Lordi: «Comprar un juguete nuevo me da la misma puta alegría que cuando era niño»
La banda finlandesa de monstruos enmascarados que ganó Eurovisión con el himno 'Hard Rock Hallelujah' actuará en la sala Mamba de Murcia el próximo 9 de octubre
En nuestra cabeza parece que sucedió hace cinco o seis años, pero la próxima primavera se cumplirán dos décadas de la impactante victoria de Lordi en Eurovisión. ¿Cómo olvidarse de aquello? Cuando parecía que en el festival solo había cabida para voces angelicales en cuerpos de supermodelos, cinco 'frikis' embutidos en trajes de monstruos de película de terror de bajo presupuesto dejaron boquiabierto al mundo a base de guitarrazos, voces roncas, pirotecnia y, sobre todo, una gozosa exaltación de lo grotesco y la diversión de un tren de la bruja musical.
Lo más meritorio de Lordi no es que el público se siga acordando de su actuación después de veinte años, sino haber logrado mantener una trayectoria sólida y exitosa desde entonces. Mientras no pocos ganadores de Eurovisión se quedan en estrellas fugaces que pasan de largo por la industria musical, el quinteto finlandés sigue embarcándose en largas giras internacionales y sacando discos con una regularidad envidiable. Tras lanzar al mercado su decimonoveno trabajo, que se dice pronto, los artífices del inolvidable 'Hard Rock Hallelujah' visitarán la sala Mamba de Murcia el próximo jueves 9 de octubre para ofrecer un concierto que tendrá mucho de fiesta de Halloween anticipada.
Antes de la cita, LA VERDAD pudo charlar con Mr. Lordi, líder de la formación. Todo un hombre del Renacimiento que no solo canta y compone, también diseña y fabrica la escenografía de sus conciertos y los aparatosos trajes de los cinco integrantes de la banda -que cambian en cada gira-, además de dibujar todas las portadas de sus discos. Dado que su aspecto debajo de la máscara es uno de los secretos mejor guardados de Finlandia y no era plan de obligarlo a someterse a las más de dos horas que tarda en calzarse la piel de su 'alter ego' escénico, la entrevista se realizó de forma telefónica.
-Hace dos años tuvieron la oportunidad de compartir escenario con KISS, la principal influencia de Lordi, en el festival Rock Imperium de Cartagena, ¿qué recuerdos tiene de ese día?
-¡El jodido calor! Creo que ese día fue el más caluroso de ese verano para nosotros. Probablemente incluso el más cálido en muchos años. ¡Fue una locura! El sol nos estallaba en la cara, creo que a más de 40 grados. Ese es el principal recuerdo que tengo. Y ver de nuevo a los chicos de KISS detrás del escenario estuvo muy bien, eso sí.
-¿No siente la tentación de crear una versión más ligera de los trajes para los meses de verano? Tobias Forge, de Ghost, ha sustituido su máscara completa por un antifaz...
-Sí, claro, podría verme tentado, pero eso no sería Lordi. Es como si le preguntas a Santa Claus si no iría más cómodo sin su traje. Probablemente sí, pero no molaría tanto.
-En esta ocasión presentarán en Murcia 'Limited Deadition', un nuevo disco que me ha parecido muy divertido, con bastante humor, estribillos pegadizos y unos teclados con aires ochenteros, ¿le apetecía resaltar el lado más positivo de Lordi?
-Es cierto que en el pasado hicimos algunos discos más metaleros, en cuanto a arreglos y melodías, pero creo que la música debe brindar siempre algo positivo, debe ser divertida. No necesariamente graciosa, pero sí entretenida. Para mí la música es entretenimiento. No importa qué estilo o género estés tocando, deberías pasarlo bien. Pero claro, eso depende de cada persona. Creo que nuestra música es como las películas de terror: son divertidas, pero alguna gente no lo pasa tan bien con ellas.
-Varias canciones de 'Limited Deadition' son precisamente una celebración del amor que los fanáticos del cine de terror sienten por ese tipo de películas. En lugar de darles miedo les despiertan nostalgia y devoción.
