Esta es la razón por la que no hay que doblar las mascarillas FFP2 por la mitad

A pesar de llevar casi dos años desde que comenzó la pandemia, todavía hay información que se desconoce sobre todo lo que rodea a este fenómeno. El uso de las mascarillas es uno de los elementos más importantes para evitar los contagios. Y, aunque cualquier cosa que tape la cara es mejor que no llevar nada, existen clases de mascarillas que protegen más que otras. Las de tipo FFP2 vuelven a estar en el centro del debate, por lo inconveniente que resulta doblarlas.

La que es la principal barrera para no contagiarse de Covid-19, siempre centra el debate sobre qué tipo es más conveniente o la forma correcta de utilizarla. Un hilo escrito por Claire J. Horwell, directora del Red Internacional de Riesgos para la Salud Volcánica (IVHHN) alerta sobre las mascarillas FFP2. La experta declara que este tipo de mascarillas no deben ser dobladas. Y es que, en ocasiones, estas mascarillas se venden ya dobladas por la mitad y este doblez puede provocar que el objeto utilizado para ajustarse a la parte de la nariz se dañe. De esta forma, no cubre adecuadamente la cara y entre el aire, ya que muchas veces, este clip, en vez de quedarse ajustado a la nariz, lo que hace es quedarse doblado, lo que provoca que se quede un hueco.

La principal función de las mascarillas es la de filtrar el aire que entra en nuestro cuerpo para evitar que el virus pueda pasar con él. Por lo que, si el aire se introduce por alguno de los huecos que deja la mascarilla, esta pierde su función. Según Claire, es fundamental que la mascarilla se ajuste a la cara, para evitar cualquier hueco que pueda quedar, por ejemplo, la barba evita que se ajuste adecuadamente. Una de las formas de saber si no se ajusta bien es la de sentir que el aire entra en los ojos o ver cómo se empañan las gafas con facilidad.

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