tEn La Manga. Un jugador del UCAM Murcia de baloncesto en silla de ruedas hace wakeboard, ​o esquí acuático sobre tabla, el pasado martes. LV

De la silla de ruedas al esquí acuático sobre tabla

El UCAM Murcia BSR arranca con unas jornadas náuticas en un año en que será el primer equipo de España con cinco jugadoras que competirá en la Liga masculina

Lunes, 21 de septiembre 2020, 07:47

El UCAM Murcia de baloncesto en silla de ruedas va a hacer historia. La temporada 2020-2021 se convertirá en el primer equipo de ... España con cinco jugadoras en su plantilla que se medirá a rivales masculinos. En sus filas está Sonia Ruiz, la Laura Gil del BSR. Una deportista con un currículum único. Es la capitana de la selección nacional de baloncesto en silla de ruedas, deportista paralímpica, presidenta, entrenadora hasta la pasada temporada y jugadora del UCAM Murcia BSR, técnico en actividades físicas y 114 veces internacional con España. Esta carrera deportiva tan intensa la compagina con la política. Es diputada del PP en la Asamblea Regional.

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Esta semana que acaba ha sido una locura en un equipo ya inmerso en la pretemporada, que este año ha comenzado de otra manera para preparar a fondo una temporada que también será distinta y que comienza el próximo 17 de noviembre. «Queríamos empezar de forma diferente a la habitual y que el deporte, no solo el basket en silla, fuese una vez más nuestro nexo. Y como últimamente he conocido a dos asociaciones que han apostado por los deportes náuticos, pues decidí que era una oportunidad estupenda para todos», cuenta Sonia, quien el martes se presentó en La Manga, con el resto de componentes de su equipo, para participar en una jornada de deportes náuticos, en la que practicaron diferentes modalidades con distintas técnicas.

«El martes por la mañana hicimos bautismo de buceo en Cabo de Palos. Fue una actividad a la que íbamos con miedo, pero de la que salimos más que enamorados. Es más, algunos hemos decidido sacarnos el curso».

La jornada dio más de sí. Por la tarde, en la zona de la isla del Ciervo, en La Manga, estos deportistas practicaron paddle surf, navegaron en catamarán y e atrevieron con el wakeboard​ o esquí acuático sobre tabla. Para llevar a cabo estas jornadas, el equipo ha contado con la colaboración de las asociaciones B-Life y Océano Libre, «que hacen más grande, accesible y humana nuestra Región. Por eso animamos a que cualquier persona con o sin discapacidad se ponga en contacto con ellos y experimente la libertad».

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Amor a primera vista

Sonia Ruiz es la persona que tira del carro. A sus 39 años, asegura que su ilusión sigue intacta y en cada entrenamiento consigue aprender algo nuevo. «Me enamore de este deporte a primera vista. Mezcla inteligencia, destreza y coordinación. Todo ello, por supuesto, sumado a los valores que aportan los deportes en equipo», dice esta unionense, quien en 1999 sufrió un fatídico accidente de moto, cuando tenía 17 años, que acabó cambiándole la vida, tras sufrir una grave lesión medular. «El baloncesto apareció en el peor momento que mi familia y yo hemos vivido. Fue un salvavidas que me hizo entender que aún podía sentir pasión en la actividad que me propusiese».

«Llevo años comprobando que hemos conseguido igualar la fuerza física con los hombres en esta modalidad deportiva»

En la cancha, Sonia es «hipercompetitiva y muy exigente. Dos cualidades que juntas son una bomba de relojería». Pese a su fuerza para sacar adelante todo lo que se propone, este año ha dejado el puesto de entrenadora en manos de Alberto Zudaire, hermano de Beatriz, jugadora del equipo. «No me daba la vida para esa responsabilidad y no lo estaba ejerciendo al 100%. Consideré que el único perjudicado era el equipo y decidí que era el momento de delegar».

