La delicadeza hecha pincel

Rosa Martínez

Miércoles, 25 de diciembre 2019 | Actualizado 23/12/2020 19:13h.

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Las obras de Gonzalo Sicre son fotografías de pintura, imágenes extraídas directamente de la realidad más cercana. En sus cuadros, las hojas parecen caer de los árboles, y el cielo, entablar un diálogo con el espectador. Es la delicadeza del trazo lo que otorga a su creación un halo diferente e inspirador. Lo muestra en 'Entre lo humano y lo sublime', la exposición que el artista gaditano afincado en Cartagena exhibe desde octubre pasado en el Museo Regional de Arte Moderno de Cartagena (Muram). Se trata de una de las grandes muestras protagonizadas por el artista, de cuyo estudio han salido también 'Bautismo de Cristo', 'Doradas' y 'La resurrección', tres de las obras que este mismo año el autor llevó hasta la Ermita de San Roque en Fuente Álamo, singular espacio abierto al arte y la creación en el que, bajo el título 'Actos de fe', Sicre abordó el relato religioso.

Pero es 'Entre lo humano y lo sublime' su gran exposición en este 2019. Sobre ella, afirma Juan García Sandoval, comisario de la misma junto a José Francisco López y el propio artista, «nos acerca a la soledad, donde la grandiosidad y la sensación de infinito de sus obras nos aproximan al vacío llenas de fuerza y espiritualidad». Se observa bien en 'Ubicación', 'Tattoo' y 'Ciudad', obras todas integradas en la propuesta que hasta febrero, en concreto el día 2, acoge el Muram. La muestra recorre un total de 54 piezas, de las que 43 son pinturas y dibujos -en su mayoría óleos sobre lienzo y lápiz sobre papel-, y once se corresponden con cerámicas sobre las que Sicre plasma su impronta.

A propósito de esta exposición, matiza García Sandoval, también actual director artístico del Muram, «lo sublime no está en ningún lugar y puede estar en todos, es vacío y plenitud, cielo e infierno». Y en ese limbo camina Sicre frente al lienzo, avanza jugando con la luz, y retrata todo aquello que ve; todo lo que permanece cerca.