-Sí, así es. Cuando yo era niño vi un montón de películas de terror que supuestamente no debería haber visto. A principios de los 80 todavía me quedaban bastantes años para que la calificación por edades me permitiera ver 'El Resplandor', 'Pesadilla en Elm Street', 'El Exorcista', 'Halloween', 'Viernes 13' y todo eso, pero a mí me parecía bien. Siempre me ha fascinado todo ese mundo del terror y los monstruos, Drácula, Frankenstein, los zombies y todos los sospechosos habituales. Como decía antes, depende de la persona. Es como cuando vas a un parque de atracciones y sientes la necesidad de subirte a la montaña rusa. A algunos les da demasiado miedo pero tú necesitas esa inyección de adrenalina.
-Me siento identificado con eso. De niño mis padres no me dejaban ver películas de terror, así que tenía que programar el aparato de vídeo para grabarlas y verlas cuando no estuvieran en casa.
-Sí, sí, para mí fue un poco así. Y después podías intercambiarlas con otra gente. Yo tenía 'Halloween', otro tenía 'Street Trash', otro 'Hellraiser'... Y entonces nos las prestábamos y nos las copiábamos. Estoy muy contento de que mis padres, aunque eran muy religiosos, nunca creyeran que una película pudiera ser algo malo para mí, que me fuera a convertir en un asesino en serie, un satanista o algo así. Tenían una mentalidad inteligente. Creo que los padres deben conocer a sus hijos, saber cómo de sensibles son sus mentes, antes de decidir qué tipo de entretenimiento es bueno para ellos y cuál no. Lo estúpido es culpar al producto o al artista, como cuando en los años 80 se pusieron a escuchar discos al revés -para buscar mensajes ocultos- y a culpar a músicos como Ozzy Osbourne, Frank Zappa, Twisted Sister o Judas Priest de los suicidios juveniles. Eso es una locura. Es como si alguien se suicida tomando matarratas y se acusa de su muerte a los que fabricaron el veneno.
-¿Cuáles son sus películas favoritas?
-Tengo que decir que mi película favorita de todos los tiempos no es de terror, es 'E.T.'. Dentro de ese género, mis favoritas son las dos primeras 'Evil Dead', 'El Resplandor', 'Expediente Warren', la versión americana de 'The Ring'... No soy muy fan de los guiones de 'Pesadilla en Elm Street', pero el personaje de Freddy Krueger es genial. También 'La matanza de Texas'... Podría seguir y la lista no terminaría nunca. Anoche vi 'La casa de Jack', un jodido gran filme, y 'Longlegs' también me pareció estupenda.
-Otra temática recurrente del disco es el coleccionismo en la cultura pop. Ya en la propia portada se ve a dos niños jugando con una figura de acción de Mr. Lordi. ¿Se considera usted un coleccionista?
-Sí, lo soy. Soy un coleccionista sin remedio y más allá de toda ayuda posible. Admito que soy un materialista. Me encanta tener cosas a mi alrededor y acumular mierda. No soy como esa gente minimalista a la que le gusta tenerlo todo muy limpio y vacío, como si su casa fuera una clínica. ¡A mí me gustan las cosas! Me gustan los colores, el plástico… Soy coleccionista de muchas temáticas. Por ejemplo, artículos de KISS. Ya no salgo de caza tanto como antes, pero si me encuentro con algo de KISS que no tengo lo compraré. También objetos de películas de terror, y de 'E.T.', 'Regreso al Futuro', 'Star Wars', 'Masters del Universo', 'Alien'… Colecciono casi cualquier cosa de la que sea fan. Comprar un juguete nuevo me da la misma puta alegría que cuando era niño. Lo curioso es que hoy en día todos esos productos coleccionables ya no los hacen para niños, sino para cincuentones como nosotros.
-Al igual que el sonido del nuevo disco me parece más ochentero, el diseño de los nuevos trajes también parece ir en la línea de esa época.
-No creo que sean más o menos ochenteros, simplemente son Lordi. El proceso de hacer los trajes es casi siempre igual. Es un proceso largo, se tarda meses en hacer los cinco, y hay que reinventar a los personajes una y otra vez. Tienen que ser renovados, pero al mismo tiempo tienen que resultar familiares para los fans y encajar visualmente con el tipo de disco que estamos haciendo. Es un paquete completo. En esta ocasión el diseño de mi personaje es un pequeño tributo o versión 2.0 del que llevaba en la época de 'The Arockalypse', cuando llevamos 'Hard Rock Hallelujah' a Eurovisión, porque el año que viene será el 20 aniversario. En cuanto a los demás, ahora hay componentes diferentes. Por ejemplo, nuestro guitarrista de entonces era Amen, que era una momia, y ahora tenemos a Kone, que es un cyborg o robot. Pero aunque los trajes no sean los mismos, quise volver a la dirección de hace 20 años, recuperando colores y cosas así.
