Cómo «ver lo que el ojo no ve» y mejorar la producción
El uso más eficaz de cámaras, drones y sensores de alta precisión centra el encuentro científico-técnico de investigadores de España, Italia y Portugal que acogió durante dos días el Cebas-CSIC para avanzar en la producción agrícola en un contexto marcado por el cambio climático
El ojo del agricultor, que lleva siglos calibrando con agudeza desde la meteorología que se avecina hasta el mejor momento para plantar y cosechar, entre un sinfín de cálculos con los que sacar adelante los cultivos, ya no está solo. La auténtica revolución tecnológica que se está produciendo en el sector, sobre la que los expertos coinciden en que lo va a cambiar todo, llega llena de herramientas de teledetección capaces de dar con precisión hasta el último parámetro útil para que cada árbol de su mejor fruto y cada mata la hortaliza más apreciada en el mercado. «Cámaras, drones y sensores de alta precisión para mejorar la producción de alimentos y mitigar el cambio climático» han centrado el interés de los investigadores de España, Italia y Portugal que se han reunido, a mediados de este mes en Murcia, en un congreso organizado por el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (dependiente del Consejo de Investigaciones Científicas), Cebas-CSIC) «para intercambiar experiencias, metodologías y resultados en torno a las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura del futuro».
Las nuevas herramientas de teledetección son capaces de dar con precisión hasta el último parámetro útil para la producción agraria
Durante dos días, de acuerdo con la información facilitada por el Cebas, de donde salen estos entrecomillados, los especialistas congregados han abundado en sus conocimientos en «en el uso de cámaras acopladas a vehículos aéreos no tripulados y herramientas avanzadas para medir aspectos fisiológicos de interés en campo con el objetivo de mejorar la producción de alimentos en un contexto marcado por el cambio climático».
Se han intercambiado experiencias, metodologías y resultados sobre las nuevas tecnologías aplicadas a la agricultura del futuro
En palabras del investigador del Cebas-CSIC Alejandro Martínez Moreno, miembro del comité organizador junto a la profesora de la Università degli studi di Catania (Italia) Daniela Vanella, se trata de herramientas con las que los investigadores «son capaces de ver lo que el ojo no ve y tomar decisiones basadas en datos precisos y en tiempo real».
Sistemas de intercambio gaseoso, fluorómetros, porómetros, termografía infrarroja y espectroscopia inducida por láser, son algunos de los nuevos equipos de alta precisión utilizados
Hilando más fino, y más técnicamente, el encuentro se ha centrado en la integración de dos enfoques tecnológicos avanzados y complementarios. Uno está orientado a la teledetección, «tanto remota como proximal», y que permite obtener información sin contacto físico utilizando sensores multiespectrales e hiperespectrales, es decir que son capaces de capturar imágenes (tanto visibles como no visibles) en múltiples bandas anchas y espaciadas, en el primer caso, o en hasta cientos de bandas estrechas y contiguas, en el segundo, lo que les convierte en más precisos.
El encuentro ha abordado soluciones concretas en un momento de escasez de agua, aumento de temperaturas y búsqueda de más sostenibilidad
El segundo enfoque engloba el estudio de la fisiología vegetal en campo mediante el uso de equipos portátiles de alta precisión, «como sistemas de intercambio gaseoso, fluorómetros, porómetros, termografía infrarroja y espectroscopía inducida por láser». Todo un catálogo de aparatos para medir la fotosíntesis de las plantas; sus pérdidas de vapor, su estado de estrés, por falta de agua o luz, por ejemplo; la presión atmosférica que les rodea; la temperatura de sus hojas, para saber por ejemplo qué necesidades hídricas tienen, y hasta revelar su composición química, entre otros parámetros.Ni el ojo del agricultor más avezado había sido nunca capaz de obtener una mínima parte de toda la información que la ciencia y la tecnología ya es capaz de ofrecer a los productores para mejorar sus cosechas.
