Inma Bermúdez: «Mi secreto es que me lo curro un montón»

De niña, Inma Bermúdez (Murcia, 1977) solía jugar a desmontar cosas: «Quería saber qué tenían dentro, era supercuriosa, me gustaba dibujar, diseñar los muebles de mi futura casa». Hoy, curtida en el campo del diseño, se siente afortunada por poder dedicarse a lo que le gusta. «Cuando terminé Selectividad no me llamaba la atención ninguna otra carrera, y estoy muy feliz con mi elección, no me equivoqué. Pasamos gran parte de nuestra vida trabajando, y si es en algo que nos gusta, mucho mejor».

Bermúdez, que hoy participa a las 12.45 horas, en el Archivo Regional, en las jornadas Derivas 25, organizadas por la Escuela Superior de Diseño de la Región de Murcia, fue reconocida en 2022 con el Premio Nacional de Diseño. Estudió Diseño Industrial en la Universidad Cardenal Herrera CEU de Valencia y estuvo un año becada en la Escuela de Ciencias Aplicadas y Diseño de Pforzheim (Alemania).

En el último año de universidad, en 2001, se fue de Erasmus a Alemania. «Me integré bastante bien. En esa época no había casi españoles, éramos como exóticos». Al terminar la carrera, decidió quedarse, pues Alemania era un lugar con una industria pujante y creyó que tendría más oportunidades. Comenzó trabajando para estudios como Idea, Busse Design y ProDesign. E hizo prácticas en los talleres de Vitra en Francia y en Suecia.

«Empecé las prácticas allí. Luego, tuve la suerte de entrar en un puesto de prácticas en Ikea, y para eso me mude a Suecia; estuve allí seis meses, hasta que justo me salió una oferta en Valencia, en Lladró, con Jaime Hayón, que es un diseñador internacional español. Quería rejuvenecer su catálogo y pensó en mí», evoca la diseñadora, quien nunca tuvo en mente la idea de convertirse en empresaria. «No quería montar mi propia empresa, pues no me veía capacitada; pero poco a poco, el destino me fue llevando», cuenta la murciana, que creó su estudió en 2007 y al que se unió Moritz Krefter en 2009.

En Derivas 25, Bermúdez tiene previsto hacer un especie de recorrido por su carrera, desde el origen hasta el momento actual. «También hablaré al alumnado de diseño de unos cuantos proyectos y de la forma en cómo nos gusta trabajar y transmitir las cosas», señala la diseñadora murciana, que asegura que «sobre todo queremos transmitirles ilusión, cuando eres estudiante tienes mucha incertidumbre, o al menos yo la tenía».

Quiere que sepan que ella es una persona normal que ha construido lo que tiene a «base de tesón». Con mucho esfuerzo y trabajo, y que tengan en cuenta que «lo más bonito es poder dedicarse a lo que uno le gusta. No todo el mundo tiene ese privilegio. Quiero inspirarlos, que crean que pueden llegar. Mi secreto es que me lo curro un montón».

Bermúdez consiguió en 2022 todo un hito, ser la mujer más joven en hacerse con el preciado galardón que concede el Ministerio de Ciencia e Innovación, el Premio Nacional de Diseño, siendo la tercera mujer de la lista en conseguirlo. El Ministerio le reconoció una trayectoria de honestidad creativa y compromiso con la sostenibilidad medioambiental y social. La definieron como un nuevo referente en el diseño español en el panorama internacional, preservando su mirada femenina y mediterránea. Siempre de la mano de la innovación, dando lugar a nuevos procesos y desarrollo de materiales más respetuosos con el medio ambiente y la sociedad en un momento en el que la materialidad de los objetos cotidianos ha de estar en plena sintonía con los objetivos de desarrollo sostenible.

Aunque la creadora considera que las mujeres siempre han estado presentes en el mundo del diseño, afirma que suelen estar en «la retaguardia», ya que la mayoría de estudios o proyectos son capitaneados por hombres. «Aunque esto es algo que espero que pronto cambie», apunta la empresaria.

Si tuviésemos que encontrar una seña de identidad para Bermúdez, sin lugar a dudas, sería su preocupación y esmero por la sostenibilidad. «Me gusta consumir productos de temporada o de proximidad. A nivel profesional he aprendido a utilizar materias primas más sostenibles o diferentes formas de desarrollar un producto, en gran parte, es culpa de Ikea, que me enseñó muchas de estas metodologías», descubre la diseñadora. Si bien pone de manifiesto que la mayoría de empresas y consumidores no están preparados o no son conscientes de la importancia de esto. «Nuestra responsabilidad también reside en divulgar y explicar estos temas. Aunque solo hay que ver a nuestro alrededor, la dana, los incendios de California, quien no se lo cree...», se lamenta.

Entre algunas empresas con las que ha trabajado se encuentran Roca y el gigante del hogar Ikea, siendo la primera diseñadora murciana en trabajar con la multinacional sueca. De hecho, lo hace desde 2006 y sigue colaborando de forma ininterrumpida. Es más, Ikea entró en el mundo de accesorios para animales domésticos con una primera colección diseñada por esta creadora.

En un horizonte próximo tiene previsto presentar un producto de edición limitada en colaboración con la empresa gallega Finsa y la murciana Sancal, dirigida por las hermanas Castaño.

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