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Izania Ollo

La espera de los vulnerables sin vacuna contra la Covid

La logística de los inyectables imposibilita su administración a grandes dependientes inmovilizados, como la actriz Margarita Lozano, encamada en Puntas de Calnegre: «Me la pondré el día que sea posible»

Lunes, 18 de enero 2021

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Encamada en su casa de Puntas de Calnegre pasa los días la universal actriz Margarita Lozano, nacida en Tetuán, pero lorquina hasta los huesos desde que pisó la localidad de niña. Unos huesos que fueron dejando de responder a las órdenes de su aún clarividente cabeza muy poco a poco. Los achaques de la edad la llevaron a esa cama hace ya tres años. Y a sus 89 años, asegura encontrarse «totalmente inmóvil e inutilizada en todos los sentidos. Aunque estoy bien cuidada. Tengo a tres personas conmigo, pero no puedo moverme». Como ella, muchos otros ciudadanos de riesgo que la Consejería de Salud trata de cuantificar estos días tienen imposible llegar a un centro de salud para recibir la vacuna contra el coronavirus que les proteja del explosivo avance de esta pandemia. Las limitaciones de las vacunas disponibles hacen imposible que un equipo se las administren en casa.

En la Región de Murcia hay reconocidos 13.400 dependientes de grado III o grandes dependientes, personas que necesitan ayuda para realizar actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y que no disponen de autonomía personal. De estos, Salud estima que en esta primera etapa debe vacunar a cerca de 9.300, que son los que cumplen los requisitos de tener un grado de discapacidad mayor o igual al 75% o que no hayan sido valorados y que, además, no se encuentren ya en una residencia. Esta cifra incluye a los que tienen la posibilidad de moverse y a los que, como la actriz, no pueden hacerlo. La delicada situación de Margarita la ha llevado a ser usuaria del servicio de teleasistencia de Cruz Roja, que consiste en la instalación de un dispositivo con el que puede reclamar atención en cualquier momento con solo pulsar un botón. En la Región, cerca de 3.000 personas mayores y dependientes disponen de este servicio, según fuentes de la organización humanitaria.

Inicio en los centros de día

Salud espera empezar entre la próxima semana y la siguiente la vacunación al personal y los usuarios de los centros de día, aunque los trabajadores todavía aguardan detalles sobre este proceso. «No tenemos la certeza de que vayan a venir aquí a vacunar a todos los usuarios. Está todo un poco en el aire, por lo que sabemos. Parece que hablan siempre de vacunar primero a los profesionales», comenta la trabajadora social de la Asociación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados Físicos (Aspaym), María Dolores López.

Pedro Martínez, presidente del Comité de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad de la Región de Murcia (Cermi), estima que «son cerca de 3.000 usuarios y en torno a mil profesionales, los que se vacunarían en esta fase. Es decir, 4.000 en total». También se iniciará próximamente la inmunización a las personas dependientes. Pero la difícil logística que plantea la vacuna de Pfizer deja fuera a personas como Margarita, cuyas piernas han dejado de pisar tan fuerte como acostumbraban cuando viajaba por África con su marido, ya fallecido, o pisaba los escenarios de los mejores teatros. Hoy esas piernas requieren de los servicios de un fisioterapeuta tres veces por semana. Procura, mientras tanto, limitar al máximo el riesgo de que el virus entre en casa. Encarna, su cuidadora principal, «vive en una pequeña casa y va y viene todos los días. La mayoría de los días duerme aquí», cuenta la actriz. Además dispone de otra persona que la cuida por las mañanas y una que va por la noche «para no molestar a Encarna a esas horas».

Salud prevé que haya que esperar a la llegada de los preparados de Oxford o Janssen para poder inmunizar a domicilio

El exresponsable de vacunación de la Sanidad murciana durante 37 años y actual consultor del Ministerio en la estrategia nacional de vacunación, José Antonio Navarro Alonso, explica que una vez que estas vacunas se descongelan tienen «una vida media muy corta». Concretamente cinco días en frigorífico y solo cinco horas a temperatura ambiente. De cada vial de Pfizer se pueden extraer hasta seis dosis y, «por las propias características de la vacuna, tampoco se puede transportar una vez que ya se ha reconstituido para ir casa por casa». Por ello, la recomendación del Ministerio es que la vacuna se diluya en el mismo lugar donde se va a administrar. «Es un problema logístico muy importante, que es muy difícil de solucionar y que requiere una planificación muy laboriosa», reconoce.

Moderna, ¿la esperanza?

La principal duda que intentan resolver ahora los expertos es si la administración domiciliaria podría hacerse con la vacuna de Moderna, de la que ya hay dosis disponibles en la Región, o habrá que aguardar a la de Oxford-AstraZeneca. La de Moderna tiene un almacenamiento y un transporte más sencillo, pero sigue siendo una vacuna «muy sensible al momento del transporte» y viene en viales de diez dosis, por lo que habría que realizar múltiples desplazamientos para aplicarla. «Yo pienso que con esa vacuna sí que se podría ir ya a domicilios de personas que tienen una imposibilidad de movilidad para poder vacunarlas 'in situ'», señala Navarro, aunque reconoce que hay aún aspectos por solucionar.

