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El futbolista del Rayo Majadahonda Guti regatea a Lucas, del Sant Andreu, en la fase de ascenso a Primera RFEF disputada la pasada temporada. RAYO MAJADAHONDA
FC Cartagena

Las dos caras de los Arribas: serios pero con algunos fuegos

Exjugadores del Rayo Majadahonda relatan las bondades de Pedro y Alejandro y otros desvelan situaciones más incómodas en el día a día

Domingo, 20 de julio 2025, 08:27

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El único precedente de la familia Arribas en el mundo del fútbol se limita a las seis temporadas al frente del Rayo Majadahonda, equipo que bajo la dirección del empresario Pedro y su hijo Alejandro coqueteó primero con el ascenso a Segunda División y acabó por descender a Segunda RFEF. Los empresarios que ahora llegan a la propiedad del Cartagena, con Alejandro Arribas como cabeza visible, contrataron a multitud de entrenadores, firmaron a futbolistas con y sin experiencia previa en la categoría, acertaron y, como todo el mundo, también se equivocaron. Varios trabajadores que coincidieron con ellos de 2019 a 2025 cuentan a LA VERDAD las luces y sombras de una dirección que cada uno vivió de una manera distinta. El denominador común es que todos acceden a hablar de su experiencia con la familia Arribas a cambio de seguir en el anonimato. Cosas del fútbol.

La mayoría de los casos consultados separan la etapa de los Arribas en Majadahonda dos partes. La primera, la inicial, marcada por una fuerte inversión, la contratación de futbolistas de alto perfil para pelear por el ascenso y el cumplimiento de los pagos, además de la inversión y mejoras en las infraestructuras del Cerro del Espino. Esta primera parte comprende principalmente hasta la temporada 2021-22, cuando las cosas fueron mejor que nunca a nivel deportivo en el club madrileño.

Primeros rumores de venta

Los profesionales consultados recuerdan que esa campaña el equipo peleó por el regreso al fútbol profesional y completó una temporada regular muy buena en cuarta posición. El equipo majariego cayó en la semifinal del 'playoff' a manos del Albacete. «La experiencia fue muy buena en todos los aspectos y tanto Pedro como Alejandro Arribas demostraron ser gente seria, cercana, intentando ayudar siempre. Recuerdo que mejoraron las infraestructuras y estaban muy bien, con gimnasio», relatan dos exjugadores del Rayo Majadahonda.

El club se quedó muy cerca del fútbol profesional y redobló su apuesta para volver a intentarlo. En el verano de 2022 llegaron futbolistas de renombre e, incluso, desde la dirección la apuesta fue firme y se hicieron contratos de más de un año de duración. Deportivamente, sin embargo, el equipo sufrió, tuvo problemas y evitó el descenso de categoría en la decimocuarta posición pese a ganar solo un partido de los últimos nueve. Ya entonces, en 2023, «se rumoreaba con la venta», aseguran. Los Arribas eran conscientes de que la Primera RFEF no iba a ser el escalón profesional prometido por Luis Rubiales. Era (y es) deficitaria, pero ellos fueron amortiguando los golpes con pérdidas controladas.

Fechas incumplidas

En el Rayo Majadahonda comprenden entonces que tienen que meter la tijera. Y los muy buenos contratos firmados en el pasado tienen que ajustarse a una nueva realidad económica. A algunos futbolistas se les ofrece la posibilidad de cobrar lo firmado «en dos años» y también se proponen bajadas de sueldo para acarrear con menos gasto. El dinero (la falta de él) empieza a ser un problema.

Los futbolistas que no acceden a esta alternativa son invitados a buscar una salida. Y el club, relatan otros dos exfutbolistas a cambio de anonimato, decide tenerlos «apartados» en los entrenamientos y son invitados a quedarse toda la temporada en la grada. «O nos bajamos a la mitad o no íbamos a jugar en toda la temporada». Unos desisten, acuerdan un calendario de pagos y lo cobran «teniendo que ir detrás de ellos porque no cumplían con algunas fechas».

A otros se les impidió entrenar. «Era ilegal y llamé a la AFE para que dieran el aviso», cuenta uno de ellos. Algunos, incluso, se quedaron en la grada sin jugar hasta que pasados unos meses rescindieron, eso sí, de nuevo, pagándolo todo y sin que estas situaciones tan delicadas fueran a más. «Todos los días era una historia y recuerdo que también hubo problemas con las fichas sénior». Al margen de estos casos, la entidad majariega no ha vivido situaciones de impago prolongadas ni constan resoluciones públicas de la AFE.

La familia Arribas abandonó oficialmente el 30 de junio de 2025 la propiedad del Rayo Majadahonda tras vender el accionariado al empresario Javier Ruiz Poo. Por el camino, un intento de ascenso a la élite, una salvación sufrida en Primera RFEF y el descenso a Segunda RFEF en 2024 como principales fases deportivas.

Relación con 'El Carnicero'

Todas las personas consultadas por este diario coinciden en que conocían de la existencia del representante de futbolistas José Daniel Jiménez, 'El Carnicero', un viejo socio de Pedro Arribas y de Felipe Moreno conocido por ser un cazatalentos de jugadores, principalmente africanos. En el Rayo Majadahonda acudieron «varios» a las pretemporadas y uno de ellos, el nigeriano Rahim, llegó lejos y recientemente ascendió a Primera División con el Oviedo.

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