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Perla Fuertes y Lola Arcas suben al tablao
'A compás' une a la pintora y a la escultora, ambas compañeras de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca y enamoradas del arte jondo, en una reivindicación de los sentimientos más puros del cante y del baile
La mirada flamenca de una escultora, Lola Arcas (Lorca, 1962) , y de una pintora, Perla Fuertes, alhameña, coinciden estos días –hasta el 12 de enero de 2025– en uno de los museos más sorprendentes de la Región de Murcia, el Museo Arqueológico de Los Baños de Alhama de Murcia.
La exposición 'A compás' reúne obras de estas dos creadoras y compañeras de la Real Academia de Bellas Artes Santa María de la Arrixaca de Murcia. A dicha institución recientemente se incorporaron la propia Perla Fuertes y el historiador, crítico, músico y cantaor Julián Pérez Páez, quien argumenta en el catálogo de esta muestra que «más allá de las cuestiones regionalistas, nacionalistas e identitarias o de su patrimonialización, el flamenco como fenómeno artístico ha mostrado su vitalidad evolucionando y transformándose más allá de los ideales éticos o raciales, los preceptos inmovilistas de la pureza o las condiciones del mercado».
En 'A compás', Lola Arcas presenta, según Germán Ramallo Asensio, «a mujeres jóvenes y mayores, sabias de la vida y del arte de expresar todos los sentires de su alma por medio del cante y del baile. Mujeres que hacen fiesta sin público y por ella alcanzan la catarsis de sus dramas, llenan sus vacíos y carencias, y entran en un mundo de sueños y esperanza». Ahí tenemos, desde 'La Perrata', 'La Diva II' y 'La Encarna' –inspirada en la cantaora unionense Encarnación Fernández, única mujer ganadora en dos ocasiones de la Lámpara Minera del Cante de las Minas–, obras en barro realizadas este mismo 2024, a los bronces de 'La Brava', 'La Caderona, 'La Jaleos', 'La Tarara'' o 'La Poderosa', todas de 2011, o 'Palmera', de 1995, o las cabezas de resina de poliester de 1995 de cantaoras y cantaores. Dice Martín Páez, director de la Real Academia de Bellas Artes de la Arrixaca, que las bailaoras de Arcas cuentan con la gracia de sus espontáneos movimientos, en otras escenas palmean sentadas o se preparan para el baile remangándose. Son todas ellas, «estrellas del tablao que la escultura, enamorada del flamenco, nos las ofrece aquí en una obra sentida, expresiva, llena de autenticidad».
El ejercicio creativo, en el que Lola Arcas demuestra «su magisterio en el modelado» de las figuras, está lejos de la reproducción del natural, ya que, según Páez, Lola Arcas va hacia lo esencial con un «neonaturalismo» marcado «por un expresionismo con formas de hoy y acentos de una tradición bien entendida».
La grandeza del flamenco
En estos óleos sobre tabla y sobre lienzo que vemos en Los Baños de Alhama, nos reencontramos, según el también académico Pedro Manzano, «con la grandeza del flamenco, de lo jondo», ese que, insiste, pellizca los adentros. En la obra de Fuertes, observa el comisario de exposiciones y diseñador gráfico, hay que entregarse por completo al juego para disfrutar de «sugerentes asociaciones». «Perla fuerza sutilmente la composición del cuadro, la escenográfica puesta en escena en la que representa a los personajes –la mayoría bailaoras– y convierte su presencia y actitudes en un vehículo a través del que hacernos llegar sensaciones, ideas y, sobre todo, sentimientos». Delante de fondos poco texturizados en tonos neutros (gris, azulados, dorados, amarillos, anaranjados...) se desenvuelven estas artistas, muestran sobriedad, «la magia del arte culto», bailan por alegrías o por otros palos flamencos, susurran, se hacen confidencias en los descansos, se contonean a derecha e izquierda, y se sienten vigiladas por la matriarca que tiene en la mirada el conocimiento de sus ancestros.
«Mujeres que alcanzan la catarsis de sus dramas, llenan sus vacíos y carencias, y entran en un mundo de sueños», indica Germán Ramallo
Perla Fuertes, que estudió danza y piano antes de lanzarse de lleno a la pintura, ilustró en 2024 el cartel del Festival de Flamenco 'Ciudad del Sol' de Lorca y en 2023 el de la Cumbre Flamenca de Murcia, a las órdenes de Antonio Parra. En 2021 exhibió en el Palacio Guevara de Lorca las primeras obras de una serie flamenca que quién sabe si en el futuro incluirá al bailaor Pablo Egea en acción.
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