El experto José Antonio Navarro explica que la de Moderna «sigue siendo difícil de manejar», aunque no descarta que pueda servir

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, aseguró el pasado miércoles, durante la rueda de prensa para anunciar nuevas restricciones por la ola de contagios, que el equipo técnico de Salud está trabajando para que los grandes dependientes inmovilizados «no queden sin su vacuna y se les pueda aplicar lo antes posible», y especificó que se busca una solución para actuar con las vacunas «que tenemos ahora mismo disponibles». Sin embargo, fuentes de la Consejería de Salud descartaron, a preguntas de LA VERDAD, la posibilidad y aseguraron que, según las instrucciones dadas por el Ministerio, «habrá que esperar a las de Oxford o Janssen» para acudir a las casas de los inmovilizados.

El débil ARN mensajero

José Antonio Navarro señala que el transporte sigue siendo el punto más delicado de las vacunas basadas en el ARN mensajero, como las Pfizer y también la de Moderna: «Es un tema que probablemente haya que delimitar una vez que el Ministerio tenga el contacto con el fabricante y se diga hasta qué punto ese transporte se podría hacer, siempre que sea un trayecto corto. Pero eso se irá definiendo con los días».

Mientras estos grandes dependientes no reciban la vacuna, su necesidad de cuidadores puede suponer una ventana de oportunidad para el virus. Para Navarro, saber si las vacunas que se están administrando ahora pueden proteger, ya no solo de la infección al receptor, sino también de que este pueda contagiar a otras personas, es una de las principales incógnitas actuales. «Hay que estudiarlo, porque tiene una importancia capital», afirma. Si se probara que las vacunas de Pfizer y Moderna proporcionan la llamada inmunidad esterilizante, la vacunación a cuidadores cobraría otra dimensión, erigiéndose como una forma eficaz de proteger a los más vulnerables de quien debe cuidarles. Además, «acercaría la posibilidad de conseguir la ansiada inmunidad de rebaño», señala.

Datos

  • 9.300 personas dependientes deben ser vacunadas en la Región. Salud sigue cuantificando cuántos de ellos están inmovilizados

  • 4.000 vacunas serán administradas a usuarios de centros de día y trabajadores próximamente

  • 3.000 mayores y dependientes están inscritos en el servicio de teleasistencia de Cruz Roja

«Si las vacunas de Pfizer y de Moderna, de las que no sabemos todavía si tienen esa cualidad, tuvieran algún efecto sobre reducción de la transmisión del virus, sí que podríamos conseguir al administrarlas a los cuidadores que, de alguna manera, las personas que no se pueden vacunar y son grandes dependientes tuvieran menos posibilidades de adquirir el virus porque sus contactos con la vacuna podrían tener una menor capacidad de excretar virus», cuenta Navarro.

Los datos preliminares sobre la vacuna de Oxford sí indican que reduce la excreción de virus, explica el experto: «Probablemente pronto se publiquen resultados sobre qué cantidad o qué capacidad tiene de reducir la transmisión. Pero hasta ahora, todo apunta a que, si no llega a bloquear, sí que reduce la infección a terceros por personas vacunadas».

Lo que tiene claro Margarita es que ella se pondrá la vacuna cuando esté disponible, siempre que su médico José María, del que sigue instrucciones a pies juntillas, se la prescriba. «Todo lo que pueda ser útil, el día que llegue y sea posible, será bienvenido. Naturalmente que me la pondré. Pero sobre cosas tan importantes los que deben decidir son los expertos y los científicos».

La Región, a la cola en plazas de residencias para mayores

El Ejecutivo regional, en voz de su presidente, Fernando López Miras, ha subrayado a lo largo de la pasada semana que Murcia ha sido de las primeras comunidades en acabar de administrar la primera dosis en las residencias y haber iniciado «antes que muchos otros la vacunación entre los profesionales sanitarios». Sin embargo, esta celeridad podría explicarse por el déficit de plazas en residencias en la Región, que da como resultado una menor proporción de usuarios a vacunar que en otros lugares de España, según revelan los datos oficiales sobre residencias de mayores publicados recientemente por el Imserso y recogidos por un informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, que sitúa a Murcia en último lugar entre todas las autonomías en oferta de plazas para mayores.

En concreto, la Región cuenta con una cobertura de plazas del 2,27% sobre su población de mayores de 65 años, cuando la media nacional se sitúa en el 4,2%. El informe estima que hay un déficit de 6.500 plazas para alcanzar la ratio de cinco por cada cien mayores de 65 años que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los mayores de 80 años que no hayan sido vacunados en residencias quedarán para la segunda etapa de la estrategia nacional. La Región cuenta con casi 70.000 personas en esta franja de edad.

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