Poca agua y más calor
La oportunidad de esta «reunión científico-técnica», como la califican sus organizadores, ha abordado soluciones concretas «en un momento en el que la escasez de agua, el aumento de las temperaturas y la necesidad de producir alimentos de forma más sostenible afectan directamente a agricultores y consumidores», resume el doctor Martínez Moreno.
Los investigadores buscan optimizar el riego, reducir el uso de fertilizantes y aumentar la eficiencia de los sistemas agroecológicos
En este contexto de notables cambios, continúa el experto, «a través de la tcccceledetección y la fisiología vegetal, los investigadores buscan anticiparse al estrés que sufren los cultivos, optimizar el riego, reducir el uso de fertilizantes y aumentar la eficiencia de los sistemas agroecológicos mejorando así la sostenibilidad agrícola en climas mediterráneos».
El congreso persigue un impacto social, económico y también cultural que posiciona a la Región «como un referente en innovación agraria mediterránea»
Los promotores del congreso le atribuyen un «significativo impacto social», en atención a que, afirman, contribuye «al avance de una agricultura más resiliente y adaptada a los retos ambientales actuales, sobre todo en zonas áridas y semiáridas como la Región de Murcia». Desde una perspectiva más centrada en el retorno económico, «las tecnologías presentadas pueden ayudar a reducir costes de producción y minimizar pérdidas asociadas al estrés hídrico o térmico». Finalmente, también le otorgan una vertiente cultural, sobre la base de que este encuentro «posiciona a la Región de Murcia como un referente en innovación agraria mediterránea, fortaleciendo su papel en redes científicas internacionales».
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Tecnologías muy innovadoras y todavía poco extendidas
Uno de los principales objetivos del encuentro internacional celebrado los pasados días 12 y 13 de noviembre en la sede del Cebas-CSIC, en el Campus de Espinardo (Murcia), ha sido el de fomentar la colaboración entre grupos que trabajan con tecnologías muy innovadoras y poco extendidas en el ámbito agrícola. Se trata, precisan desde el Cebas, de «compartir experiencias sobre el uso de sensores sofisticados y protocolos de medición». Este intercambio, además, «permitirá diseñar futuras investigaciones conjuntas, con impacto no solo científico, sino también social y económico para el sector agrario».
El congreso, o reunión científico-técnica, como la denominan sus artífices, se ha celebrado bajo la denominación en inglés 'Resilient Agriculture in a Warming World: Tools from Remote Sensing and Crop Physiology', de donde salen las siglas Rawsense con la que se abrevia el nombre ('Agricultura resiliente en un mundo en calentamiento: herramientas de teledetección y fisiología vegetal', en español). Sus organizadores son investigadores del Cebas-CSIC especialistas en estas tecnologías que han sacado la iniciativa adelante con financiación de la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia (dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor), con cargo al denominado 'Programa regional de movilidad, colaboración e intercambio de conocimiento Jiménez de la Espada' y del Ministerio de Transición Ecológica. La implicación de este ministerio ha llegado a través de la Fundación Biodiversidad, dentro de su convocatoria de ayudas para la restauración y mejora ambiental en el ámbito agrícola para contribuir a la recuperación de la funcionalidad ecológica del Mar Menor; en concreto, en el llamado proyecto Ferteco, por el acrónimo de Fertiirrigación Ecosostenible en la cuenca vertiente del Mar Menor). La organización destaca que «la a calidad científica del evento queda respaldada por la participación de investigadores de reconocido prestigio procedentes de centros de referencia de España, Italia y Portugal». Y cita a los expertos Juan Miguel Ramírez, Francesco Abbatantuono y Joaquim Sousa, de cada uno de estos tres países, respectivamente. Todos ellos cuentan con una trayectoria sólida en proyectos internacionales y publicaciones de alto impacto enfocadas en el desarrollo y la aplicación de tecnologías avanzadas en el ámbito de la agricultura de precisión y la resiliencia de los cultivos frente al reto que propone el cambio climático.