Carlos Alcaraz, por el camino de Nadal

Esta semana parte como séptimo cabeza de serie en el ATP 500 de Río de Janeiro, un torneo muy especial para él, ya que sobre la tierra batida del Jockey Club Brasileiro logró su primera victoria en el circuito y posteriormente el título. La victoria fue ante Albert Ramos, en febrero de 2020, y el título contra Schwartzman. Carlos Alcaraz ya es el 19 del ranking mundial, sus rivales le respetan mucho, ha ganado ya varios partidos de Grand Slam y ha pulverizado varios récords de precocidad. Huye el tenista de El Palmar de las comparaciones con Rafa Nadal, pero lo cierto es que está calcando sus primeros pasos en el circuito y son muchas las similitudes entre ambos jugadores. Uno, con 35 años, lo ha hecho todo ya. El otro, con 18, lo tiene todo por hacer. Pero sabe Alcaraz que siguiendo los pasos de Nadal irá siempre por el buen camino.

Alcaraz cerró 2021 con 32 triunfos y 17 derrotas, una marca que le convirtió en el tenista más joven en ganar más de 30 partidos desde que lo hiciera a la misma edad el ucraniano Andrei Medvedev (su tope fue el número 4 del ranking), con un balance de 32-11 en 1992. Para agrandar el contexto, Nadal acabó con 30-17 en 2004, su primer año en la élite . Además, ante Tsitsipas en el pasado US Open, el jugador de El Palmar obtuvo la mejor victoria de su carrera hasta el momento (ganar a un top 3). Nadal, Djokovic y Federer no lograron algo así a su edad. Alcaraz fue el primer español de la Era Abierta en alcanzar los cuartos de final en su debut en un US Open.

El cambio físico dado por Alcaraz en los últimos meses ha sido espectacular. Ha ganado siete kilos, pasando de 75 a 82. Cuando hace tres años llegó a la academia de Juan Carlos Ferrero en Villena pesaba 68. El tenista de El Palmar dedica casi cuatro horas diarias al trabajo en el gimnasio. Esta pretemporada se ha centrado mucho en el press de banca y los ejercicios de remo, dejando en un segundo plano las pesas. «Estamos en más de 60 kilos de masa muscular y en casi 80 kilos de peso», ha contado recientemente su preparador físico, Alberto Lledó. En esta época en la que los jugadores son muy altos y muy fuertes, no basta solo con el talento innato. Alcaraz se machaca y no se queja. Acepta todo lo que se le dice y es un alumno muy disciplinado, como siempre lo fue un Rafa Nadal que en sus inicios en el circuito también experimentó un cambio físico brutal. Ambos viven por y para el tenis y son adictos al trabajo, tanto dentro como fuera de la pista.

Alcaraz es un tenista moderno, en el mejor sentido de la palabra, con muy pocas fisuras en su juego. De entre todos sus golpes destaca, por encima del resto, la derecha que tiene. La trae de serie, es natural y no necesita demasiado trabajo. Obviamente, cada vez le pega más fuerte. Pero ya desde su época de júnior exhibía un 'drive' imparable. Alcaraz basa su crecimiento como tenista en su derecha, el mismo golpe que tanto ha dado a Nadal durante su legendaria carrera.

Alcaraz es un tenista español que no parece español. Porque se desenvuelve a la perfección en todas las superficies e incluso se le empieza a ver más cómodo en pista dura que en tierra batida. Y esto sucede porque cuenta con un revés bastante bueno y una volea que mejora a pasos agigantados. Como le pasaba a Nadal en sus inicios, le falta pulir su servicio. Es cierto que Alcaraz ha ganado mucha potencia y ya pone muchos saques por encima de los 200 km/h, pero necesita ser más eficaz con su segundo servicio. Pese a su juventud, el de El Palmar empieza a ser ya un consumado especialista en las dejadas, un recurso cada vez más utilizado en un circuito en el que cada vez más jugadores están cómodos en el fondo de la pista.

Alcaraz ha demostrado en sus primeros partidos importantes como profesional una madurez impropia de su edad. En los puntos importantes acostumbra a dar lo mejor de sí y levanta muchos puntos de break, algo en lo que Nadal es el mejor del mundo. Tiene 18 años y compite como si tuviera 30. En eso recuerda mucho a Nadal, que desde que era un niño siempre mostró una mentalidad de acero y mucha personalidad para salir de las situaciones más complicadas.

Nike, la marca deportiva que patrocina a Alcaraz y a Nadal, ha visto en el murciano un filón y está siguiendo con él los mismos pasos que dio hace 18 años, cuando el balear irrumpió en el circuito. Entonces, Nike hizo que las bermudas y camisetas sin mangas de llamativos colores de Nadal fueran tendencia mundial. Ahora con Alcaraz apuesta por los modelos más arriesgados, con camisetas sin mangas que se venden después como rosquillas. Nike saca provecho de un jugador que apunta a convertirse en nuevo icono de la marca con sus modelos más atrevidos. Es lo mismo que hizo con Nadal, quien por cierto en sus inicios también tuvo como agente al catalán Albert Molina, el cazatalentos de la multinacional IMG que lleva la carrera de Alcaraz. Él y Juan Carlos Ferrero son los que más cerca están del futuro campeón.

• Temas
• Carlos Alcaraz
• Historias visuales