El músico Kamasi Washington.

«Amo a Coltrane pero mi música es algo personal»

LA MAR DE MÚSICAS ·

Kamasi Washington. Auditorio Parque Torres, Cartagena. Este domingo, 23.00 horas. 25 euros

Sábado, 20 de julio 2019, 13:37

Se ha convertido en la gran sensación del jazz contemporáneo. El nuevo John Coltrane. El músico inesperado capaz de sorprender a doctos y profanos, a expertos del jazz y adictos a la vanguardia. Sus pasos previos -con Kendrick Lamar y Thundercat, con Snoop Dogg y Herbie Hancock- hacían presagiar buenos augurios, pero nada comparado a lo que supuso 'The Epic', un álbum de debut... ¡triple!, capaz de aunar esencia y ruptura, baile y espiritualidad. El saxofonista y líder norteamericano es una de las grandes apuestas de La Mar de Músicas 2019. Hilo directo con California.

Publicidad

-Estuvo tocando en la banda de directo de Snoop Dogg y participó en discos de Kendric Lamar, Flying Lotus y Stanley Clarke. ¿Hasta qué punto le ayudaron estas experiencias para llegar a convertirse en el actual Kamasi?

-Por supuesto, todas esas influencias han sido fundamentales en mi vida y en mi carrera, pero creo que quien más ha influido para que sea lo que ahora soy ha sido mi padre. Las cosas no suelen salir como tú esperas, y tener a alguien que te advierta de las cosas que podrían sucederte lo hace más fácil cuando suceden, porque ya las esperas. Uno de los mejores consejos que me dio fue que disfrutara del viaje, que me tomara tiempo para mirar por la ventana y viera el precioso mundo que estaba a punto de descubrir. Y esto es lo que intento hacer, la idea que tengo cerca de mi corazón.

«No debemos sentir la presión de adaptarnos a lo establecido»

-Le han llamado el sucesor de Coltrane, más allá de algunas sonoridades, por su concepto libérrimo y espiritual del jazz. ¿Lo acepta?

-No sé, creo que es solo un cumplido. No creo que ser sucesor de otro tenga sentido, aunque Coltrane sea uno de los músicos que más me ha aportado. Lo amo, pero siento mi música como una expresión personal. Si consigo seguir haciendo música de verdad, desde el corazón, no necesito ser el sucesor suyo ni de nadie. Jamás me llamaría así.

-No es habitual escuchar a artistas que mezclen sonidos afroamericanos con el jazz. Pero aún es más inusual que lo hagan creando un lenguaje distintivo, personal y universal al mismo tiempo.

-Mi padre era un gran panafricanista que inculcó en mí y en mis hermanos el amor por el conocimiento de África. La música está mucho más conectada de lo que a veces pensamos. Por eso yo, cuando trabajo con artistas de otros países, simplemente me olvido de las fronteras y escucho su música y lo que están haciendo. Cuando estamos trabajando juntos, estamos pensando con la mente abierta. Así todo es más fácil. Actuando de este modo puedo embarcarme casi en cualquier situación, porque las barreras son meras descripciones y no fronteras reales.

Publicidad

-¿Acepta influencias del jazz rock de finales de los 60 y primeros 70 (Wayne Shorter, Herbie Hancock)? ¿Prepara un disco con este último?

-Bueno, es cierto que cada generación está influida por las anteriores y cada vez hay más música. Yo también, por supuesto, me he sentido infuido por ellos, sobre todo por Herbie Hancock. Y me encantaría trabajar con él en un proyecto común, pero todavía es pronto para adelantar nada.

-En esta era de consumo rápido ha conseguido un lugar en la élite con dos discos de más de 100 minutos. ¿En algún momento pensó en estrategias de marketing?

-En realidad no, te explico. Cuando hicimos 'The Epic', como banda coral, pasábamos mucho tiempo separados haciendo música para otra gente. Incluso a pesar de que crecimos juntos y tenemos una conexión especial, era complicado reunirnos. Solíamos decir que los planetas se alineaban cuando conseguíamos estar todos reunidos en la misma habitación, y cuando escuchas 'The Epic' puedes oírnos alcanzándonos los unos a los otros. Es lo que muestra esa música.

Publicidad

-Esto cambió para 'Heaven & Earth'.

-Sí, después hemos estado de gira casi cada día. Y así nuestra música se ha vuelto mucho más compacta, porque puede ser más inmediata y porque cada vez que se me ocurre algo todos están ahí. Por eso puedo decir que han sido la propia música y el lugar donde estábamos como banda los que han dictado la duración de cada álbum. Cada canción es lo larga o lo corta que necesita ser, simplemente. Una de las cosas que aprendí de 'The Epic' fue que no debemos sentir presión para adaptarnos a los formatos establecidos.

-¿Cree que el mundo se podría mejorar?

-Sí, por supuesto, pero lógicamente no vivimos en todo el mundo y la parte del mundo en la que tenemos algo de control es la que tenemos más cerca. La gente que parece tener mucho poder no tiene tanto en realidad. Alguien como Trump, por ejemplo, tiene solamente el poder que la gente le ha dado y esa misma gente se lo puede quitar en cualquier momento. Las cosas no van mejor porque algunas personas no entienden que el mundo puede ser lo que queramos que sea. Tenemos que esperar a que venga alguien a hacerlo por nosotros. No sé cómo hacer para que las masas entiendan esto pero sé que puedo hacer de mi entorno un lugar más agradable.

Publicidad

-En un supuesto 'ranking' de jazz contemporáneo tendría muchas papeletas para ocupar el puesto nº1. ¿Le complace, le afecta de alguna manera?

-No creo que yo sea el nº1 ni tengo una idea concreta de lo que es un líder. Creo que el jazz es una actividad y una expresión colectiva. Además, la música es suficientemente poderosa por sí sola. Cada persona se expresa por sí misma para conseguir mejorar y crecer. Por supuesto, valoro el hecho de que me consideren una parte importante de un linaje en el que realmente creo, pero más allá de eso no me seduce la idea de identificarme con ningún título que me puedan adjudicar. Valoro, en cambio, que la gente conecte con mi trabajo y el resto me importa poco.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad