ILP: El Mar Menor, como una persona
Murcia, 2020 ·
Méritos: Recoger más de 500.000 firmas para que se debata en el Congreso una Iniciativa Legislativa Popular que dote al Mar Menor de personalidad jurídicaTenían que recoger 500.000 firmas, y parecía imposible, pero consiguieron 639.826. El gran apoyo a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que se debata en el Congreso la concesión de personalidad jurídica al Mar Menor se ha convertido en un hito dentro de la pequeña historia de los movimientos ciudadanos en la Región de Murcia. Y es sintomático que sea una causa medioambiental la que haya arrastrado a tantas personas en un propósito común. Parece que algo está cambiando.
El rostro visible de este fenómeno social es una mujer fibrosa de pelo largo y enmarañado que se desplaza en bicicleta y se relaja corriendo: Teresa Vicente Giménez (Lorca, 1962), profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad de Murcia y directora de la Cátedra de Derechos Humanos y de la Naturaleza de la UMU, ha encabezado un ejército de voluntarios entusiastas, con gran protagonismo femenino, que ha recabado apoyos en calles y plazas de toda España durante casi un año. Con calor, lluvia, viento y frío, su bandera negra con un caballito de mar trazado en blanco ha sido un imán ante el que nadie podía negarse. Han plantado mesas petitorias en aceras, jardines y centros comerciales, y han conseguido incluso las rúbricas de la ministra Teresa Ribera y del presidente Pedro Sánchez.
Ni siquiera ha podido mirar hacia otro lado el Partido Popular, que a última hora no ha querido quedarse descolgado de este clamor callejero y ha anunciado que también apoyará en la Cámara Baja el otorgamiento de derechos propios a la agonizante laguna salada. Un experimento de vanguardia jurídica cuya utilidad es aún una incógnita, pero que ya se aplica en otros espacios naturales del planeta, como el río Atrato (Colombia).
«El Mar Menor pasará de ser un mero objeto con un valor, sometido al interés político y empresarial, a sujeto con derechos fundamentales», asegura esta activista jurídica y medioambiental, defensora de causas al parecer no tan perdidas, que ha logrado una victoria esperanzadora. Si la ILP sale adelante en el Congreso de los Diputados, la laguna salada será el primer enclave con derechos propios en Europa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión