Maza, pan y vino
Es uno de esos restaurantes que ensanchan la ciudad y nos hace mejores gracias a su tratamiento del atún en cocina y a su inmejorable bodega de vinos
La impresión al entrar al restaurante Maza es la de haber pasado el umbral de una puerta cósmica de teletransportación y haber caído en la ... Segunda Avenida con la Cincuenta de Manhattan. Es, muy posiblemente, el espacio más moderno, mejor iluminado y con mejor atmósfera de lo que he visto en la capital en muchos años. Maza es una vinoteca y un restaurante en un único espacio, ya que separados por un muro, la tienda de vinos y la zona de comida se comportan como vasos comunicantes y la increíble oferta de vinos de un lado está totalmente disponible para elegir entre un sinfín de referencias mientras vas eligiendo los platos que vas a probar.
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Pero yo casi recomiendo que ni miréis la carta de vinos y que os dejéis recomendar por la sumiller y experta en vinos que comparten la tienda y el restaurante. La vajilla, la elección de los vinos, los maridajes y la puesta en escena es para quedarse a vivir cuatro días y doce noches. Las mesas altas son muy cómodas y, una vez sentados, la sensación es la misma que estar en una mesa baja. También hay una redonda y baja, por si vas con un grupo un poco más grande.
Además de una carta repleta de cortes de atún -Andrés Maza, propietario y experto en vinos, es andaluz-, el local dispone de un menú por 20 euros para los mediodías donde uno elige entre varios platos un aperitivo, un entrante, un principal y un postre.
Pero a Maza se viene a beber y a disfrutar de los platos de influencia andaluza que salen de cocina, como la ensaladilla de Sanlúcar, papas aliñadas con melva canutera, croquetas de puchero, verduras de temporada con oloroso o el canelón de rabo de toro en su salsa y, sobre todo, los platos de atún como el carpaccio de atún marinado, atún en su salsa con huevo con puntilla, costillas de atún, tataki de atún con ponzu, atún con kimchi casero, bao de morrillo de atún o el atún encebollado, y hasta una burguer de ventresca y tarantello. Casi nada.
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8
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Cocina
7/10
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Dirección Calle San Lorenzo, 5
También hay otros platos como burguer de buey, sobrasada de Can Roca, tortilla de patatas al momento, magret de pato con chutney de pato, quesos y postres. Como veis, la carta no es muy amplia, aunque solo con los platos de atún vais más que servidos. Imprescindibles el carpaccio, terminado con cebolleta y pipas de calabaza; el tataki con una mahonesa de soja y con un proceso de maceración al vacío y un paso por las brasas que dejan cada bocado a unos centímetros del cielo; y el atún rebozado y acompañado con kimchi casero -pido más kimchi para acompañar al pescado- y, aunque no las encuentro tan jugosas como espero, también resultan interesantes las costillas de atún en una interpretación del corte del pescado tan sencilla como inédita. Los postres son dos tartas de huesitos, de esas que hacemos con los niños de obleas y nocilla y una milhoja cítrica. Los veo tan flojos que los dejo pasar y termino el vino con una tabla de quesos a modo de gourmet francés.
La realidad es que estamos en una época dulce para los amantes del vino gracias a una buena docena de locales de la Región que ponen la carta de vinos por delante de la de comida como Pura Cepa, La Bien Pagá, Entrevinos, Pepe Tomás, Demo, La Gracia y el El Baret. Maza está en la calle San Lorenzo de Murcia y no en Manhattan, donde seguro que habría colas para entrar. La sociedad murciana debe de entender, valorar y apostar por los vinos buenos, por los locales bonitos y, sobre todo, por los bares y restaurantes que nos hacen grandes. Y Maza es uno de ellos.
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