Daniela Arques, la última joya murciana que desea el Madrid

El fútbol español en categoría femenina, si no pasa nada raro, tendrá acento murciano durante muchos años. Tres jugadoras de la Región, Eva Navarro (Yecla, 24 años), Silvia Lloris (El Palmar, 20 años) y Daniela Arques (Murcia, 19 años), conforman un tridente de oro que promete dar grandes alegrías a la selección española absoluta y poner picante en la Liga F, si se concretan los movimientos. El último que podría darse es el de Arques al Real Madrid, información que se ha destapado desde la capital en los últimos días. La centrocampista murciana termina contrato en el Levante el próximo mes de junio y desde el club blanco están interesados en hacerse con sus servicios.

Daniela, como sus paisanas, ya sabe lo que es triunfar y ser determinante con España en categorías inferiores, donde se proclamó campeona de Europa sub-19 el pasado verano. Participó en cinco encuentros durante el torneo, dio una asistencia y marcó un golazo que supuso la sentencia ante Inglaterra y el pase a la final. Arques lleva el mismo camino que abrió Navarro en 2018 cuando ganó el Mundial sub-17 y que siguió Lloris, con dos Europeos y un Mundial sub-20. Las tres carreras siguen los mismos pasos: Empiezan triunfando en categorías de formación hasta que se consolidan en la élite. También las tres explotaron en la máxima categoría con la camiseta del Levante UD.

Aunque es la más joven de las tres, Daniela Arques ha ido quemando etapas muy rápido. Desde que era una niña ha tenido el fútbol muy presente en casa, ya que su padre, Paco Arques, llegó a jugar en Segunda B en las filas del Real Murcia, el Horadada, el Águilas y el Mar Menor. Ella empezó a golpear el balón a los ocho años en el equipo del colegio y pronto empezó a despuntar, primero jugando con chicos y, después, con chicas. Al principio intentó copiarle movimientos a Andrés Iniesta, uno de sus ídolos, ahora se fija mucho en Rodrigo y Aitana Bonmatí. El primer gran éxito -a nivel de clubes- de la futbolista murciana fue el ascenso a la élite con un equipo de su tierra, el Alhama CF en 2022. Un verano después, con sólo 17 años, se marchó al Levante UD donde ahora lucha por eludir el descenso.

Daniela Arques está considerada como una de las promesas más destacadas del fútbol femenino en España. Entre sus virtudes como centrocampista destaca, sobre todo, su talento, su buen golpeo al balón, su visión de juego y la madurez que demuestra en el campo. En su tercera temporada en la élite -la segunda con el club granota- si solo se pone el ojo en sus números y las estadísticas individuales, su protagonismo se ha acentuado considerablemente.

La futbolista murciana ha visto cómo sus minutos en el césped han aumentado este curso y esa confianza del entrenador en ella ha sido correspondida con mayor rendimiento. En la pasada temporada disputó 993 minutos en 28 partidos (de los cuales sólo salió como titular en nueve de ellos) no marcó ningún gol pero dio cuatro asistencias. Por el contrario, en esta campaña lleva acumulados más de 1.200 minutos sobre el terreno de juego en las 25 jornadas disputadas hasta la fecha, ha marcado dos goles y ha dado dos asistencias. Está creciendo a pasos agigantados.

Uno de esos pases de fantasía que se inventa Arques terminó en el gol que dio la victoria al Levante en el Johan Cruyff ante el FC Barcelona. Un gran pase en largo desde campo propio terminó en las botas de Chacón, que hizo el tanto con el que el conjunto culé sumó su segunda derrota de la temporada. Una victoria contra un equipo plagado de estrellas significa mucho, y más en su estadio. Todo lo que sucede en esos partidos cobra una dimensión especial.

Quedan cinco jornadas para terminar el campeonato y el Levante UD está un punto solamente por encima del descenso. Daniela Arques es imprescindible para que las granotas logren la permanencia, después veremos si su progresión la lleva a vestir los colores del Real Madrid. La negociación ya está en marcha y cuando al descolgar el teléfono el que habla al otro lado es el club blanco es casi imposible decir que no.