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El catedrático David Morillas dirige el proyecto 'Delincuencia y Esquizofrenia' en el que colabora el médico forense Juan Pedro Hernández del Rincón. Ana Martín/UMU
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El catedrático David Morillas dirige un proyecto con el médico forense Juan Pedro Hernández que estudia la vinculación entre esquizofrenia y desarrollo de conductas delictivas

Pascual Vera

Murcia

Viernes, 7 de junio 2024, 00:29

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David Morillas Fernández es catedrático de Derecho Penal de la Universidad de Murcia e investigador principal del Proyecto de Investigación 'La incidencia de la esquizofrenia en la comisión de delitos y su proyección en la imputabilidad', financiado por la Fundación Séneca.

Juan Pedro Hernández del Rincón es médico forense especialista en Medicina legal y forense, y actualmente es director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Murcia. Es profesor asociado de la UMU de Medicina legal y Toxicología e investigador colaborador en el proyecto de investigación.

El proyecto 'Delincuencia y Esquizofrenia' surge con la intención de estudiar la vinculación existente entre esquizofrenia y desarrollo de conductas delictivas. Aquí se abre un panorama muy amplio de disciplinas de estudio, porque es una temática que afecta a la psiquiatría y al derecho desde muy diversas perspectivas, pero también a la psicología. En el proyecto trabajan igualmente investigadores del Instituto de Medicina legal, porque su intención es realizar un estudio multidisciplinar, explica Morillas, que añade que este proyecto intenta medir cuál es la incidencia de personas que cometen delitos y sufren esquizofrenia. Asegura que, a partir de ahí, «podemos derivar y establecer cuáles son los tipos de delitos que habitualmente se cometen con más asiduidad, con la intención de conocer esa realidad criminógena, poder formular propuestas de prevención, y, de paso, comprobar en qué están fallando las políticas asistenciales, sociales y preventivas, con el objetivo de proponer actuaciones que mejoren el sistema actual».

Esquizofrenia y conductas delictivas

«¿Qué hacemos con una persona con esquizofrenia que comete un delito?», se pregunta el profesor Morillas, que añade que «en derecho penal hablamos de imputabilidad e inimputabilidad». Cuando la persona comete un delito y es imputable va a prisión, pero cuando es inimputable no se le puede imponer una pena, sino una medida de seguridad.

Comenta Hernández del Rincón que «el diagnóstico de esquizofrenia es fundamental para intervenir no solo desde el marco jurídico y criminológico, sino también desde el sanitario».

«El diagnóstico de esquizofrenia es vital para intervenir desde el marco jurídico y criminológico, pero también desde el sanitario»

La salud mental es una problemática muy importante en nuestro país, asegura el médico forense, porque cuando tenemos dolencias físicas existen recursos a los que acudir, pero esto se complica cuando hablamos de enfermedades mentales, porque «desde los poderes intervinientes no se ha prestado la atención que debiera a este tipo de enfermedades», se lamenta.

La inimputabilidad del sujeto

Comenta Hernández del Rincón que «nuestra labor en relación con la esquizofrenia es hacer una valoración médico legal de lo que sería el concepto de imputabilidad, que es un término jurídico, pero que tiene una base médica», y explica que la imputabilidad es la responsabilidad que tiene una persona a la hora de cometer un delito en función de su posible patología mental, si está bajo los efectos de algún tipo de sustancia, o de cualquier otro tipo de circunstancia que pueda influir en dicha imputabilidad...

En ese sentido, la psiquiatría forense, que es una parte muy importante de la especialidad de medicina legal y forense, no sólo no se contrapone a la psiquiatría clínica, sino que aporta una visión integrada y multidisciplinar del paciente que sufre una enfermedad mental y que está implicado en un procedimiento judicial: la psiquiatría clínica diagnostica y pone tratamiento, y la psiquiatría forense se encarga de realizar una actividad meramente pericial, que en función de un diagnóstico de base establece una serie de parámetros para valorar si existe o no inimputabilidad, en el ámbito penal, aunque también intervine en otras esferas jurídicas como el ámbito civil y en otras especialidades del Derecho

Según Hernández del Rincón, la esquizofrenia es un espectro de enfermedades complejo, porque de una forma casi coetánea con ella se suelen incluir otros trastornos mentales.

Mejoras en los tratamientos

Comenta el médico que, lejos de lo que pudiera parecer, sufrir una enfermedad psicótica como la esquizofrenia no tiene que estigmatizar, porque han mejorado mucho los tratamientos y hay buena respuesta a los medicamentos. Informa que un 33% de los diagnósticos de esquizofrenia curan, aunque hay que seguir una medicación, que en estos momentos tiene unas pautas de administración y frecuencia más liviana para el paciente, y permite a quienes la padecen llevar una vida totalmente normal. Otro 33% no responde tan bien al tratamiento, pero le permite desarrollar una vida social y laboral. Pero queda otro 33% en los que se generan los efectos de la cronicidad de esa esquizofrenia y en estos casos se producen nuevos brotes.

