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Un gran logro narrativo

La autora irlandesa Maggie O'Farrell ficciona con maestría la corta vida de Hamnet, el único hijo varón de William Shakespeare

J. ERNESTO AYALA-DIP

Lunes, 22 de marzo 2021, 21:35

Debo decir que nunca me interesó más allá de lo necesario la vida de William Shakespeare. Obviamente no tanto como su obra, leída y vista representada. Tal vez al saber que había muchas lagunas en la biografía del gran autor inglés, preferí ocuparme de disfrutarlo en su esencia escénica y poética, más que en su derrotero vital. También hay otra razón, esta más teórica. Siempre fui muy respetuoso, como crítico literario, de la premisa fundamental de la escuela del New Criticism, que prohíbe so pena de nuestro mayor descrédito como analizador de libros, mezclar la vida privada de los autores con su obra. Traté siempre de observar esta tajante ley de estirpe anglosajona. Por eso hasta ayer ignoraba el nombre de la mujer de Shakespeare. Como también ignoraba que había tenido con esa mujer (que vivió, por cierto, 67 años, muchísimos para la época y para una mujer), tres hijos. Dos chicas y un chico, este llamado Hamnet. Sabía que el dramaturgo se ausentaba durante largo tiempo de su ciudad natal, Stratford, para residir en Londres donde triunfaba como actor y dramaturgo. Pero ignoraba que Hamnet había muerto a los once años, sobreviviéndole sus dos hermanas, ninguna de las cuales tuvo hijos, y por tanto la estirpe de los Shakespeare se interrumpía con ellas. Ahora sé mucho más de la vida del autor de 'Hamlet', gracias a la autora nortirlandesa Maggie O'Farrell. Y, sobre todo, gracias a su novela 'Hamnet', premio Women's Prize for Fiction.

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'Hamnet' no es una novela histórica, aunque su material humano esté anclado en la época isabelina. Es una novela atemporal, aun cuando trate de unos personajes y tiempo concreto del pasado. La novela tiene dos partes, la primera dedicada a la relación del hijo de Shakespeare con su padre, pero también a la mujer del poeta, Agnes. La segunda nos relata la muerte de Hamnet y el dolor que se desparrama por el resto de sus vidas entre los familiares supervivientes.

La vida de Shakespeare tiene muchas lagunas, ya lo dije más arriba. Hay poca documentación. Hay tramos carentes de la más mínima información. Por ejemplo, no se sabe exactamente de qué murió el niño Hamnet. La autora arriesga que fue víctima de la peste, teoría muy plausible. Tampoco se sabe dónde estaba el vate cuando su hijo moría, aunque la autora lo sitúa en Londres y viajando raudamente a Stratford para alcanzar a ver el cuerpo de su hijo antes de que lo entierren, hecho también altamente probable.

'Hamnet' es una novela sublime. Conecta con la sensibilidad y la inteligencia de los lectores. Cada palabra se desliza ante nuestros ojos como un rayo de luz en medio de mucha tristeza. Un gran logro narrativo.

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