El riesgo de lesiones subirá un 50% en lo que resta de Liga

La Liga en Primera y Segunda está más cerca de volver. Los clubes españoles ven la luz al final del túnel y la patronal, que anunciaba pérdidas de 1.000 millones de euros si se cancelaba definitivamente el curso por la crisis del coronavirus, respira aliviada. El negocio necesita que el balón ruede. Ayer se dio otro pasito más en esta particular desescalada balompédica. Porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por vez primera se refirió al regreso del fútbol en España. Y sus palabras fueron bastante esperanzadoras para el sector.

«Esperemos que el fútbol vuelva pronto, serán las federaciones y las Ligas las que decidan. Nosotros hemos empezado a permitir los entrenamientos individuales de los deportes en equipo y esperemos que sea cuanto antes [la vuelta de la Liga], pero lo veremos antes por televisión que en el estadio, me temo. Se podrán llevar a cabo entrenamientos individuales de federados y el básico de ligas profesionales», comentó Sánchez. El Madrid y el Barça volverán al trabajo el próximo 11 de mayo. Y la idea primitiva es que la competición regrese, a puerta cerrada, el 14 de junio.

El plan es que todos los equipos disputen las once jornadas que restan en solo 36 días, ya que el campeonato debe estar terminado a finales de julio. Es muy probable que esa fecha de partida del 14 de junio no se cumpla y haya que reanudar el torneo unos días después, quizás el 26 de junio. Así las cosas, los prestigiosos doctores murcianos Pedro Luis Ripoll y Mariano de Prado han elaborado un completo análisis matemático, junto a los especialistas de la empresa cartagenera Biyectiva, en el que son capaces de predecir el número de lesionados por equipo que habrá cuando se retomen los entrenamientos y los partidos: serían 17 en los próximos dos meses y medio.

Esto supone un incremento del 50% en el número de lesiones previsibles en condiciones normales en el mismo periodo de tiempo, si nos centramos en los equipos acostumbrados a jugar un partido por semana. En los clubes más grandes, donde suelen disputarse dos encuentros cada siete días, este aumento del «riesgo lesional» se situará en el 40%. El trabajo abarca desde la pretemporada que arrancará el 11 de mayo hasta el final de la Liga, previsto para el 27 de julio.

Ripoll y De Prado van al detalle en este estudio, para el que han utilizado «los archivos que nos han proporcionado desde FIFA, UEFA y el diario Marca». Durante el periodo que resta de Liga, cuando se disputarán 11 partidos en solo 5 semanas, «los equipos acostumbrados a jugar un partido semanal, verán incrementado el número de lesiones esperadas de 11.4 (4.45 musculares, 1.94 ligamentosas y 5 del resto) a 17.12 (6.67 musculares, 2.91 ligamentosas y 7.54)».

Por su parte, en los equipos con jugadores habituados a participar en competiciones europeas, «el incremento en el número de lesiones esperado sería algo menor, ya que pasarían de presentar 12.53 lesiones (4.88 musculares, 2.13 ligamentosas y 5.52 del resto) a 17.46 lesiones (6.81 musculares, 2.97 ligamentosas y 7.68 del resto). Así, el aumento sería del 40%».

El doctor Ripoll destaca, además, que «las cosas van a cambiar por completo. Ahora tenemos que saber todos que la agenda del fútbol la va a marcar el virus y debemos tener la máxima precaución. Los jugadores que han pasado el virus van a tener secuelas y los médicos de los equipos deben estar con cien ojos. El nivel de inmunidad, además, baja cuando se hace ejercicio físico extremo. Por esto, todos los futbolistas deben estar muy vigilados en este periodo de cinco semanas en el que se volverá a la competición y se acabará la Liga a un ritmo frenético».

En este sentido, en el informe elaborado por los responsables de Ripoll y De Prado Sport Clínic y Biyectiva se afirma que los futbolistas que han pasado la Covid-19, como los valencianistas Garay y Gayá o el españolista Wu Lei, sufrirán «una disminución de entre el 10-30% de las condiciones fisiológicas de la capacidad respiratoria». Otra secuela para estos jugadores que se contagiaron en su momento y ya han superado la enfermedad estará relacionada con aspectos cardiovasculares. «Tendrán alteraciones del efecto de la coagulación y un aumento de las patologías cardiacas aún por definir, y que podrían exacerbarse con la práctica de un deporte extenuante», indican los doctores.

Otro factor a tener muy en cuenta a partir de ahora es «el desentrenamiento». Y es que en las conclusiones de este estudio se recuerda que esta competición liguera, parada desde el 8 de marzo, «se va a celebrar tras un largo periodo de inactividad (7 semanas), lo cual constituye un evento inaudito en la historia del fútbol». Nunca antes estuvieron tanto tiempo los futbolistas profesionales sin entrenarse.

«Se ha establecido, en base a estos estudios, que el incremento del riesgo lesional derivado del largo periodo de confinamiento se sitúa en torno al 20%. Se estima que el aumento en el riesgo de lesiones derivado del estrés psicológico al que se enfrentarán los jugadores es del orden del 5%. Por último, hay que tener en cuenta el efecto protector del entrenamiento, que necesariamente perderá su programación habitual. De hecho, se reducirá significativamente porque habrá que jugar cada tres o cuatro días, lo que aumentará la tasa de lesiones un término cuantificado del 4.5%».

También se habla en este trabajo de las condiciones climatológicas en las que se van a desarrollar los once partidos que hay pendientes de la campaña 2019-20 en Primera y Segunda. «Ni la temperatura ni la humedad son aspectos cuantificables en el índice de lesiones, pero ambas cosas hacen más extenuante la actividad física. A partir de 29ºC y 75% de humedad, aumenta el riego, y por encima de 32ºC no es recomendable competir», subrayan Ripoll y De Prado.

«Basta una visión somera de las tasas de humedad y temperatura de los meses de julio y agosto en España, para deducir que este factor tendrá una alta influencia sobre el desarrollo de la competición», añaden.

A pesar de los riesgos, que son más que evidentes, en el estudio también hay espacio para el optimismo. «Todo lo anteriormente expuesto podría interpretarse como disuasorio para reanudar la competición, pero no debemos de perder la referencia de que la competición futbolística se desarrollaría en un contexto de país sometido a riesgos similares, sino mayores, en algunos sectores de la población. El futbolista ejerce un trabajo, que en la situación actual de pandemia está sometido a unos riesgos, que son compartidos por otros sectores de la sociedad». Por tanto, se concluye que un jugador puede competir, al igual que un panadero puede hornear barras o una cajera cumple a diario con su turno de ocho horas en el supermercado.

Para este trabajo, Ripoll y De Prado han contado con el respaldo de los matemáticos de Biyectiva, una joven empresa de inteligencia artificial centrada en el procesamiento de imagen. Nació en diciembre de 2018 y tiene su sede en Cartagena. Sus tecnologías están siendo utilizadas en el ámbito de la medicina, el retail y el marketing interactivo. Fue fundada por Felipe Segura y por su ingeniero de Telecomunicaciones, Rubén Martínez, quien empezó a 'regar' las primeras aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) y video análisis que iban a diferenciar a Biyectiva de otras startup tecnológicas.

Y su idea de negocio se afianzó como empresa con la incorporación como inversor del murciano Andrés Fernández, portero del Villareal, al principio como 'business angel' y después como CEO. El pasado mes de mayo, Biyectiva recibió el premio Emprendedor del Mes que concede el INFO a los proyectos más innovadores de la Región.