Arroz de Calasparra, un «orgullo» que enriquece la gastronomía de la Región
'El Territorio en el Plato' aborda la importancia socioeconómica de este cultivo y los retos de la agricultura ante el cambio climático
L. MARTÍN
Martes, 15 de noviembre 2022
Hablar de arroz es transmitir, casi de forma inmediata, matices y sabores al paladar para evocar un recuerdo gastronómico que marca una costumbre culinaria compartida en el recetario común. Si el arroz tiene como apellido 'Calasparra', no solo se habla de producto de calidad, sino del orgullo, identidad y tradición que tiene la Región de Murcia en uno de sus mayores valores en lo que se refiere a alimentación. Entre sacos de arroz comenzaba ayer un nuevo foro de la segunda edición de 'El Territorio en el Plato', organizado por LA VERDAD con el apoyo de 1001 Sabores, la Consejería de Turismo de la Región de Murcia y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arroz de Calasparra, y respaldado por el Ayuntamiento de Calasparra. El escenario elegido fue la Cooperativa del Campo Virgen de la Esperanza, el lugar idóneo para darle protagonismo a uno de los productos más destacados de la zona: el arroz de Calasparra, un alimento con Denominación de Origen Protegida (DOP) que engloba un sector primario unido en su promoción y defensa. En sus dos variantes, su producción se mueve en dos millones de kilos al año.
Se trata de un arroz que se defiende «con orgullo en nuestro país y en el resto del mundo», y que está presente, además de por toda Europa, en Estados Unidos, México, Rusia y hasta Japón, «una seña de que es garantía máxima de calidad», recalcó Juan Egea, presidente de la Cooperativa del Campo Virgen de la Esperanza, durante el evento.
En la primera mesa redonda titulada 'El arroz, un milagro de 10.000 años', moderada por el periodista Pachi Larrosa, fue Manuel Aguilar, investigador principal en el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía y autor de 'Producción integrada de arroz en el Sur de España', quien recordó la rentabilidad, más allá de los números, que supone el arroz de Calasparra: el prestigio, el orgullo del territorio y el arraigo de las personas. «Calasparra se conoce en casi toda España y es por el trabajo de los agricultores», señaló, a la vez que pidió «esfuerzo a la sociedad para proteger el sector primario».
El 100% del sector de la zona está dentro de la Denominación de Origen (DO), cuya función es la producción y promoción de este producto, tal y como indicó su presidente José Martínez, informando que son 150 agricultores y empresas las que explotan las tierras que la componen. «No hay arrocero que no esté dentro de la DO por orgullo y por lo que supone», secundaba en el evento.
«Los agricultores recibieron la DO con los brazos abiertos y no hubo ningún problema en cuanto a las técnicas de cultivo, porque esta distinción venía justo a reconocerlas, así como las prácticas culturales que los agricultores de Calasparra llevaban usado desde un tiempo inmemorial», recordó Pedro Antonio Martínez Robles, quien fuera el primer secretario general de la DO.
Ese orgullo que manifiestan quienes trabajan el producto también esconde unas características propias que no comparte con el resto de España. Se trata de «un arroz de semimontaña», frente a zonas llanas y albuferas, lo que influye positivamente en el rendimiento del arroz, tal y como comentó Juan Egea. En la cocina, el aspecto de su grano y la textura una vez puesto en el plato «es lo más importante», tal y como afirmó el chef Cayetano Gómez, quien calificó como «un plato de 10» el resultado de la cocción de esta variedad de Calasparra.
Más infraestructuras
El presidente de la Cooperativa del Campo Virgen de la Esperanza, Juan Egea, quiso aprovechar la ocasión para poner sobre la mesa los problemas que se encuentran desde la DO: la subida de precio de insumos que dificultan la rentabilidad de sus productos, la falta de relevo generacional y los problemas de infraestructuras entre márgenes del río que hacen que los tiempos de trabajo sean mayores. «Necesitamos infraestructuras que aseguren el agua y garanticen el almacenamiento en zonas de lluvia», añadió José Martínez, poniendo especial hincapié en que «las acequias estén en pleno estado para poder seguir sembrando», ya que estas «son las venas de nuestro arroz».
Teniendo en cuenta la superficie de producción y las variaciones de sus condiciones para la siembra de un año a otro ante un «alimento estratégico como el arroz», Manuel Aguilar señaló que es «imprescindible una buena política de mejora de infraestructuras y bocas de riego». Además, recordó que solo el 5% del arroz que se produce en el mundo se dedica al mercado exterior, incluyendo a China en estos niveles de autoconsumo, lo que implica que «haya un mercado muy limitado que puede dar lugar a problemas de desabastecimiento».
Tecnología y digitalización
La segunda mesa de la jornada abordó los retos de la agricultura del futuro. Unos retos que deben afrontarse lejos de «compartimentos estancos» para evitar perder «riqueza y diversidad», donde el cooperativismo tiene mucho que decir al agricultor pequeño y mediano en la meta de subsistir, tal y como manifestó Francisco Carreño, economista y agricultor y presidente de la Asociación Origen que agrupa a las DO de la Región.
Herramientas como la biotecnología «ofrecen soluciones en el crecimiento y desarrollo de las plantas en ambientes cada vez más hostiles y suelos más pobres por abuso de fertilizantes, por una mala praxis y porque hemos tendido a la no rotación de los cultivos durante un tiempo de agricultura intensiva», según señaló la investigadora sénior del Cebas-CSIC, Rosa M. Rivero. Desde este prisma, estudian la planta, por fuera y por dentro, para poder aumentar la productividad.
