Plácido Domingo en Sevilla. EFE

Olés para Plácido Domingo en Sevilla

ÓPERA ·

Esta noche gloriosa solo faltó sacarlo a hombros por la Puerta del Príncipe de la Real Maestranza

JOAQUÍN GÓMEZ GÓMEZ

Sábado, 24 de septiembre 2022, 02:07

El gran maestro Plácido Domingo ha emergido en Sevilla brindándonos un concierto lírico lleno de fuerza, mucho garbo y tronío belmontista, culminando una faena histórica ... en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. Consiguió que todo el público asistente, unas cuatro mil personas, gritaran al unisono ««OLÉ», rompiendo la magia del clásico silencio de la noche, en el mítico coso hispalense.

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Tras el desajuste de Verona, muy difundido por los medios de comunicación, teníamos gran interés por conocer de primera mano 'in vivo', cómo se encontraba realmente el eximio divo artista Plácido Domingo. Nada mejor que asistir al concierto final del festival titulado 'Noches en la Real Maestranza de Sevilla'. En el concierto, Plácido estuvo acompañado por la Orquesta Sinfónica de Sevilla bajo la primorosa dirección del maestro Pedro Halffter y la colaboración especial de la soprano lírico-dramática María José Siri y del tenor lírico Jorge de León.

Tras un brillante preludio de la Carmen de Bizet, Plácido salió a escena, con muchas ganas de cantar, seguridad plena, entrega total, notándose que estaba muy contento de estar en Sevilla. El público en pie y ovacionándole, diciendo «bravo maestro», «eres el más grande». Para evitar emocionarse, indicó al maestro Halffter iniciar los compases de la famosa romanza de barítono de Andrea Chénier, 'Nemico della patria', cantada de forma modélica y sin esfuerzo de ningún tipo. Dijimos que estamos en un momento de gracia y especial inspiración. Después Plácido cantó de forma magistral, con fuerza y gallardía, el muy difícil dúo de barítono y tenor, 'Invano Alvaro', del 4º acto de la 'Forza del destino' de Verdi. Jorge de León, después, cantó como pudo, la célebre aria 'La vita è inferno all'infelice', ya que no era su tesitura y la voz se quedaba un poco engolada. María José Siri interpretó la famosa aria 'Pace Pace', del 4º acto, de forma ejemplar, con un 'messa di voce' inicial perfecto y unos agudos redondos y brillantes. Después con Plácido, cantaron un soberbio dúo de soprano y barítono de 'Il trovatore', finalizando la primera parte.

La segunda comenzó de forma majestuosa, gracias a la muy brillante ejecución de la Sinfónica de Sevilla del Intermedio de 'Las bodas de Luis Alonso', dirigida de forma suntuosa y con suprema inspiración por Pedro Halffter. Plácido tomo posesión del albero y dijo: «Aquí estoy yo». Nos embelesó con su portentosa interpretación de la romanza de barítono de Luisa Fernanda. Era el Vidal auténtico, yo me sentí como si estuviera cantándola por lo bajini, casi lloraba de emoción.

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Mas tarde, en tesitura de barítono, nos sorprendió con su brillo tenoril en la romanza 'No puede ser' de 'La tabernera del puerto' de Sorazábal y para finalizar y elevarnos a la gloria, cantó la canción dedicada a Julio Romero de Torres, titulada 'La morena de la copla'. Cuando, en su desarrollo, decía «morena», de forma muy suave a media voz y dejando caer la vocal final (smortzatore), nuestros corazones palpitaban de emoción.

Canción de Agustín Lara

El público estaba tan entusiasmado, que comenzó las palmas por sevillanas y entonces, nos conquistó con una canción no conocida de Agustín Lara, 'Clavel sevillano', cerrando la mágica noche con una interpretación de 'Granada', llena de pasión, que solo Domingo puede realizar.

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Queridos amigos, Plácido Domingo es el máximo artista universal, es todo un genio y como genio, alguna vez puede equivocarse, interpretando de una forma distinta a lo esperado y deseado. En esta noche gloriosa, solo faltó sacarlo a hombros por la Puerta del Príncipe.

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