La hoja de ruta de Izan Almansa hacia la NBA

Su trayectoria ha seguido un indisimulado proceso hasta ese maná que es la mejor liga de baloncesto del mundo desde que, en agosto de 2021, tomara una decisión sin precedentes al dejar el Real Madrid para enrolarse en el novedoso Overtime Elite estadounidense, un programa de formación académica y baloncestística enfocada, con detalle de microscopio, al desarrollo de habilidades que requiere el jugador de baloncesto NBA de hoy día.

Solo un año después de dejar en 'shock' al ecosistema del baloncesto de formación europeo, Izan Almansa probaba que había acertado. En 2022 vivía un verano mágico, primero coronándose MVP del Mundial sub-17 y, apenas semanas más tarde, haciendo lo mismo en el Eurobasket sub-18 ante jugadores, en su mayoría, un año mayores. Esta vez, colgándose el oro. Ya por entonces reconocía a LA VERDAD que «la NBA es mi mayor sueño» y evaluaba su mudanza a Estados Unidos como un movimiento acertado no solo a nivel deportivo, pues también «me ha mejorar la gestión de las emociones y crecer mucho como persona».

Aún le quedaba un año en Overtime, que tiene como accionista y mentor a un Pau Gasol al que conoce, «una persona muy humilde que tiene una buena respuesta a cualquier cosa que le preguntes». Un año más siguiendo una rutina con toque de diana a las 7.30 con sesiones dobles y a veces triples de entrenamiento y clases entre medias trajo por fruto inmediato un verano, otro más, para el recuerdo. Este 2023 conquistaba, ahora sí, el Mundial sub-19. De nuevo ante jugadores, en su mayoría, mayores que él. Y de nuevo, conquistando el MVP. Tres distinciones de mejor jugador de un torneo internacional en un año. No había duda, Izan Almansa es especial.

Y, por eso, aún quedaba quizás lo mejor. Una semana entrenando en Málaga con un grupo de estrellas de la NBA y, otra, con la selección española absoluta en su preparación para la Copa del Mundo, compartiendo equipo con jugadores de la talla de Willy Hernangómez, con quien ya ha vivido jornadas de convivencia en Estados Unidos invitado por el ahora jugador del Barça.

Terminada su etapa en categorías inferiores con dos años en el Overtime Elite, a Almansa le quedaba un año más antes de la NBA, que tiene una edad mínima de 19 años. Tres opciones: baloncesto internacional, universitario o G-League. Escogió la última, la más vinculada a la NBA. Y es que la G-League se llama así por el patrocinio de Gatorade a la competición, pero no es más que la liga de desarrollo de la NBA en la que sus jugadores buscan una oportunidad en la NBA.

La G-League está compuesta actualmente por 31 equipos. Salvo dos, todos son equipo afiliado a una franquicia NBA: unos son los Capitanes de Ciudad de México y, los otros, los G-League Ignite de Almansa, con base en Henderson, Nevada, en el área metropolitana de Las Vegas. Allí, la NBA se adapta al empoderado baloncesto de hoy día para captar a las grandes promesas desinteresadas en la NCAA y les granjea en un equipo dedicado exclusivamente a su evolución, con compañeros veteranos y que se han ganado fama de mentores en su carrera, y un programa de desarrollo que les da una buena imagen personal con acciones para la comunidad.

Los Ignite, así, son un equipo con asterisco que, antes de ganar partidos, se concentra en moldear jugadores que salgan preparados a la NBA. Junto a Izan Almansa, este año jugarán allí otros diamantes como Ron Holland, London Johnson o Matas Buzelis.

En este tiempo, la competición se divide en tres fases: la Copa 'Showcase' (que es lo que actualmente se está jugando), en la que cada equipo juega 16 partidos, y una liga regular que comienza a finales de diciembre, y que se compone de otros 34 para un total de 50. Después, una semana de 'playoffs' a eliminatoria directa salvo la final, al mejor de tres partidos.

Un tiempo en el que, más que firmar estadísticas para el asombro, Izan Almansa deberá confirmar, mejorar y adquirir habilidades que entren en el perfil de jugador que la NBA actual demanda para jugadores interiores delgados que abren el campo en ataque y son sólidos en defensa, caso del murciano de 2,08 metros. Así, las previsiones que le colocan en primera ronda del próximo Draft subirán o bajarán, si bien prácticamente todas le plantan entre los 20 primeros seleccionados.

Ignite y Almansa cuentan con margen de mejora. De momento, han perdido sus tres partidos, el último por 59 puntos de diferencia, y Almansa está en 6,3 puntos y 5,7 rebotes de media por partido, siendo sus porcentajes de tiro lo más urgente s de resolver: por el momento, unos pobres 36,8% en tiros de campo y 42,9% en tiros libres.