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Retrato de Miguel Espinosa (Caravaca, 1926-Murcia, 1982) realizado por Ángel Fernández Saura. Mercedes Rodríguez, mujer sumamente culta, estudió Químicas en Murcia y fue profesora.

Miguel Espinosa: Un amor para ser cantado

La editorial El Eremita publica la edición crítica de 'Cartas a Mercedes' con material inédito

Jueves, 8 de diciembre 2022, 02:00

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Los dos hijos de Miguel Espinosa, Juan y Maravillas, fruto de su matrimonio con Teresa Artero Aréu, llevan varias décadas alentando la publicación de las obras de uno de los novelistas murcianos más estudiados en el mundo académico. Ambos reciben una herencia con doble filo: un ingente archivo personal con material inédito, del que un peso importante es la correspondencia de Espinosa al amor de su vida, que no fue la madre de sus hijos, sino otra mujer: Mercedes Rodríguez. Un legado que poco a poco va llegando al gran público, y «en lenguaje digital», a través de la página web del escritor, https://www.miguelespinosagirones.es.

Una fuente generosa que es contento para investigadores y cualquier tipo de lectores, gracias a la labor titánica de la gran especialista en su obra y su trayectoria, la profesora del IES Ingeniero de la Cierva de Murcia María del Carmen Carrión, coordinadora de la web del escritor y responsable de la editorial digital El Eremita (https://editorialeleremita.com), que publica gratuitamente y en abierto la obra de Espinosa. A 'Reflexiones sobre Norteamérica', 'Asklepios', 'Tríbada', 'La fea burguesía' y 'Escuela de mandarines' recientemente se ha añadido la versión definitiva, revisada por Juan Espinosa, de 'Cartas a Mercedes', con la novedad de que se ofrecen cartas hasta ahora inéditas de Mercedes a Miguel.

'Tríbada' fue la última obra que Espinosa dio a imprenta, pero no vio ni siquiera la edición de las dos unidas ('La tríbada falsaria' y 'La tríbada confusa'). El caravaqueño muere en 1982 a los 56 años; su padre murió a los 55. Ambos de un infarto. «A través de las cartas –explica Carrión– vas viendo cómo se gestan todas y cada una de las obras, los textos inéditos que quedan y lo que está publicado. Miguel Espinosa vivía de una forma tan intensa que no le dio tiempo a publicarlo todo, porque también vivía de forma muy intensa. Lo que más me sobrecoge es conocer todas las veces que él quiso editar y cómo se le cerraban las puertas porque no era una persona conocida». Es más, de Madrid vuelve a Murcia «totalmente desilusionado», anota Carrión, «por cómo funcionaba el mundo de la cultura». ¿Han cambiado las cosas? «Claro, estábamos hablando de los años 60, en los que él ya tenía cincuenta y pico años, y entonces o participabas de los círculos culturales del movimiento, de la Falange en este caso, o no tenías nada que hacer. Y él prefirió mantenerse al margen».

Poema de amor de Miguel Espinosa dirigido a Mercedes en una carta fechada en septiembre del 69.
Imagen - Poema de amor de Miguel Espinosa dirigido a Mercedes en una carta fechada en septiembre del 69.

Espinosa no era tan conocido entonces, ni era del régimen franquista. Era, además, de provincias, y sus novelas no eran de un rato. «Era mucho más», remarca con ojos chispeantes la profesora Carrión. «Tocó muchas puertas y se llevó muchas decepciones. Y algo que no podemos olvidar es que tuvo que sacar adelante dos familias: la de su madre y sus hermanas, y la de su mujer y sus dos hijos, y tuvo épocas de grandes dificultades. Tenía necesidad de sobrevivir».

Juan Espinosa y María del Carmen Carrión ofrecen claves nuevas gracias a la interrelación de textos y anotaciones, que permiten ver una total coherencia entre su vida y su obra

El genio de la palabra de Espinosa está perfectamente reflejado en su correspondencia, sometido a las circunstancias de cada uno de sus momentos vitales. Con 17 años tiene que hacerse cargo de los negocios familiares, «de ahí que cuando uno ve el cuadro de Pedro Pinto [que ilustra la portada de 'Cartas a Mercedes' de El Eremita, en un gesto pensativo, junto a una Athenea de José María Párraga], hay un Miguel encadenado. Porque siente que hay una vocación, que lo que desea es escribir, que lo que le llama es la palabra, pero algo va a tener que resentirse por la muerte repentina de su padre».

Mercedes le ayudará a tocar muchas puertas, porque en Madrid no tenía ya posibilidades. Por eso decide seguir viviendo en Murcia. «Mercedes y Miguel estaban destinados el uno para el otro», cree Carrión. «He ido a los orígenes de ella. Al Valle de Tabladillo (Segovia), he visto los lugares que describe Espinosa en sus cartas... Ya en los últimos años de vida de Miguel el matrimonio se separa, pero ellos seguirán juntos en la misma casa, porque Teresa no quería que pasara ninguna necesidad, ni verlo en ningún lugar extraño. Los hijos aprendieron a aceptar a Mercedes como figura literaria y no literaria, porque era la vida lo que se imponía. El amor a su padre, porque Miguel Espinosa es un gran padre, pesó más que otras cosas».

