Los drones despegan en el mercado laboral

Los jóvenes apuntan alto con sus expectativas laborales y amplían horizontes formándose para profesiones hasta hace poco desconocidas. Es el caso de los pilotos de drones. Estas máquinas han pasado de ser un juguete a una herramienta de trabajo más para empresas de los más diversos sectores. Tal es el auge de esta profesión que la Región de Murcia es la segunda comunidad donde más jóvenes se plantean esta salida laboral. En concreto, uno de cada tres jóvenes murcianos se ha propuesto alguna vez ser piloto de drones. O lo que es lo mismo, el 40,28%, tan solo por detrás de Castilla La Mancha (41,11%), según una encuesta realizada por el Centro de Formación de Vuelo European Flyers a más de 2.000 personas de entre 15 y 20 años para descubrir la perspectiva que tienen de este oficio.

Ahora bien, aunque se trata de una actividad en pleno crecimiento, donde la tecnología juega un papel fundamental, uno de los principales problemas de ser piloto de drones es el desconocimiento existente sobre esta labor. «Es un mundo por descubrir. Los sistemas de drones están en constante evolución, adaptándose a las nuevas aplicaciones y, sobre todo, a un uso sencillo y eficiente. La legislación también ha dado un salto enorme, permitiendo el crecimiento de este sector de la aeronáutica. Hace unos años era impensable que un dron sobrevolara el cielo de San Javier por ser la Ciudad del Aire. Ahora, con los permisos adecuados, es viable», indica Hugo López, responsable de la escuela de pilotos de San Javier Aeroclub.

López asegura que antes de la pandemia experimentaron un incremento en las matrículas, pero ahora, con la demanda «estabilizada en la Región, estamos viviendo una explosión de actualidad, entre noticias y novedades, en torno a este vehículo aéreo, que puede despertar el interés de los más jóvenes y aumentar su atractivo de cara a la formación de nuevos profesionales». Entre las aplicaciones que ofrecen los que eran considerados meros artículos de entretenimiento se encuentran labores de salvamento, deportes, agricultura, eventos y reparto.

En palabras del director del departamento de drones en European Flyers, Gonzalo de Santisteban, estos aparatos «ya se están empezando a utilizar en la mayoría de los sectores con diferentes fines. Es un mercado dinámico, en constante cambio. Algunas de las muchas salidas laborales que ofrece esta profesión son trabajos de medio ambiente, audiovisuales, acciones de rescate y el sector industrial. En definitiva, es una profesión que permite probar diferentes campos hasta que encuentras tu sitio». Es por la libertad que otorga y que resulta tan atractiva entre la juventud, que disfruta de una formación muy práctica y actualizada. En cuanto al perfil de piloto de drones, las empresas buscan profesionales preparados, con capacidad de adaptación a las cambiantes tendencias y una formación previa que les permita especializarse en un determinado ámbito. «Los profesionales deben aunar diferentes disciplinas y capacidades. Hay quienes se especializan en pedir permisos, que parece algo sencillo, pero requiere de trámites muy laboriosos», subraya De Santisteban.

Alba Montoro es buen ejemplo de ello. Graduada en Comunicación Audiovisual, decidió formarse como piloto de drones mientras encontraba trabajo tras acabar sus estudios universitarios. «Quería distinguirme del resto y potenciar mi currículo. Me ha abierto muchas puertas laborales saber manejar una cámara y un dron. De hecho, en mi puesto actual es lo que más utilizo para realizar fotografías y vídeos a instalaciones fotovoltaicas. Una imagen desde las alturas tiene un encanto especial», admite la joven de 26 años.

De la misma edad, Kristian Blázquez ha introducido el servicio con drones en sus reportajes fotográficos de celebraciones y editoriales de moda. «Los clientes lo demandan mucho porque el dron te permite capturar cualquier momento desde una perspectiva más artística. Es una forma muy creativa de mantener vivo cualquier tipo de recuerdos», comenta el fotógrafo.

Mónica Ruiz y Vanesa Medina han dado un paso más creando su propia empresa: Las dronas. Desde hace dos años realizan trabajos de lo más variopinto, como un 'tour' virtual para una inmobiliaria, la inspección de las fachadas de colegios en los que se van a colocar placas solares o la grabación de una clase de yoga en el mar. Ambas se conocieron en su puesto de vigilantes de seguridad y decidieron estudiar la formación avanzada de piloto de drones porque «la aviación es un mundo que siempre nos ha atraído», explica Vanesa Medina.

En su empeño por crecer y seguir abriendo camino, se han titulado para poder fumigar con drones, y ya ultiman detalles para resolver los primeros encargos. «Hacemos un estudio previo del terreno para detectar el problema y poner solución», indica Vanesa, quien reconoce que «es un sector emergente en la Región. No se sabe mucho de las aplicaciones porque es algo que se actualiza por días. Por ello, las empresas siguen optando por medios tradicionales para sus servicios y no explotan estos recursos. Aún así, es un mundo que viene pisando fuerte», concluye Medina.

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