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Para reconocer a un jugador de baloncesto en silla solo hay que mirarle las manos, que impulsan las ruedas a velocidades de vértigo y las frenan en seco. «También somos personas con discapacidad que nos manejamos bien en nuestro día a día, tanto con las barreras arquitectónicas como en las relaciones personales. El deporte te libera de los complejos y te hace ser activo en tu día a día».

La plantilla

  • - Nicolás Muñoz

  • - José Martínez Vicente

  • - Lourdes Ortega

  • - Alberto Martínez

  • - Álex Mondéjar

  • - Alejandro Mendoza

  • - Jesús Hernández

  • - Sonia Ruiz

  • - Beatriz Zudaire

  • - Vicky Alonso

  • - Joaquín Robles

  • - José Marín

  • - Isa López

El UCAM BSR entrena de lunes a viernes en el pabellón Príncipe de Asturias, de 15 a 17 horas. Los ensayos son intensos. El roce de las zapatillas contra el parqué se sustituye por los choques metálicos de las ruedas. «Dividimos las sesiones en preparación física, técnica individual y técnica colectiva», dice Sonia, quien añade que «ensayamos dos horas de pista diarias, más una de gimnasio. Al no ser del todo profesionales, lo tenemos que compaginar con estudios o trabajo y no nos dan las horas del día para entrenar más».

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Cada jugador, en función del tipo de lesión que padece y la movilidad que esta le resta, tiene una clasificación del 1 al 4,5. Por el mismo motivo las alturas de las sillas son diferentes. Una fractura vertebral a mitad de la espalda permite hacer unos movimientos más reducidos, por lo que tiene la clase 1; el jugador está sujeto por la cintura y su silla es más baja y envolvente. La clasificación aumenta con las afecciones intermedias y bajas que permiten una mayor movilidad desde la cadera.

1- Fichaje estrella. La mexicana nacionalizada española Isa López ha llegado. 2- Sin miedo. Lourdes, Sonia, Vicky, Isa y Beatriz, las cinco mujeres del equipo. Nacho García / AGM

Esa agilidad y las condiciones físicas de cada jugador o jugadora dictarán su posición en la cancha.

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La falta más común

En un partido de baloncesto en silla de ruedas no hay zancadillas, pero los jugadores saben cómo frenar al rival. No es raro que el equipo contrario intente hacer volcar al jugador con menor clase y movilidad para aprovechar el tiempo que tarda en levantarse jugando solo contra cuatro. Estas caídas impresionan, pero la rapidez con la que se reincorporan, todavía más.

«La falta mas común suele ser mover la silla del jugador cuando ha cogido posición. Otra también muy común es cuando vas en carrera y tocan una parte de tu silla. Al ir en velocidad y ser tocado es fácil volcar, es lo más espectacular de nuestro deporte, la cantidad de caídas que se producen», dice Sonia Ruiz, que añade que el objetivo del UCAM Murcia en silla de ruedas de cara a la próxima temporada será «estar arriba y eso implica ascender a la máxima categoría. El 14 de noviembre jugamos nuestro primer partido en la pista del Badalona».

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La capitana

  • Sonia Ruiz Base

  • - «En la cancha soy «hipercompetitiva y muy exigente. Dos cualidades que juntas son una bomba de relojería»

  • - «El deporte te libera de los complejos y te hace ser activo en tu día a día»

La capitana no cree que la presencia de cinco mujeres en el equipo vaya a ser una carga. «Hemos apostado por esta modalidad porque soy jugadora de la selección y llevo años comprobando como hemos conseguido igualar la fuerza física con los hombres de la liga. Conozco a mis compañeras y confío plenamente en su capacidad de competición y de toma de decisiones durante un partido importante. Creo que debía ser consecuente con mi forma de pensar y demostrar que la igualdad entre hombres y mujeres es una realidad, y más aún en nuestro deporte, ya que la silla iguala las condiciones de sexo o discapacidad». Algunos se quejan de que no haya cantera en este deporte. Sonia sale al paso: «Menos mal que no la hay».

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