«La psiquiatría clínica diagnostica y pone tratamiento, mientras que la forense se encarga de realizar una actividad meramente pericial»

Entre los rasgos que destaca Hernández del Rincón incluye que es una enfermedad que, en muchos casos, conlleva la ausencia de conciencia de su existencia, lo que, según él, dificulta el seguimiento de un tratamiento. Alude, entre otros, a síntomas como la ideación delirante, de persecución, de prejuicio, místico religioso, pero lo más extendido en la esquizofrenia, asegura, es el delirio de persecución. También se dan alucinaciones muy variadas: visuales, auditivas, táctiles..., y se puede producir una alteración en el contenido del pensamiento, con fenómenos muy llamativos, que pueden ser de robo del pensamiento, bloqueo del pensamiento, pensamiento disgregado... Es en esta fase de síntomas donde se puede generar una capacidad criminógena muy alta, comenta el médico.

Esquizofrenia paranoide

La esquizofrenia se puede dividir en cuatro subtipos, pero según él la que más interesa desde el punto de vista criminógeno es la paranoide, porque no afecta a la inteligencia y puede conllevar un pensamiento que puede aparentar coherencia incluso para el examinador.

Añade que también hay una serie de síntomas negativos, como un empobrecimiento afectivo, una incapacidad para manifestar de manera lógica un contenido verbal o establecer una capacidad de juicio y raciocinio adecuada, y también la abulia, es decir, ausencia de voluntad para hacer cualquier cosa. En esta fase, los delitos son más de tipo pasivo: suicidio, inducción al suicidio, omisión del deber de socorro...

  1. Crece el número de personas que presentan trastornos mentales

Según las últimas estadísticas, cada vez hay más personas que presentan enfermedades o trastornos mentales. En torno a un 25 por ciento de los españoles, tendremos a lo largo de nuestra vida algún contacto o problemática de naturaleza mental. Cabe preguntarse si está el sistema sanitario español preparado para dar respuesta a esa demanda, y «la respuesta es claramente que no».

Una de las colaboraciones que llevará a efecto el grupo de investigación será con el Tribunal Superior de Justicia, «porque también queremos focalizar los resultados desde la perspectiva de los operadores jurídicos: jueces, fiscales, abogados…», que los jueces conozcan las herramientas que pueden utilizar para afrontar un delito cometido por una persona con esquizofrenia.

Asegura Morillas que hay que facilitar a los jueces que puedan tomar una decisión lo más coherente posible para cada caso, porque es posible que sea más adecuado que la persona que ha cometido un delito esté bajo observación médica que cumpliendo una condena. «Tenemos que dar respuesta a los operadores jurídicos», concluye.

  1. La necesidad de conocer la enfermedad para «prevenir, actuar o intervenir»

María Pelluz

Comenta el Médico Forense que, con este proyecto, pretenden establecer una serie de parámetros: cómo se desarrolla la enfermedad, qué tipo de reacción tiene a los tratamientos, cuándo aparece la primera actividad criminógena, si se tiene un control adecuado, tanto de la enfermedad como de la potencialidad criminógena y, por supuesto, la prevención terciaria.

Explica que realizan estudios genéticos con tomas de muestras moleculares y comprueban si los familiares están afectados por una enfermedad de base. Con estos estudios se puede conocer mucho, por ejemplo, cuáles son las características de la enfermedad y su relación con el delito, y, a partir de ahí, llegar a conclusiones y, sobre todo, soluciones, que es lo que busca este proyecto.

En psicosis esquizofrénica son muy frecuentes las patologías duales o enfermedad mental concomitante

Asegura Morillas que «la esquizofrenia no es sinónimo de comisión de delito, ni de delito grave, pero lo que sale a la luz pública son los acontecimientos más escabrosos, lo que da una imagen de la esquizofrenia como de una enfermedad con una repercusión criminal muy violenta».

Consumo de sustancias

Según el médico, en psicosis esquizofrénica son muy frecuentes las patologías duales, que consiste en tener otro tipo de enfermedad mental concomitante, el más frecuente, el consumo de sustancias, añadiendo al respecto que el 70 por ciento de los esquizofrénicos consumen tabaco, un porcentaje elevado consume marihuana y otro porcentaje considerable cocaína.

Según Morillas, con el proyecto pretenden estudiar los delitos que cometen las personas con esquizofrenia, qué importancia tiene en la delincuencia española la esquizofrenia, su imputabilidad e inimputabilidad, y determinar cómo se puede prevenir, actuar o intervenir, así como también si el que la padece puede estar próximo a cometer un delito, y tener un conocimiento del caso o de los casos para poder implementar soluciones adecuadas, añadiendo que las soluciones son muy diversas, y pasan por ser judiciales, asistenciales, etc.

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