Los incendios en dos colegios movilizan a los padres

MURCIA. Padres de alumnos de los colegios públicos Antonio Delgado Dorrego de Sangonera la Verde y Santa María de Gracia, en el barrio de la ciudad con el mismo nombre, están en pie de guerra debido a los incendios registrados en ambos centros en los últimos días, pues consideran que comprometen la seguridad de sus hijos. Las dos AMPA están decididas a iniciar movilizaciones para exigir a las administraciones públicas que pongan soluciones. Estas pasan por incrementar la vigilancia policial, en el caso de la pedanía, y por renovar la «obsoleta» instalación eléctrica, en lo que respecta a Santa María de Gracia.

El que se produjo en la tarde del martes fue el quinto incendio que tiene lugar en apenas un mes y medio en el colegio Antonio Delgado Dorrego, lo que ha puesto en alerta a la Policía Local y la Guardia Civil, que tienen la certeza de que en todos los casos el fuego, que afecta a una zona de cipreses que rodea de forma perimetral el edificio, ha sido causado por la mano del hombre.

«Estamos muy encima de este tema. Tanto el concejal de Educación, Rafael Gómez, como yo hemos visitado la pedanía y estamos en contacto con la Consejería para establecer mayores medidas de seguridad. Hasta el momento, las investigaciones de los agentes no están teniendo resultados porque la persona responsable de las llamas cambia su 'modus operandi'. Pero se está trabajando muy seriamente para localizar a este presunto pirómano», declara la edil de Tráfico y Seguridad Ciudadana, Lola Sánchez Alarcón.

El director del centro de Sangonera, relató que, mientras que los cuatro incendios anteriores han tenido lugar en fin de semana, el último se produjo casi a las tres de la tarde, cuando 120 alumnos que se quedan en el comedor escolar permanecían en el recinto. «Hay un patio bastante amplio y en ningún momento hubo peligro. Nosotros mismos apagamos las llamas con los extintores. Pero es lógico que los padres estén preocupados, porque pensábamos que era cosa de gamberros y ahora vemos que es un asunto más serio. La Policía y la Guardia Civil están implicadas para resolver esta situación», explica el docente, quien pide al Gobierno regional que se eleve la valla que rodea el inmueble.

El suceso del martes ha hecho perder la paciencia a la asociación de madres y padres, cuya presidenta, Ana Blaya, anuncia que mañana habrá una asamblea en la que «muy probablemente» se acordará realizar acciones reivindicativas. Y es que, según Blaya, ya no solo se trata de que ardan los cipreses, sino que el colegio «es víctima desde hace mucho tiempo de actos vandálicos. Saltan la valla y se cuelan dentro para fumar porros, hasta el punto de que las limpiadoras nos han confesado que realizan su trabajo con miedo por si se encuentran con alguien inapropiado. Este verano ocasionaron destrozos en las aulas de Infantil y robaron proyectores. Pero el incendio a unos metros de niños ha superado todas las líneas rojas. Hay que hacer algo», recalca la presidenta del AMPA, quien cuenta con el apoyo del PSOE. Su portavoz, Susana Hernández, recuerda que este partido lleva 15 años denunciando las deficiencias de este centro, que cuenta con 600 alumnos, con varias mociones llevadas al Pleno.

En el caso del colegio de Santa María de Gracia, las llamas iniciadas en la cocina que obligaron a desalojar el centro el pasado martes no fueron intencionadas, sino que se debieron «a la deficiente instalación eléctrica», según asegura en una nota de prensa la asociación de madres y padres. Añade que la instalación eléctrica, con una antigüedad de 38 años, «se ha quedado obsoleta», siendo frecuentes los cortes de luz por sobrecargas en la red que interrumpen cada dos por tres la actividad lectiva. «Enviamos a nuestros hijos al cole con el miedo de que lo que el martes fue un incendio en la cocina, mañana puede ser en un aula repleta de niños», indican desde el AMPA.

La asociación anuncia en el comunicado que va a llevar a cabo «todas las acciones de protesta y movilizaciones que sean necesarias» para conseguir que se sustituya la «anticuada» instalación eléctrica, exigiendo a la Consejería de Educación, Juventud y Deportes que incluya al colegio dentro del plan para la mejora de la climatización de los centros educativos de la Región.