Los secretos del mamífero con alas más amenazado
Un estudio de dos años liderado por ANSE revela que la Región acoge unos 2.500 adultos de 'Myotis capaccinii', el único quiróptero ibérico en peligro de extinción, y del que se estimaban aquí en torno a 1.000 ejemplares
GINÉS S.FORTE
Martes, 11 de enero 2022, 21:13
El murciélago ratonero patudo no teme al frío. Un logro para la única especie ibérica de quiróptero en peligro de extinción, al nivel de amenaza que animales tan emblemáticos como el lince ibérico, el águila imperial y el oso pardo. Durante las noches heladas que este invierno aún están por llegar, en vez de hibernar, como muchos otros murciélagos, el 'Myotis capaccinii' sale a volar en busca de láminas de agua para capturar insectos que emergen o flotan en la superficie. Lo saben los especialistas de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) que llevan dos años siguiendo a este singular animal, incluso con técnicas de espía, como la colocación de emisores de radio en 16 ejemplares. De este modo han podido comprobar que algunos llegan a alejarse de su base en la Cueva de las Yeseras, en Santomera, para cazar en la Contraparada de Murcia, por ejemplo, y que se sirven de corredores como canales y vaguadas para desplazarse a sus áreas de alimentación, situadas en muchas ocasiones en embalses o balsas de riego.
El trabajo que la organización conservacionista está realizando, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; de la patronal del Limón y el Pomelo, Ailimpo, y de la consultora manchega Ideas Medioambientales, ha revelado que la población actual de la especie en España oscila entre los 16.000 y los 18.000 individuos. De ellos, entre 2.300 y 2.700 adultos se encuentran en la Región de Murcia, donde los expertos han comprobado su actividad en todo el invierno y su acceso a las balsas de riego para cazar. «No sabemos si el uso de las balsas es debido a la escasez de humedales naturales o simplemente a que la especie aprovecha un recurso puntualmente superabundante», explica el naturalista y educador ambiental Ángel Guardiola, que lleva más de 35 años estudiando nuestros quirópteros. En todo, caso, advierte, «no podemos basar la conservación de la especie solo en este recurso» coyuntural: «Es fundamental seguir conservando o recuperando humedales naturales y su vegetación asociada si queremos garantizar la conservación a largo plazo de la especie».
El agua es primordial para el único murciélago europeo capaz incluso de capturar pequeños peces, como gambusias por ejemplo ('Gambusia affinis', también conocidos como gambusinos), con lo que «también ayuda al control de especies exóticas invasoras». Para ello se sirve de sus grandes pies, adaptados para capturar presas volando a ras de la superficie del agua, posados sobre ellas o emergiendo. Esta característica le da el calificativo de patudo que contiene su nombre común. Lo de ratonero se explica echando un vistazo a las fotos que acompañan estas líneas.
Esta singular especie es capaz de capturar gambusias, unos peces exóticos invasores
El proyecto 'Evaluacion del estado de conservaciòn del Murcielago ratonero patudo ('Myotis capaccinii') en el Sureste Ibérico', como se denomina la iniciativa, arrancó en 2020 con el objetivo de concluir en el año 2021 que acabamos de transitar. Pero las limitaciones de la pandemia ha aconsejado su prórroga hasta el próximo febrero. Por lo que el estudio aún puede arrojar nuevas conclusiones.
Además de los resultados cuantificables, el proyecto le ha valido a Ailimpo la obtención del Premio a la Sostenibilidad Medioambiental de LA VERDAD. La Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo en la iniciativa ha colaborado con ANSE incluso en la compra en 2019, por 25.000 euros, de la Cueva de las Yeseras, en Santomera, «que recoge una de las colonias de cría de patudo más importantes de España», precisa Guardiola. En ella, por cierto, se han obtenido evidencias de insecticidas prohibidos hace décadas en el país, y que han llegado a los murciélagos a través de sus presas.
Antes de arrancar el estudio, en la Región se conocían en torno a una veintena de colonias de la especie, sobre todo en Cieza, Mazarrón, Cartagena, Torre Pacheco, Santomera y Sierra Espuña, y a las que se atribuía una población total de un millar de ejemplares en su cálculo más optimista, de acuerdo con la información facilitada por Ailimpo al sumarse al proyecto, en 2020. Ahora ya se ha detectado su presencia «en al menos 31 cavidades diferentes», entre cuevas, simas y túneles de infraestructuras hidráulicas, aunque solo se ha confirmado la reproducción en 11 de ellas, y otras dos han desaparecido en los últimos años por hundimiento y roturaciones, precisa el naturalista. Es una cifra significativa, teniendo en cuenta que en toda España apenas se conocen «poco más de un centenar de refugios» de la especie, algunos con numerosos ejemplares, lo que les hace más vulnerables ante una posible catástrofe puntual.
La Cueva de las Yeseras ampara una de las colonias de cría más importantes de todo el país
La estimación de un número de individuos muy superior a los anteriormente calculados (a finales del siglo pasado se creía que existían entre 7.000 y 10.000 ejemplares en todo el país, casi la mitad de los estimados ahora) no debe llevarnos a pensar en una acelerada recuperación, aclara Guardiola. «Lo que ocurre es que en los últimos 20 años se ha mejorado en el conocimiento de la especie y se han encontrado refugios que antes no se conocían». De este modo, insiste, «es a partir de ahora cuando empezamos a tener información suficiente» para en un futuro próximo estimar su evolución.
Por ejemplo, el proyecto ha sacado a la luz tres colonias con varios centenares de individuos en Albacete, donde anteriormente apenas habían trascendido tres o cuatro citas de individuos aislados, revela Guardiola. Uno de los ejemplares anillados en la provincia vecina, en concreto en Alcaraz, fue recapturado posteriormente en las Lagunas de Ruidera, a más de 70 kilómetros de distancia, lo que evidencia la capacidad para moverse de esta especie cavernícola de unos 10 gramos de peso de la que aún queda mucho por saber.
Por ahora, buena parte de lo que se conoce de este murciélago, fundamental como todos ellos para el control natural de plagas, lo muestra ANSE en la exposición itinerante que incluye su proyecto sobre el patudo, en las charlas que ya lleva impartidas en una treintena de colegios e institutos, en la web específica que ha habilitado sobre la iniciativa, en los 2.000 pósteres divulgativos sobre los que se ha basado la infografía que ilustra este reportaje y en el documental 'Myotis capaccinii', presentado el mes pasado en una jornada científico-técnica nacional sobre la especie que ANSE organizó en Santomera junto a la asociación conservacionista Meles.
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