarlo preparó otra versión de un cóctel «icónico», el 'moscow mule', tradicionalmente elaborado con vodka y Ginger Beer. Pizarro optó, sin embargo, por cambiar sus ingredientes y emplear un vodka aromatizado con ciruela japonesa, un fermentado de café y un toque de limón. El cóctel lo sirvió después en una taza con apariencia de cobre y decorado con piel de limón. «El toque cítrico es muy importante y más en esta zona», apuntó.

Pizarro dio cuenta de las nuevas corrientes en el mundo de la coctelería centradas en reducir la graduación alcohólica de los combinados –«el cliente de cóctel no busca emborracharse, sino disfrutar»–, sustituir algunos licores por otros, y añadir ingredientes. Y con estas premisas presentó un tercer combinado a base de pacharán infusionado con trufa, unas gotas de mosto, «un golpe seco de Dry Curaçao» y un poco de cítrico para combatir, dijo, el posible exceso de dulzor.

Cerró su ponencia con un gin tonic aromatizado con té verde, esferificaciones de cítricos y tónica Schweppes de lima.

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