«Murcia ha olvidado a autoras que merecen reconocimiento»

Son las líneas que abren la obra 'Ramilletes de mis mal trazados versos', publicada en 1903, y recopilatoria de la poesía juvenil y adulta de la citada autora, una mujer consciente de las «cortapisas de su condición femenina», refiere la investigadora murciana Ana Cárceles, que «tal vez no pretendió originalidad pero fue capaz de lograr la expresión de su espíritu sensible y la comunicación con los lectores de su tiempo».

Cárceles (Murcia, 1955) es la autora de la introducción que acompaña la publicación 'Tres poetas murcianas', editada en formato digital por la Biblioteca Regional de Murcia (BRMU) con el fin de rescatar la figura y obra de, en su día, destacadas escritoras que hoy están olvidadas. Villalta es una de ellas, como también lo son Eladia Bautista (Morella, 1843-Mula, 1907) y Purificación Pérez (Murcia, 1850-Sevilla, 1873), las tres mujeres a las que la BRMU dedica su edición digital, publicada el pasado 18 de octubre como guiño a la conmemoración a nivel nacional del Día de las Escritoras. El libro –por ahora solo en formato virtual– es accesible desde la web de la BRMU (www.bibliotecaregional.carm.es), así como a través de los servicios de eBiblio y Biblioteca Digital del centro regional.

Su edición, cree Cárceles –también autora junto a Juan Barceló del libro 'Escritoras murcianas' que la Academia Alfonso X El Sabio publicó en 1986–, contribuye a recuperar el legado de mujeres «interesantísimas» que si bien tuvieron gran presencia en la prensa de la época, donde llegaron a dar salida a sus escritos, la falta de conmemoración de sus figuras o el olvido de sus trabajos, ha hecho que hayan pasado «a dormir el sueño de los justos».

«Murcia –apunta Cárceles en su introducción– ha dejado en el olvido con demasiada frecuencia a autoras que hubieran merecido gozar de reconocimiento entre los propios murcianos y también en el panorama de la literatura española». 'Tres poetas murcianas' trata de saldar esa deuda con estas tres mujeres, cuyas obras, apunta la experta, profesora jubilada en Lengua y Literatura, «figuran mayoritariamente dispersas en periódicos y revistas de difícil acceso», lo que ha complicado la labor de recopilación de sus escritos, una tarea que han desarrollado de forma coordinada tanto Cárceles como la BRMU.

La obra reproduce una selección de los poemas más significativos de cada una de las poetas, así como una breve reseña de sus vidas y creación literaria. En todas destaca, llama Cárceles la atención, «su vitalidad y la actualidad de sus textos», así como «una continua reivindicación por la necesidad de cultura para la mujer».

Villalta, Bautista y Pérez son tres ejemplos de mujeres, dice Cárceles, que tuvieron que luchar contra las convenciones de su tiempo para hacerse un hueco en un mundo mayoritariamente masculino. Y es por ello que en sus obras reclaman mayor atención para sus coetáneas: «Sienten la necesidad de cultura, de expresarse, de escribir; de ser reconocidas y respetadas, y lo expresan en poemas que, se puede decir, tienen un toque existencial». «Hay un poema de Eladia Bautista –pone como ejemplo Cárceles– que se llama 'Mujer ilustrada', y que, con ironía, desarrolla este tema. También tiene otro titulado 'Escribir por hacer algo', que se puede considerar prácticamente una sátira hacia aquellos que menosprecian a la mujer escritora simplemente por ser mujer». Pese a esto, Bautista «gozó de reconocimiento», así como de «la amistad de escritores destacados como Jara Carrillo o Martínez Tornel», señala Cárceles.

La actualidad de sus poemas hay que verla, precisa la investigadora, «con la mirada de su tiempo». Y en ese sentido sus obras también se preocupan, al margen de la reivindicación de la cultura para la mujer, de otros temas como «la muerte de familiares», «el desgarro de la vida que les ha tocado» o su papel de «madres y esposas».

«Por el desierto que voy cruzando / ni el aire sopla ni el sol alumbra; y en las tinieblas y sin ambiente, / siento la asfixia, siento la angustia», escribe Bautista en '¡Sin mi hija!'; y en 'Al mar', vuelca la voz joven de Purificación Pérez, a quien la temprana muerte, con solo 23 años, impidió desarrollar una obra que ya había empezado a reconocerse, estas líneas: 'Escucha, mar, escucha mi ruego, mi lamento... / suspende de tus aguas el estridente son... / piadoso compadece mi pena, mi tormento, / y alivio da a mi alma, consuelo al corazón».

«Me gustaría que 'Tres poetas murcianas' llegara a los lectores más jóvenes. Creo que tenemos que hacer ese esfuerzo para que se conozcan las raíces de nuestra literatura desde un punto de vista lo más amplio posible. Esta no es una literatura que hable de lo local ni se ciña a cuestiones locales; es universal. Lo que ocurre es que muchos de nuestros escritores no se marcharon a otros núcleos donde era más fácil editar o asistir a tertulias». «Me gustaría que los lectores jóvenes pudieran encontrar los lazos con la tradición que los escritores actuales han encontrado en la reivindicación de la cultura y la exposición literaria de las emociones, del corazón, del alma; en este caso femenina», añade Cárceles.