Un potente motor de cambio social

La voluntad de ayudar forma parte del ADN de los miembros que conforman la Fundación Tienda Asilo de San Pedro. La entidad, una de las más antiguas de la Región, comenzó su andadura en 1894, cuando se constituyó con el objetivo de paliar las necesidades de alimentación de los más necesitados de Cartagena. Con más de 120 años a sus espaldas, Fundación Tienda Asilo de San Pedro no ha dejado atrás desde entonces su carácter solidario y en la actualidad presta apoyo a los colectivos más vulnerables de la Región a través de proyectos enfocados en áreas tan variadas como la salud, la formación y la cooperación internacional, entre otros.

Uno de los proyectos que tiene en marcha actualmente es 'Vía Inclusión', una iniciativa que desarrolla en toda la comarca de Cartagena y especialmente en el barrio de Lo Campano, donde la fundación tiene su sede. A través de 'Vía Inclusión' se ponen en marcha acciones destinadas a potenciar la participación de personas en situación de exclusión y vulnerabilidad en los distintos ámbitos de la vida pública. Así, entre las labores que realiza se encuentran la acogida, la información y el apoyo de las personas y sus necesidades; acompañamiento en procesos de desarrollo personal; actividades de formación específica; acciones para facilitar el acceso y el disfrute de los derechos sociales básicos; y actividades de participación y ocio.

En este intento por mejorar su situación y su entorno, los profesionales de 'Vía Inclusión' acompañan a los participantes, que se integran en el programa por voluntad propia, «en su proceso de cambio y de transformación en el ámbito en el que lo necesiten», recalca la educadora social de la fundación, Judith Martínez. «Vamos al ritmo del individuo, respetando su propio camino. Intentamos que tengan cubiertas sus necesidades básicas y trabajamos también el empleo y la formación», narra.

La alta tasa de desempleo de Lo Campano y la escasa formación de los colectivos con los que trabaja pusieron la primera pieza del engranaje de Fundación Tienda Asilo de San Pedro, que cuenta con su propio centro de formación desde 1999. En él imparten distintos cursos de profesionalidad, autorizados por el SEF, con los que sus alumnos, tanto personas externas a la entidad como miembros de 'Vía Inclusión', adquieren conocimientos en áreas tan variadas como la administración, la atención sociosanitaria, la soldadura o la gestión ambiental, entre otros,para posteriormente poder acceder al mercado laboral. «El empleo es la base de todo. La formación no es el fin, sino el medio para llegar a ello y al final muy poquitos del colectivo con el que trabajamos han terminado la ESO. Estos recursos dan a las personas la posibilidad de empezar a formarse, a motivarse y a descubrir qué quieren, siempre respetando los tiempos de cada una», apostilla Martínez.

Esta formación se complementa con un servicio de orientación, destinado a toda persona que lo requiera, en el que no solo se realiza un seguimiento de los avances educativos, sino que se les apoya en trámites administrativos (sellar el paro, solicitar prestaciones de empleo, dar información, gestionar becas...) y se les forma en herramientas digitales para encontrar trabajo a través de internet. «Observamos la cantidad de paro que había y vimos la necesidad de que estas personas adquirieran estas herramientas, fueran autónomas y que por su cuenta supieran cómo desenvolverse», explica la trabajadora social de la fundación, Caridad Gómez.

El punto final del trayecto se consolida con la realización de prácticas profesionales no laborales en empresas, lo que les permite demostrar sus capacidades y comenzar un camino que tiene como meta el empleo. Tener un trabajo reporta, además de estabilidad económica, «cambios en su autoestima, en quererse más a sí mismos, se sienten valorados, ven que son capaces de hacer cosas. He tenido personas que con 50 años pensaban que no las iba a coger nadie y se les ha podido emplear. Ha sido bastante satisfactorio», resume Gómez.

Otro de los valores principales del proyecto se centra en incentivar la participación colectiva en la vida de Lo Campano. En este sentido, Fundación Tienda Asilo de San Pedro trabaja en red con otras entidades y suma fuerzas a través de acciones encaminadas a mejorar el entorno, favorecer la creación de comunidad entre los vecinos y promover actividades de carácter lúdico que pongan en valor los aspectos positivos de esta zona.

«Si nombras Lo Campano, lo primero que te viene a la mente es conflictividad. Es un estigma que se tiene desde hace varios años y que afortunadamente ha cambiado mucho», señala el director del centro de formación, Julio Lillo, una idea que recalca Judith Martínez, que considera que se ha producido «un cambio de mirada». «En los últimos años esa visión negativa ha variado bastante. Era un barrio abandonado y desde hace unos años la Administración local está mirando muchísimo por él en todos los aspectos», en parte gracias, según relata, «a la fuerza de todos los vecinos y las entidades que estamos presentes». «Me encanta mi trabajo y el barrio y creo que tiene un potencial brutal. No tenemos que venderle a nadie que es un barrio bueno, porque lo es».