Pablo de Blasis pasa el balón rodeado de jugadores del Ibiza, en la temporada 2022/23, la última como futbolista del Efesé antes de marcharse a Argentina. J. M. Rodríguez / AGM

El Cartagena hace oficial el ansiado regreso de De Blasis para pelear por el ascenso

Regresa por sorpresa en un gesto de lealtad al escudo albinegro para ser un referente total en el vestuario y pelear por la vuelta a Segunda División

Lunes, 4 de agosto 2025, 22:24

Con un simbólico vídeo de un minuto, el Cartagena hizo este lunes por la noche oficial el regreso más esperado de todos: el de Pablo ... Ezequiel de Blasis (La Plata, Argentina, 37 años), el futbolista que capitaneó dentro y fuera del terreno de juego los mejores años del Efesé durante su última etapa en el fútbol profesional. El Chiquito firma inicialmente para ayudar a pelear por el ascenso a Segunda División.

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La garra, el coraje, el corazón y la pasión por el fútbol son valores intrínsecos en De Blasis. Los defendió durante dos temporadas y media, primero para garantizar la salvación en 2021 y luego para soñar con el 'playoff' a Primera División, en 2022 y 2023. Y muy probablemente servirán para guiar al vestuario en Primera RFEF, para unir corazones divididos en la grada y para poner sus destellos de calidad en el verde.

Con 8 goles y 22 asistencias encandiló al cartagenerismo, se ganó por siempre un hueco en la memoria de los aficionados y dejó un vacío enorme cuando en el verano de 2023 decidió emprender el vuelo de vuelta a Gimnasia y Esgrima, el club de su vida. Fueron los últimos aplausos, los últimos goles, las últimas asistencias. Fue un adiós y no un hasta pronto. Lo que nadie podía imaginar es que, a sus 37 años, De Blasis concediera un inesperado último baile. Probablemente, definitivamente el último de su carrera deportiva.

El Chiquito no solo apunta a ser el líder total del vestuario, sino uno de los futbolistas más diferenciales de la Primera RFEF. Y el pegamento que va a unir a los aficionados en estos momentos de tanta incertidumbre y sufrimiento. Viene el cartagenerismo de ser abandonada por la directiva en el palco, de mostrar su hartazgo en manifestaciones, de saltar a la escena política, de sufrir impagos, de un descenso infame y, en definitiva, de un momento de verdadera zozobra. La vuelta de De Blasis es un chute de energía, la primera gran alegría en meses. Una luz en medio de la oscuridad.

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Ciertamente ni el más optimista de los aficionados imaginaba algo así. Quizá ni siquiera el presidente Paco Belmonte y el director Manuel Sánchez Breis. De Blasis terminó muy mal con ambos, a juzgar por un duro comentario que el argentino publicó en sus redes sociales la noche del 2 de noviembre de 2024. Ese día la situación deportiva e institucional era ya tan complicada que los capitanes Alcalá, Verdú y Musto salieron a la calle a pedir disculpas a la gente. Y en esa escena explotó el Chiquito: «Lo de siempre. Jugadores dando la cara. Los que deciden, echando la culpa al resto sin hacerse cargo».

En esta negociación de su retorno a casa ha sido fundamental, por lo tanto, la irrupción de la nueva propiedad capitaneada por Alejandro Arribas. El Chiquito no ha hablado ni con Belmonte ni con Breis en esta vuelta a casa. Porque el '8' habrá defendido más veces la albinegra que cualquier otra cuando resuelva unos asuntos personales en Argentina y vuele directo a España.

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Talentoso, comprometido y con una capacidad futbolística por encima de la media, De Blasis viene no solo a comandar sino también a ser alguien totalmente diferencial en la categoría, pese a su edad y las últimas molestias físicas sufridas en Gimnasia. Se entiende que lucirá de nuevo el dorsal número '8' a la espalda.

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