La rampa

En la casa del dolor

No hay mayor expresión de la bondad que la que manifiestan las buenas madres

Viernes, 7 de abril 2023, 00:07

La bondad no es una cualidad muy popular en estos tiempos de sobreabundancia informativa que, ya está demostrado, degenera en pura desinformación. Y sin embargo ... estamos rodeados de bondad. Pese al mal ejemplo que nos ofrecen los personajes del 'famoseo', entre los que figuran en lugar destacado los mal llamados 'debates políticos', son la tolerancia y el sacrificio los conceptos que enseñorean la vida cotidiana, cuyos desencuentros no van más allá de rivalidades tales como ser del Madrid o del Barça.

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En la España que funciona, los compañeros de trabajo no dejan de serlo por las preferencias políticas de cada uno. Se saben y se respetan, o se ignoran, porque lo importante es que la fábrica siga en marcha y porque las muestras de comprensión y ayuda son moneda corriente. Otro tanto sucede en el seno de los grupos de amigos o familiares, prestos a cooperar con desinterés.

En estos días que conmemoran la pasión y muerte de Jesús de Nazaret, el transcurrir de la vida ha dispuesto que visite una 'casa del dolor', un hospital, donde un ser querido enfrenta el embate final. El celo con que día y noche es atendida por sus hijos es muestra de bondad, seguramente asociada a la abnegación que recibieron de ella. Porque no hay mayor expresión de bondad que las que manifiestan las buenas madres, esas que sea cual fuere la hora y el clima, acudieron para cuidar, calmar, mecer, besar... La bondad es una característica de mamá, de la buena mamá, y la cotidianeidad está llena de mamás, de buenas mamás.

En eso meditaba ante la estampa de hijos alrededor de mamá que apenas podía seguirlos con la mirada y que, despacio, extendía el brazo, amoratado por la vía abierta en vena, para abrigar el beso del hijo.

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En los pasillos de la casa que alberga el dolor, otras mamás, otros hijos en igual o parecido trance. Fuera, débil runrún de circulantes para presenciar el paso de las imágenes que rememoran la pasión del Crucificado. Dentro de la procesión, centenares de personas a las que la bondad les ha motivado y que, dos días después, tal vez opten por aparentar la línea dura, la línea del 'porque sí', temiendo que la bondad se interprete como debilidad. Craso error. Para ser bondadoso se precisa carácter, valor y mucho raciocinio.

Abrazos.

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