Izan Almansa, un 'MVP' murciano «con los pies en el suelo»

«Menos mal que logramos que cambiara el fútbol por el baloncesto», bromea orgulloso ahora Rafa Arias, profesor de Educación Física de Izan Almansa (Murcia, 2005) en el colegio Santa María de la Paz y descubridor del que hace un par de días fue coronado como jugador más valioso del Mundial sub-17. Por supuesto, también formó parte del quinteto ideal de un torneo en el que fue el líder de la selección española, subcampeona tras tutear en la gran final a Estados Unidos (67-79).

Izan ya descansa después de un año trepidante culminado con el que es, por ahora, el momento de mayor trascendencia mediática de una trayectoria aún en edad juvenil. Pero por poco tiempo. «El domingo se va otra vez, ahora con la selección sub-18», cuenta Cristina Almansa Pérez, su madre, a la que ahora le tocará seguir a su hijo en el Eurobasket sub-18 que se celebra en Esmirna (Turquía) del 24 al 31 de este mes. «Los chicos están ya concentrados, pero, como Izan acaba de terminar con la sub-17, le dejan una semana de vacaciones», dice la madre de Izan.

La progresión de este muchacho criado en el Infante Juan Manuel es tal que ahora formará parte del combinado nacional de un año mayor a su edad. A mayor talento, mayor demanda. Y mayor orgullo. «Estoy que no quepo en mí», admite Cristina. Eso sí, matiza de manera conveniente que ella está «orgullosa siempre, pase lo que pase». Pero, claro, una medalla de plata y el reconocimiento de ser el mejor jugador de un campeonato mundial suponen «una alegría enorme, sobre todo porque se lo merece».

La vida de Izan Almansa ha cambiado mucho en el último año. El pasado verano tomó la decisión de salirse del camino de formación convencional y abandonar un club gigante como el Real Madrid para marcharse a Estados Unidos. «Una decisión muy valiente, que consensuamos en familia, pero que tomó él con todo mi apoyo, como siempre», rememora Cristina del verano pasado. Izan se aventuraba en el disruptivo proyecto de Overtime, una corporación enfocada al deporte juvenil que tiene en Atlanta su criadero de estrellas Overtime Elite, del que la propia empresa (en la que tienen participación, entre otros, Pau Gasol y Jeff Bezos, dueño de Amazon) presume de ofrecer «un mejor camino hacia el deporte profesional a los jugadores jóvenes más talentosos del mundo».

«El pabellón y todo lo que tienen allí montado es espectacular», relata su madre Cristina, a quien se le ha hecho «difícil» este año separados, pero llevadero con todo el amor que se tiene la familia. «No es lo mismo que cuando estaba en Madrid, que le veíamos más, pero él consideró que era lo mejor para su futuro y le apoyamos al máximo». Hay un océano entre medias, pero eso también hace que, cuando se ven, sea más que antes. «Claro, porque cuando estaba en Madrid pasábamos juntos muchos fines de semana, pero ahora siempre que vamos es para una semana al menos», se consuela su orgullosa madre. «Por muy lejos que esté, si yo me tengo que coger un avión, me lo cojo», asegura con decisión.

La meteórica formación de Izan continúa su curso, así, en un laboratorio de estrellas a nivel mundial que se ofrece como alternativa a la NCAA de camino a una NBA que es el sueño de este joven murciano. Cuando le llegó el momento de ser cadete cambió el UCAM por el Real Madrid y, como júnior, a los blancos por el Overtime Elite. Y se ha notado. «Ha cambiado mucho físicamente y en el juego», observa su madre, algo que corrobora Rafa Arias, que es preparador físico de cantera en el UCAM. «Ya tenía una envergadura tremenda, pero ahora ha ganado también mucho salto, y, en definitiva, se le ve mucho más guerrero, sin miedo a los contactos», subraya.

Una valentía en la pista que va en consonancia con el Izan fuera de ella. Su madre destaca a su hijo como una persona «muy valiente», como así demuestran sus decisiones, que le han hecho acelerar hacia la madurez. «Bueno, es que le ves hablar y está hecho todo un hombre», cuenta entre risas Arias, que le recuerda en el colegio, donde tuvieron que fabricar pupitres especiales para su tamaño, como un chico «muy, muy tímido». Sus formadores destacan de él su gran cambio en comportamiento cuando salió de Murcia con destino Madrid, pero ahora ha dado un paso más. «Y no solo él, su hermano pequeño, Dani, ha tomado el ejemplo y es ahora un chico mucho más responsable», cuenta un Arias que ahora da clase al siguiente de la saga Almansa, de 13 años.

A sus 17 años, Izan solo ha dado pasos, o, más bien, zancadas hacia un futuro brillante. Hay un dato que impresiona. De los últimos cinco 'MVP' del Mundial sub-17, cuatro de ellos juegan o han jugado en la NBA. Y, el que no, lo hace en la G-League, liga de desarrollo donde están los equipos vinculados a las franquicias NBA.

Ahora, el testigo está en las manos de un jugador que, siendo aún menor de edad, cobra un importante salario de Overtime, muy superior a la mayoría de contratos de LEB Oro, sin ir más lejos. En su entorno no hay miedo por que se le suba el éxito a la cabeza. «Tiene totalmente los pies en el suelo, como los ha tenido siempre», asegura su progenitora. Arias, que también es entrenador de baloncesto, está tranquilo. «Si los grandes entrenadores son los que saben extraer lo mejor de cada jugador, él es grande porque ha sabido extraer lo mejor de cada entrenador, profesor, preparador y compañero», resume. Ha sido el mejor de un Mundial celebrado en Málaga y en el que la selección española sub-17 ha recordado a los júniors de oro de Lisboa 99.

• Temas
• Baloncesto