De las monas a las torrijas: bocados típicos de la Semana Santa de la Región de Murcia

La Pascua tiene el sabor característico de los dulces más reconocidos que se pueden encontrar en las confiterías de los municipios

Susana Fernández

Jueves, 10 de abril 2025, 01:27

A la par que las procesiones desfilan por las calles, los dulces típicos se plantan en las pastelerías con la llegada de la Semana Santa. Bocados como las torrijas, las monas o las tortas de Pascua protagonizan los estantes de la Región, mientras en zonas concretas sobresalen sus recetas tradicionales.

Como en buena parte de España, las torrijas se repiten estos días en todas las pastelerías y en las casas, porque muchos se animan a hacerlas por su propia cuenta. Esta ingeniosa receta de aprovechamiento se elabora sacando rédito al pan sobrante de los días previos, que se moja en leche, se unta con huevo y se fríe en abundante aceite, para después añadir azúcar y canela. De elaboración sencilla, se puede encontrar en locales como La Peladilla, donde le añaden crema de varios sabores.

Típicos de la Región de Murcia son dulces como las monas de Pascua, tradicional en todo el Mediterráneo. Se trata de un bollo esponjoso que se puede coronar con un huevo y decorar con almendras peladas. Otro de ellos son las tortas de Pascua, una tradición que se consume especialmente en Semana Santa y Navidad, con sabores aromáticos como naranja, anís y almendra. Ambos se encuentran en multitud de estantes dulces, como los de Bonache y Espinosa, dos clásicos de Murcia.

Pastelería Bonache

Plaza de las Flores, 8, Murcia. La tradición de la mona de Pascua se celebra por todo lo alto en esta pastelería de la plaza de las Flores, que ya cuenta en sus estantes con el bollo tradicional para poner el sabor a la Semana Santa. También elaboran el clásico huevo de Pascua de chocolate para goce de los más pequeños.

Confitería Espinosa

Calle Floridablanca, 3, Murcia. Con la vista puesta en la elaboración artesanal y la calidad de las materias primas, esta pastelería destaca por su maestría en recetas novedosas, pero también tradicionales como las magdalenas o cuernos, y, sobre todo, el famoso pastel de carne. En esta época, no faltan en sus estanterías bocados propios como las monas o las tortas de Pascua.

La Peladilla

Calle San Antonio, 1, Murcia. Fundada en San Javier, con el tiempo pasó al centro de Murcia, donde ofrece productos de recetas centenarias y de la nueva escuela. Además de su reconocido pastel de cierva, en Semana Santa se ponen manos a la obra para elaborar sus caramelos artesanales con sabor a bergamota y unas torrijas propias de la época con variedad de cremas y sabores.

Pastelería Blanco y Azul

Avda. Europa, 14; C/ López Gisbert, 18; Pl. del Óvalo de Santa Paula, 2; Cam. de Enmedio, Lorca. Es la pastelería más conocidas en la elaboración tradicional de estos dulces lorquinos coloreados de azul y blanco, debido a las dos hermandades del municipio. En este negocio nacieron los chochos azules, para simbolizar ambas cofradías.

Confitería Emilio Marín

Calle Ángel Bruna, 36, Cartagena. Los nietos de los fundadores de esta pastelería familar creada en 1945 regentan un negocio que apuesta por la tradición y artesanía, pero incorporando novedades como secciones de heladería y de bombonería. En estas fechas fabrican productos típicos, como la leche frita, sabrosa y tierna.

Panadería San Antón

Calle Infante Don Fadrique, 14, Jumilla. En el Altiplano ponen el toque salado a la Semana Santa con sus clásicas empanadas de patata. Aunque se comen durante todo el año, en esta época de procesiones no faltan en ninguna panadería estos bocados sabrosos, como en San Antón de Jumilla, que espera colas a las puertas del local en los próximos días.

Entre los postres que existen en toda España, pero con un toque regional, encontramos la leche frita, un bocado dulce de Pascua que elaboran confiterías como Emilio Marín, en Cartagena, y a la que se le puede añadir un flambeado de Licor 43. Por su parte, en la Ciudad del Sol están en plena temporada de chochos de Lorca, unas bolitas de colores formadas por una avellana pelada y recubierta con un glaseado de azúcar. Los más típicos son los azules y blancos, con motivo de las dos hermandades de la ciudad.

En el Altiplano ponen el toque salado con sus clásicas empanadas de patata

El toque salado al recorrido gastronómico de la Pasión lo pone el Altiplano con sus empanadas de patata, una masa horneada rellena de una mezcla patata, atún y huevo. Se puede encontrar en cualquier época del año, pero la Semana Santa es su época de esplendor: así se preparan en panaderías como San Antón, en Jumilla, y la yeclana Mari Rosi. Antes de que lleguen las procesiones, acércate a la pastelería y deja hablar a tu paladar.