Rosa Hervás: «Los museos tienen que salir a la calle a por gente»
La directora del máster universitario de la UMU y miembro del ICOM reivindica la figura del educador y el papel de estos espacios culturales como agentes de cambio social
El abuelo de Rosa Hervás (Murcia, 1955) era el sastre de pintores y escultores de una Murcia que queda ya muy lejana en el tiempo. « ... Estaba en el Círculo de Bellas Artes y se relacionaba con Flores, con Joaquín, con Planes... por eso en la casa siempre había cosas artísticas y mucho gusto por el arte. A cambio de trajes ellos les pagaban en cuadros o en esculturas, y mi padre los vestía». Una de las primeras boutiques de caballero de Murcia sería Hervás, en una esquina de la plaza de Belluga de Murcia. En ese ambiente artístico creció Rosa Hervás, que estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Murcia y trabajó mucho tiempo como profesora. «Siendo yo maestra en La Asomada, en Cartagena, mientras se excavaba el Teatro Romano, hicimos una investigación con mis alumnos sobre los museos y en colaboración con el arqueólogo del Museo Municipal de Cartagena. Fue el primer proyecto que me subvencionó la Agencia Española de Investigación, y a partir de ahí todo fue sin parar. Los proyectos me llevaron a la tesis, la tesis a una plaza [de profesor asociado], y en la segunda habilitación nacional entré en la universidad, y he dado muchos años clase en Pedagogía y Magisterio. Gracias a un proyecto de 180.000 euros de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo-Ministerio de Asuntos Exteriores, para trabajar con el Museo Arqueológico de la ciudad de Córdoba (Argentina), diseñamos en 2009 el máster 'online' de la UMU de 'Educación y museos: patrimonio, identidad y mediación cultural', que recibe 300 solicitudes de preinscripción cada año y tenemos 50 alumnos por año».
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La murciana Rosa Hervás es hoy una de las voces más carismáticas en esta ciencia que trata de los museos, su historia, su influjo en la sociedad, las técnicas de conservación y catalogación. Desde enero de 2020 es miembro del Comité de Educación y Acción Cultural (CECA) del Consejo Internacional de Museos (ICOM), creado en 1946 y con sede central en París. Fue en una asamblea celebrada en Kioto (Japón), donde conoció a la que iba a ser presidenta de ICOM España, quien le propuso entrar en el Comité Español de Educación y Acción Cultural. «Esto ha sido», explica a LA VERDAD, «una sinergia increíblemente productiva porque en España se estaban haciendo muchas cosas sobre educación patrimonial, pero no se visibilizaban fuera, apenas se encontraba a gente de España en las conferencias internacionales». Hervás ofreció a Ana Moreno Rebordinos, coordinadora general de Educación del Museo del Prado y corresponsal ICOM-CECA España, trabajar en un proyecto conjunto con la Universidad de Murcia y el resultado es el primer encuentro ICOM-CECA 'El futuro de los museos. Recuperar y reimaginar tejiendo redes / IV Seminario Internacional Educación y Museos', que se celebra en el Museo del Prado los días 17 y 18 de mayo –inscripciones gratuitas hasta el viernes en el formulario del Prado o en el formulario de la Universidad de Murcia– coincidiendo con el Día Internacional de los Museos 2021. En estas jornadas intervendrán responsables de museos de España, Portugal y distintos países de América. «Queremos empezar a establecer redes como sería deseable, y tiene que servir para que nos conozcamos y formar grupos de interés especial para que durante todo el año investiguemos sobre temas determinados. Este año el lema es 'Recuperar y reimaginar el futuro de los museos' y hay que hacerlo colaborando. Ya están empezando a fraguarse las asociaciones profesionales de educadores de museos –en la Región se llama AMUREM–con la intención de luchar por este perfil profesional».
Las voces de las minorías
¿Qué papel deben cumplir los museos en la sociedad actual? Según Hervás, «los museos deberían ser un problema para las administraciones y deberían gritar como agentes de cambio social y de desarrollo, como son en América Latina, y en Europa no tanto». Esto supone, incide Hervás, «que ahí se tienen que escuchar las voces de las minorías, de quienes se sienten acuciados por problemas determinados, y en este momento en que la pandemia nos ha roto los esquemas serán los pequeños museos, los del territorio, los que tengan que luchar por atraerse al público nuevamente». Una de las cuestiones que afectan a ese papel es la precariedad laboral de las plantillas, que en muchas cosas no tienen continuidad. «Hay que creer en que los museos sirven para algo y una realidad es que los museos antes de la pandemia estaban vacíos, y era una pena entrar en algunos de ellos. Los colegios, público cautivo, tardarán en volver... En los centros culturales tenemos a un público distinto, pero muy rico, yo sigo empeñada en vincularlos a los museos, cambiaría mucho la cosa», opina Hervás.
«Los museos no tienen mas remedio», entiende la directora del máster de la UMU, «que salir a la calle a buscar al público. Tienen que creerse muy bien cuál es la misión del museo y salir a contarla. Tendrán que ir a las escuelas, y no queda otra más que reivindicar institucionalmente que los museos están ahí, y que no son solo lugares donde entra alguien a ver cuatro cosas. Los museos tienen que contar historias que reivindiquen los problemas de un lugar. Las pinturas pueden estar muy bien organizadas cronológicamente y por temáticas, pero eso solo no lanza un museo. Cuando sales de una exposición tienes que salir sabiendo qué ha querido decirnos el curador, y qué subyace detrás de todo lo visto. Y para ello la figura del educador es fundamental, porque el mensaje tiene que ser significativo para la población en que está».
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Ganas y cualificación son imprescindibles para crear redes locales; también que haya unidad y que alguien tire del carro, «y ese alguien debe ser institucional, apoyado por quienes ellos quieran, pero nadie puede suplir la voz de los educadores, y estos se tienen que sentir respaldados por la administración». La provisionalidad profesional tiene mucho que ver en ello. ¿Qué aporta la Noche y el Día de los Museos? Para Hervás no mucho: «Después de ese día, ¿dónde está la gente? Los artistas y tanta gente emergente seguirán ahí, en la oscuridad, con poca plataforma y poco respaldo. Desgraciadamente, muchos artistas se tienen que ir fuera».
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