Eva López, vivir cada día como si fuera el último
Jumilla, 1998. Estudiante del Año de la Universidad de Murcia
El diagnóstico médico que acompaña desde hace cinco años a la Estudiante del Año de la Universidad de Murcia Eva López, cuadriplejía espástica, una patología neurológica progresiva que no tiene tratamiento ni cura, no la define ni resume. Alumna de doctorado, graduada en Educación Primaria con mención en Pedagogía Terapéutica y máster en Inclusión-Exclusión Social, Eva López es una perseverante activista contra la exclusión social, batalladora por la visibilidad de las personas con discapacidad y una mujer inspiradora con una resiliencia trabajada con dolor, reflexión y sabiduría.
«La vida es hoy. Trato de vivir como si cada día fuera el último que pudiéramos hacerlo. Y, esto, no es vivir creyendo que moriremos mañana, esto es vivir sabiendo que lo único seguro que tenemos es el hoy, consciente de que los miedos son contagiosos, pero, también, de que los miedos transforman el todo o nada en cuestión de segundo», reflexiona esta joven de Jumilla, quien ha encontrado en la escritura el medio para compartir sus vivencias y reflexiones con el afán de que puedan ayudar a otros. Su libro, 'Una vida vivida..., y cada día un regalo', acompaña en la reflexión sobre las enseñanzas que proporciona una grave enfermedad sobrevenida y su superación en el día a día, que comparte en Jumilla con su hermana melliza. El proceso hasta alcanzar esa paz y asunción fue complejo y duro. Hasta que «un día decidí sentarme a hablar con mi yo más mío, ese que no conoce nadie más que yo, ese al que no le hizo falta que le contara mis miedos e inseguridades porque viene batallándolas conmigo. Y, ¡zas! 'Despierta Eva', me dijo, sacude esos temores. Es normal tener miedo. Es normal llorar. Todo es normal, pero rendirse no debería ser una opción», dejó escrito la joven, elegida Estudiante del Año con el Consejo de Estudiantes (CEUM).
En la celebración de Santo Tomás de Aquino en la UMU, Eva López, cuando recibió la distinción, el aplauso unánime y prolongado durante varios minutos de sus compañeros y docentes de tantos años, casi puso palabras al sentir.
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