-Lordi ha publicado 19 discos en apenas dos décadas, ¿cómo consigue ser tan prolífico?
-No lo sé, siempre he sido una persona muy productiva y creativa. Aunque me gusta decir que soy gordo y perezoso, en realidad estoy haciendo cosas todo el tiempo. No puedo quedarme por ahí tirado sin hacer nada. Si no estoy limpiando la casa estoy pintando, esculpiendo, haciendo música o lo que sea. Siempre he sido muy productivo y encuentro rarísimo cuando algún colega músico, sea del género que sea, me dice que lleva tres años trabajando en una canción. Realmente no lo entiendo. Creo que Lordi podría hacer fácilmente dos discos al año y aún así nos sobrarían algunas canciones.
-Durante la pandemia llevó esa creatividad al extremo con 'Lordiversity', una caja compuesta por siete discos basados en siete estilos diferentes de rock.
-La música es como cocinar, cuanto más practicas mejor te sale la comida. Mi plan original era grabar diez discos, pero la discográfica lo recortó a siete. La pandemia fue la mejor época para mí a nivel profesional. Tuve mucho tiempo para desarrollar mi creatividad y eso fue increíble. La cosa con ese proyecto es que nos abrió caminos. Después de 'Lordiversity' ya nadie se sorprenderá si hacemos una canción de música disco o de algún género que no sea directamente hard rock o heavy metal. Ese fue uno de los objetivos principales, quería hacer diferentes estilos de música y demostrar que no somos solo una banda de heavy metal, podemos hacer otras cosas.
-Fue una idea muy loca, pero creo que funcionó muy bien. A pesar de la diversidad de géneros, todos los discos suenan a Lordi.
-¿Sabe por qué suenan a Lordi? Porque soy yo el que canta. La voz principal es lo que define a una banda. Eso es una bendición pero también una maldición porque entonces cada vez que abro la boca todo lo que sale se convierte en Lordi inmediatamente. Pero si uno escucha la música de esas canciones, antes de que suene mi voz, podrían ser cualquier cosa. Eso es bonito.
-Lordi le debe mucho a 'Hard Rock Hallelujah' y su presencia en el repertorio es obligada. ¿Y eso, es una bendición o una maldición?
-Hubo un momento en que fue un poco una maldición. No hay nada malo en Eurovisión, lo que recibimos del festival fue 110% positivo, el problema es que algunas personas, principalmente de nuestro propio género, no lo aceptaron. El mundo del metal es muy ortodoxo y conservador. La reacción de alguna gente fue sorprendente y dolorosa durante algunos años, además de injusta. Nosotros fuimos a Eurovisión e hicimos nuestra cosa. No cambiamos nada. Tocamos nuestra propia canción, que no fue escrita para el festival, e hicimos nuestro espectáculo. Simplemente nos invitaron a participar, fuimos y ganamos. Eso fue demasiado para algunos metaleros, a pesar de que son nuestra propia familia y de donde venimos. Después de 20 años esas voces ya no nos afectan. El tiempo no necesariamente te da respeto o credibilidad, pero sí aceptación.
-Quizá el problema es que fueron pioneros. Hasta ese momento no se había visto una actuación como la suya en Eurovisión. En los últimos años han pasado por el festival otras bandas de la escena, como Lord of the Lost o Voyager, y no creo que nadie se haya rasgado las vestiduras.
-Sí, después ha habido un montón de artistas, como Bambie Thug, de Irlanda, o ese grupo de metal industrial de Islandia -se refiere a Hatari, que participó en 2019-, que no han recibido las mismas críticas que tuvimos nosotros. Fuimos pioneros, efectivamente, y ahora que lo hemos dejado atrás es genial. Me siento feliz de que otras bandas de rock o metal puedan ir a participar a Eurovisión sin que les tiren mierda.
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