«El libro da respuesta a quiénes somos»

Sostiene Juan Luis Arsuaga (Madrid, 1954) que 'La vida contada por un sapiens a un neandertal' (Alfaguara), el libro que esta noche –21.00 horas– les llevará, a él y a Juan José Millás (Valencia, 1946), al ciclo 'Mares de papel', en el Mirador de Bahía de Puerto de Mazarrón, «es un viaje al corazón del ser humano». Un viaje que ambos, paleoantropólogo y escritor, emprendieron hace meses con el propósito de crear, dice Arsuaga, «un producto diferente», y la idea de «romper –añade Millás– esa frontera tan sólida que la enseñanza convencional ha puesto entre la Prehistoria y la Historia». Dos periodos que, lejos de estar separados, mantienen un vínculo de continuidad.

Se dio cuenta de ello Millás durante una visita al yacimiento de Atapuerca, en Burgos: «En la escuela estudiamos que entre la Prehistoria y la Historia hay una especie de muro, y que la primera es interesante únicamente para los estudiosos. Sin embargo, entre aquellos seres prehistóricos yo vi que había una comunión increíble, y una comunicación absoluta», trae Millás a la memoria de su visita a quienes, dice, «son nuestros abuelos».

Aquella revelación le acercó a Arsuaga, director científico desde 2013 del Museo de la Evolución Humana de Burgos, quien en 'La vida contada por un sapiens a un neandertal' ejerce de profesor, mientras Millás adopta el papel de pupilo, un pupilo, define el escritor autor de títulos como 'Papel mojado', 'El desorden de tu nombre' y 'Lo que sé de los hombrecillos', «raro y muy protestón» que acompaña a su tutor por escenarios tan dispares como el Valle del Silencio, en el Bierzo, el Valle de los Neandertales, «un paraíso terrenal de una belleza atroz», describe Millás, en Madrid; la cueva de la Covaciella, en Asturias, o un sex shop.

En Puerto de Mazarrón charlarán acerca de esta aventura por la Historia y las letras acompañados por la periodista y coordinadora del ciclo literario Lola Gracia. Pondrán fin a la edición 2021 de 'Mares de papel', y lo harán con un encuentro titulado 'Volver al origen', cuyo aforo está completo, pero que se podrá seguir en 'streaming' desde el canal en YouTube del ciclo.

«Suelo decir que Millás es muy de letras y yo muy de ciencias y que nos ha salido un producto que no existía», afirma Arsuaga en referencia a este libro, escrito a modo de diálogo y cargado de paradojas e ironía. «El humor no era un objetivo buscado, es un resultado colateral de la forma que tengo de acercarme a la realidad», explica Millás sobre el tono que caracteriza a este texto, con el que sí ha pretendido contar ese vínculo que descubrió entre el ser humano actual y quienes le precedieron. «Imaginé cómo en un instante, que en realidad fue un proceso, caíamos en la autoconciencia. Nos convertíamos en la única especie animal que adquiría conocimiento simbólico. De pronto, se moría el abuelo y, en lugar de comérselo, lo enterraba y le ponía una piedra encima. Esa frontera que va de lo puramente mecánico a ser conscientes de nuestro cuerpo y nuestra mente me interesó muchísimo». De niño, sigue narrando Millás, «me extrañaba todo, desde las palabras al propio lenguaje, y creo que soy escritor precisamente por eso. Toda esa extrañeza que había sentido entonces la vi reflejada, de repente, en todos esos seres que vivieron hace miles de años».

«El libro –apunta Arsuaga– habla de la naturaleza humana y da respuesta a preguntas como quiénes o qué somos». La pretensión es que cada persona «pueda conocerse mejor a sí misma», y con ese objetivo el texto a cuatro manos de Arsuaga y Millás recorre diversas facetas del ser humano. La más relevante para el paleoantropólogo, autor de otros títulos como 'Vida, la gran historia', 'El enigma de la esfinge' y 'El collar del neandertal', es que «tenemos dos almas: una que es racional, analítica y lógica, y otra que es irracional, mágica y soñadora». «Y la convivencia de estas dos almas –afirma convencido– produce situaciones muy curiosas».

Con 'La vida contada por un sapiens a un neandertal' Arsuaga y Millás invitan al lector a asomarse a los orígenes del ser humano y a entender la realidad que nos rodea. Para Arsuaga, la vida es «aprender», adquirir conocimiento de una forma continuada; para Millás, el sentido de la vida es «aquel que le demos nosotros». «Fue Nietzsche quien dijo que Dios había muerto, y más tarde alguien añadió que si Dios había muerto, todo estaba permitido», hace referencia Millás a la frase que Dostoyevski incluye en su obra 'Los hermanos Karamazov', para citar después a «Jean Paul-Sastre, quien afirmó lo contrario: 'Si no hay Dios, los únicos responsables somos nosotros'. Y yo procuro mantenerme ocupado», dice el escritor sobre cómo entiende y encara él la vida, a la que, después de la aventura que protagoniza con Arsuaga, se asoma de forma totalmente distinta: «Relativizas mucho más, y sientes más piedad por el ser humano. Te haces más sensible y tolerante frente a sus debilidades».

En este repaso por la Historia del ser humano, el viaje no es solo temporal. Las emociones también emprenden el trayecto; están presentes en cada uno de los escenarios en los que Arsuaga y Millás sitúan al lector. El recorrido es, por tanto, «un viaje hacia el interior de mí mismo y hacia el interior de nosotros dos», entiende el escritor el trabajo compartido con Arsuaga, con quien, dice, «he pasado muchas horas». «A medida que avanza el libro, van cobrando importancia las relaciones entre ambos, y eso me ha interesado mucho».

En 'Mares de papel' espera el autor asistir a «un encuentro agradable en el que consigamos comunicar lo que nos ha ocurrido, y que el público asistente también nos enseñe algo y, en alguna medida, nos cambie. Estos encuentros son interesantes cuando te cambian».

'La vida contada por un sapiens a un neandertal' no trata, explica Arsuaga, «de enseñar ciencia o humanidades, sino de entablar un lenguaje común, una forma de comunicación». «En Puerto de Mazarrón, hablaremos del libro y de muchas de las facetas del ser humano que se recogen en él y, por tanto, hablaremos de cualquier cosa», anticipa.

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