Lluvia de ilusiones en bolas de Navidad

La Navidad es una de las épocas más felices del año. Los árboles, las calles decoradas y las luces que inundan todos los rincones son la expresión visual de una ilusión que desborda a la gente en esta época y que tiene su máximo ejemplo en los pequeños de la casa. Son precisamente los niños los que esperan con ahínco la llegada de unas fechas que, además de encuentros con familiares y amigos, les traen la visita de los Reyes Magos, encargados de dejar cada año bajo el árbol ese juguete que llevan meses deseando tener.

Mantener la ilusión de los pequeños por despertarse cada 6 de enero en busca de aquello que pidieron en su carta es uno de los objetivos de CaixaBank, que cada Navidad une fuerzas con asociaciones y fundaciones para que ningún pequeño se quede sin su regalo. En este sentido, CaixaBank engloba este esfuerzo bajo el paraguas de 'El Árbol de los Sueños', una iniciativa que se desarrolla en colaboración con el programa CaixaProinfancia de Fundación laCaixa, y que se realiza en todas las oficinas de la entidad en España, en las que se coloca un árbol de cartón del que cuelgan bolas de Navidad que portan en su interior la carta para los Reyes de niños que forman parte de ONG que trabajan con colectivos vulnerables. A través de estos elementos decorativos, clientes y empleados de CaixaBank se convierten en los Reyes Magos particulares de estos pequeños, comprando y dejando bajo el árbol ese regalo que posteriormente es recogido por las entidades participantes, que entregan a los padres el obsequio pedido para que luzca en el árbol desde primera hora del 6 de enero.

Pese a que ahora es un clásico de estas fechas en las oficinas de CaixaBank, 'El Árbol de los Sueños' fue una iniciativa que surgió hace apenas tres años en Barcelona, cuando «se colaboró con una entidad social que tenía una serie de niños viviendo en pisos tutelados y encontraba muchas dificultades económicas para que en Navidad tuviesen un regalo de Reyes», explica la responsable de acción social de CaixaBank en la Territorial de Andalucía Oriental y Murcia, Yolanda Solero. Para ayudarla a conseguir estos regalos, se inició 'El Árbol de los Sueños' como un proyecto piloto, inicialmente solo en la provincia de Barcelona, que se convirtió en poco tiempo en todo un éxito. «Al cabo de tres días habían conseguido aproximadamente 300 regalos, que era lo que se necesitaba», recuerda Solero.

Si 'El Árbol de los Sueños' era una iniciativa necesaria, la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19 ha incentivado aún más la necesidad de proyectos que devuelvan a los pequeños de los hogares más desfavorecidos la ilusión de estas fechas. Con 'El Árbol de los Sueños', se ha conseguido reunir en esta edición en la Región en torno a 1.000 regalos que este año irán destinados a niños de Cepaim, Fundación Secretariado Gitano, Cáritas y, por primera vez, el Ayuntamiento de Abarán.

Estos obsequios son, para la técnico socioeducativa de la Fundación Secretariado Gitano, Concepción Fernández, una «ilusión en estas fechas y, más ahora, porque después de todo el año que las familias y los niños han pasado con la Covid-19, el tener un detalle de parte de alguien que no conoces es lo que nos da vida. Tener el apoyo de CaixaBank y CaixaProinfancia para nosotros es muy importante, porque en coordinación con ellos hacemos un ratito feliz a nuestras familias y a los niños», apostilla la profesional, una idea que también reseña el responsable de una de las redes de CaixaProinfancia en Cepaim, Pedro Luis Ayala, para el que «no es solo lo material, sino que es también una ilusión para las familias, que pueden poner magia a ese día entregándole un regalo a su niño».

Aunque el foco principal reside en los niños, para el secretario general de Cáritas Diócesis de Cartagena, Juan Antonio Illán, 'El Árbol de los Sueños' no es solo «una iniciativa muy positiva», sino que también lo enmarca como «una forma de que la sociedad tome conciencia de las necesidades que hay. Al final, la red de oficinas de CaixaBank están transmitiendo el mensaje de que hay que tomar conciencia de la realidad que están viviendo muchas familias. Estamos llamados a comprometernos y a no ser indiferentes». Por otro lado, también acentúa el valor de la experiencia de la noche de Reyes como necesaria para «tener un crecimiento vital saludable. Trabajar contra la pobreza y la exclusión social no es solo una lucha en lo económico, es también una lucha en estas cosas. Necesitamos ayudar a la infancia a que tenga experiencias vitales con las que romper esa transmisión de pobreza y estos detalles son cosas que suman», subraya.

Junto a las asociaciones y a CaixaBank, la cara de la moneda sin la que nada de esto funcionaría son las personas como Marian Cabrera, antigua trabajadora y clienta de la entidad, que lleva tres años participando en la iniciativa, «porque pensar que hay un niño que va a tener la ilusión de los Reyes Magos porque yo se la he podido dar me llena muchísimo», recalca.

Esta mujer, «gran convencida de la Fundación laCaixa», es una de esas personas que llevan el gen del voluntariado de la entidad en el ADN, «porque están muy implicados con la sociedad y la infancia». Ese gusanillo que lleva desde siempre en su interior y que la ha llevado a participar en otras muchas causas solidarias es algo que se fomenta mucho desde CaixaBank, una entidad en la que, como destaca Yolanda Solero, «el compromiso social no es algo que surge de una iniciativa, sino que llevamos más de 115 años desarrollándolo».