Es más, Carrión destaca de Juan Espinosa su natural talento para la escritura, del que ya dejó constancia en 'Miguel Espinosa', obra de libre descarga en la web de El Eremita. «Juan ha renunciado a tener una voz propia para dar voz a su padre», aprecia Carrión. «Por eso para mí es un privilegio trabajar con Juan en las anotaciones de 'Cartas a Mercedes' porque estás viendo a un gran escritor que ha decidido quedarse dos o tres pasos atrás a favor de su padre».

Carta de Mercedes a Miguel en septiembre del 73, en la que queda patente su don para la palabra.

Mercedes Rodríguez es la figura de carne y hueso más importante para Miguel Espinosa, es quien, según Carrión, vertebra toda la vida y la obra de Espinosa. «La vertebra por completo, está siempre presente. Y es verdad que hay un alejamiento, porque ella esperó a Miguel muchos años, pero hubo un momento en que tuvo que dejar de quererlo, de sentir esa unión íntima con Miguel, y ella decide casarse con otra persona, porque paró su vida muchos años. Es una historia digna de película. Aún casada, ambos siguen carteándose; el marido de Mercedes es amigo de Miguel, pero le nombran agregado cultural en los Países Bajos y Mercedes marcha al extranjero. A Miguel aquello le cayó muy mal, y de ahí nace 'La fea burguesía'. Fue una época durísima, porque incluso Miguel la llama «la lacaya», por la rabia, por no haber podido cumplir lo que le promete desde 1954: tener una vida juntos».

María del Carmen Carrión, editora de El Eremita y especialista en la obra de Miguel Espinosa. VICENTE VICÉNS / AGM

«Necesidades apremiantes»

¿Por qué Miguel nunca cumpliría la promesa? «No fue por convencionalismo social que mantuvo su matrimonio, porque le habría dolido inmensamente renunciar a su familia. En cierta manera, siempre se iba a sentir incompleto, y en Mercedes encontró ese interlocutor necesario para lo literario. Pero en la vida cotidiana también tenía unas necesidades muy apremiantes, y unos afectos. La esposa estaba ahí, pero era una compañera intelectual. Era inaudito también lo que siente por su mujer y por sus hijos», subraya.

En esta nueva versión de 'Cartas a Mercedes' aparecen cartas inéditas de Miguel, «y lo que es más importante para mí: todo el aparato de notas crítico». Ya hubo una edición de 'Cartas a Mercedes' anterior publicada en 2017 por Alfaqueque y coordinada por Carrión, pero en esta definitiva, supervisada por Juan Espinosa, «están unidas e interconectadas todas las obras y vamos a comprenderlo más, hay claves nuevas, y esta es una edición crítica por ello». Una interrelación de textos y anotaciones que permite ver una total coherencia entre su vida y su obra.

Sobre Mercedes Rodríguez

«Ella era una mujer sumamente culta, había estudiado Químicas en Murcia, y fue profesora en Mallorca. Inteligentísima, ávida de conocimiento. Y nada más conocer a Miguel con 22 años, en su primera conversación en el bar Santos de Murcia, le dice: 'Quiero ser cantada por un poeta'. Y él le dice: 'Haré que pases a la eternidad, y que seas escrita por un gran escritor'»

mARÍA DEL CARMEN CARRIÓN

Editora de El Eremita

¿Quería Miguel que esa correspondencia fuera pública? La misma Mercedes sabe que alguna vez esas cartas se publicarán. «Miguel tiene plena conciencia y plena fe en su obra, y estaba convencido de ello». Al principio, esas cartas, como hacen los clásicos, son escritas en latín. «Ella era una mujer sumamente culta, había estudiado Químicas en Murcia, y fue profesora en Mallorca. Inteligentísima, ávida de conocimiento. Y nada más conocer a Miguel con 22 años, en su primera conversación en el bar Santos de Murcia, le dice: 'Quiero ser cantada por un poeta'. Y él le dice: 'Haré que pases a la eternidad, y que seas escrita por un gran escritor'. Miguel le dirá después que no pudo darle el lugar en su vida. Pero en 1974, cuando le dedica 'Escuela de mandarines', ella sabe que sí ha sido cantada por Miguel». Mercedes muere en 2017. Carrión habló con ella por teléfono –conversación disponible en la web–, desde la casa de Dionisia García, «estaba en plenas facultades. Y cuando por fin pudimos vernos en persona, el alzhéimer había hecho estragos en ella». Un amor irrompible más allá del tiempo.

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Miguel Espinosa: Un amor para ser cantado