El mundo finito de Manuel Moyano
El autor más versátil de la Región de Murcia presenta este jueves en La Montaña Mágica de Cartagena 'El mundo acabará en viernes', una trama entre la tragedia y la comedia con tintes apocalípticos
En la parte final de la pandemia, Manuel Moyano escribió la novela que este año 2025 está maravillando a muchos lectores: 'El mundo acabará en viernes' (Menoscuarto). Originariamente, el título era 'El mundo acabará en jueves', y, antes incluso de empezar a bosquejar la trama, tenía claro que quería enlazar el Apocalipsis y nuestra época. Al final, el único cambio en el título fue mover un día de la semana ese final de todo. Esa idea larvada, durante el confinamiento, encontró el caldo de cultivo adecuado para escribirla. «El ambiente era un poco apocalíptico», echa la vista atrás, «y también porque teníamos más tiempo». La obra tuvo unos «lectores cero», y luego la dejó dormir un año entero. «Cuando la retomé al año, me dije: 'Pues esto está bien', sinceramente lo pensé, y empecé a moverla para publicarla». Intentó borrar todo rastro de la pandemia, «pero seguramente sí que cogí ese ambiente, porque nunca nos hemos acercado tanto a un ambiente apocalíptico en los últimos tiempos: la sensación de que todo se acaba. ¡Imaginad si no hubieran encontrado ninguna vacuna!».
'El mundo acabará en viernes' es una prueba más de la mente acogedora de Moyano, escritor de culto afincado en Molina de Segura desde hace varias décadas, y tocado por las emanaciones del meteorito condrítico que cayó sobre la Tierra en 1858 y que inspira a los autores pertenecientes a la 'Orden del Meteorito' que investigó Consuelo Mengual. Son un porrón, pero Moyano es el que más lejos ha llevado su literatura. Una mente acogedora de ideas, personajes, posibilidades, utopías... No ha sido nada intolerante con lo extraño. «Digamos que tengo una cierta visión de la humanidad, todos somos bastante parecidos: primates evolucionados con matices culturales que nos distinguen unos de otros. También hay chimpancés que hacen guerras...».
'El mundo acabará en viernes'
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Género. Novela.
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Editorial. Menoscuarto.
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Autor. Manuel Moyano.
Ni se sorprende de la noticia de estos días: «Los ancestros simios y los primeros humanos, como los neandertales, probablemente se besaban en los labios con sus amigos y parejas sexuales. El comportamiento podría remontarse a 21 millones de años».
En esta última novela, Moyano demuestra su facilidad para crear personajes inolvidables: el psiquiatra con ancestros vascos e ínfulas literarias John Ekaverya, que decide «hacerse cargo de un extraño paciente que ha aparecido caminando desnudo por carreteras de Idaho»; Myriam Shejav, encargada de atrezo para una productora audiovisual, «quien acoge en su casa de Tel Aviv a un apuesto joven sin hogar mientras se prepara para un evento televisivo que será retransmitido a escala mundial»; el paparazzo Mihir Boshu, «que se topa en las afueras de Londres con un caso extraordinario que podría reportarle sustanciosos beneficios»; Boris Woon, todopoderoso propietario del Grupo Babylon, dispuesto a enfrentarse a la gigantesca silueta de un ser «vermiforme y narcisista» que se recuesta sobre las nubes...
Moyano es una mente acogedora de ideas, personajes, posibilidades, utopías... y siempre ha tolerado lo extraño
«Estoy muy satisfecho de algunos personajes», reconoce Moyano, sobre todo de este trinomio entre Ernest Hemingway, John Ekaverya y Tom Spanbauer, «que es de lo mejor de la novela». A Moyano le parece un libro magnífico 'París era una fiesta', de Hemingway, «pero lo cierto es que su historia, el personaje del escritor, todavía me atrae más que su obra. Siempre me sorprendió su deseo de trascender y al tiempo ese descontrol con las sustancias, sobre todo con el alcohol. Esa desmesura y al tiempo la conciencia de la futilidad de todo». Dice que «todos, en el fondo, somos conscientes de esos desequilibrios».
Considera elemental que alguien que escribe tenga capacidad de observar la psicología de sus congéneres, «¡y de sus variados congéneres!», se corrige. Él siempre coge elementos de personas reales, aunque no sean del todo identificables. «Por ejemplo, en John Ekaverya vemos esa vanidad del escritor que se le acaba el tiempo y quiere conseguir el triunfo. No pienso en nadie concreto, y pienso en todos». Con esta novela entre la tragedia y la comedia, Moyano quería mostrar cómo las personas están sujetas a sus vicios, sus vanidades y sus aspiraciones, a pesar de ver que el camino está a punto de acabarse.
Dar un paso atrás a veces es muy saludable, o hacia adelante. «Todo es muy relativo», admite.
Moyano sigue descubriendo a sus lectores en sus redes sociales muchos escenarios naturales totalmente desconocidos para muchos. Busca, sobre todo, arcos formados naturalmente en las montañas. «A mí las formaciones rocosas singulares me atraen, y esto de los arcos es algo que me fascina. Hay decenas de arcos de roca por la Región de Murcia, y me gusta ir al monte, como el otro día que hice una buena caminata hasta el arco llamado Los Ojos del Dragón, en el parque de Sierra Espuña. Creo que se han pasado un poco con el nombre». Siempre le impresionó la contemplación de lugares despoblados, donde el paisaje domina sobre el hombre. «Eso es algo que deslumbra a mucha gente». En muchas de esas travesías encuentra la tranquilidad y las condiciones propicias para pensar también en cómo resolver los nudos literarios en las tramas que crea.
La Biblia y Dios
En 'El mundo acabará en viernes', Moyano toma el Apocalipsis que describe la Biblia. En la propia novela puede parecer incluso que habla Dios. «Yo me imagino que fuera real el fin del mundo este viernes. Una chica en la novela se emborracha, pero yo bebería de forma moderada para no llegar a ese día con una resaca del carajo. Quizás una cogorza del demonio reduciría un poco la sensación de tragedia», bromea.
El escritor nacido en Córdoba y considerado el narrador más versátil de la Región de Murcia, con novelas icónicas como 'El imperio de Yegorov' o crónicas de viajes modélicas como 'La frontera interior', tiene cuerda para rato. Este jueves, en Cartagena, en la librería La Montaña Mágica, con Diego Sánchez Aguilar, presenta a las 19:30 horas su último «esperpento» literario.
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