Ante las posibilidades que abre la edición genética está «asegurar la producción al agricultor». «Estamos en un paradigma nuevo que es conseguir algo que tenga sabor, calidad nutricional, olor y que sea bueno para la salud. La función de los investigadores es ayudar a que la cooperativa exista dentro de 100 años, y eso significa que tenemos que identificar no solo los problemas de ahora, sino posibles cosas que no conocemos y vemos que eventualmente nos van a permitir mantener o mejorar un cultivo o adaptarlo a las necesidades del mercado», añadió Marcos Egea, catedrático de Genética Vegetal de la Universidad Politécnica de Cartagena.
REACCIONES
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Manuel Aguilar. Investigador principal del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía «Calasparra se conoce en casi toda España y es por el trabajo de los agricultores». «Hay una rentabilidad que no se mide y es el prestigio, el orgullo del territorio y el arraigo de las personas»
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Juan Egea. Presidente de la Cooperativa del Campo Virgen de la Esperanza «Estar presentes en EE UU, México, Europa, Rusia y Japón es una seña de que es una garantía máxima de calidad». «El valor ambiental va unido a la fauna y flora que se desarrolla, que van relacionadas con el cultivo del arroz»
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José Martínez. Presidente de la D0 Arroz de Calasparra «Necesitamos infraestructuras que aseguren el agua y garanticen el almacenamiento en zonas de lluvia». «No hay arrocero que no esté dentro de la Denominación de Origen, por orgullo y lo que supone»
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Cayetano Gómez. Chef experto en arroz «El arroz ecológico y tradicional se comportan igual al cocinarlos y, sobre todo, cuando se trabaja con la DO Arroz de Calasparra». «Para un cocinero lo más importante es el aspecto del grano y la textura»
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Pedro Antonio Martínez Robles. Primer secretario general de la DO Arroz de Calasparra «La DO venía a reconocer las prácticas culturales que los agricultores de Calasparra llevan usando desde un tiempo inmemorial». «Los agricultores aceptaron muy bien la denominación y la recibieron con los brazos abiertos»
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Francisco Carreño. Economista y agricultor «El cooperativismo tiene mucho que decir para pequeños y medianos agricultores para poder subsistir». «La Asociación Origen es un proceso natural de acercamiento de las DO. En una región uniprovincial, deberíamos estar más unidos»
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Alfonso Chico de Guzmán. Agricultor regenerativo de Finca La Junquera «La agricultura regenerativa, parte de la ecológica y mejora el suelo, el agua y la biodiversidad». «Intentamos que tenga retorno económico, social, medioambiental y que lo que hagamos sea inspirador»
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Rosa M. Rivero. Investigadora sénior Cebas-CSIC «La biotecnología ofrece soluciones en el crecimiento y desarrollo de las plantas en ambientes cada vez más hostiles y suelos más pobres». «La interpretación de la digitalización en la agricultura puede reducir costes de producción en un 30%»
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Marcos Egea.Catedrático de Genética Vegetal de la UPCT «Tenemos que identificar no solo los problemas de ahora, sino posibles cosas que no conocemos». «Estamos en un sitio que tiene algo especial, que es un trabajo de tradición de mucha calidad»
«Se está viendo que la implementación de la digitalización en la agricultura a nivel mundial puede reducir costes de producción en un 30%», añadió Rivero, recalcando que la tecnología se basa en la observación, la toma de datos y análisis de los mismos de forma continuada en un cultivo para anticiparse a riesgos. Para ello, drones y sensores de todo tipo permiten volcar la información en plataformas para analizarlas y que el agricultor sepa cómo está su campo y suelo en tiempo real, o si el cultivo necesita más o menos agua.
Entre los modelos de una gestión integral de los suelos está el caso de Finca La Junquera. Aplican la denominada 'agricultura regenerativa' que mejora el suelo, el agua y la biodiversidad, haciendo que mejore la materia orgánica y la fertilidad. «Intentamos que tenga cuatro retornos: económico, social, medioambiental y que lo que hagamos sea inspirador para ser replicado en otros sitios», destacó Alfonso Chico de Guzmán.
La clausura del evento corrió a cargo de Antonio José Merino, concejal de Cultura Ayuntamiento de Calasparra.

Más inversión
La apertura del foro 'El Territorio en el Plato', que se celebró ayer en Calasparra, contó con la intervención de Juan Francisco Martínez Carrasco, director del Instituto de Turismo de la Región de Murcia, quien recordó que «la gastronomía es el segundo producto turístico más valorado por quien visita la Región de Murcia». Teniendo en cuenta su importancia, en los Presupuestos de 2023 de la Comunidad Autónoma, tal y como indicó, están contemplados 1,6 millones de euros para promocionar la gastronomía, lo que supone «invertir seis veces más que al inicio de la legislatura», añadió. En esta promoción, «el arroz de Calasparra es el rey», recalcó, anunciando los dos grandes carteles con pictograma que en las próximas semanas se instalarán en la autovía Murcia-Madrid en ambos sentidos y que potenciará las bondades del municipio, como «los atributos del lugar, sus arrozales y su Santuario», adelantó.
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