La Guardia Civil recupera una cruz pectoral de la Fuensanta del tesoro robado en 1977

A los pies de la Virgen de la Fuensanta, en su santuario, la Guardia Civil entregó ayer al obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, una cruz pectoral de la Virgen de la Fuensanta y dos libros, pertenecientes al tesoro de la Catedral, que fueron robados en 1977. En el acto participaron el coronel jefe de la 5ª Zona de la Guardia Civil, Jesús Arribas, así como la consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, y el delegado de Gobierno en funciones, Francisco Bernabé.

Con esta nueva operación se ha recuperado una cruz pectoral de oro y diamantes del ajuar de la Virgen de la Fuensanta. Esta joya se conoce como el 'pectoral del Obispo Alguacil' y fue regalada al obispo de Cartagena por la reina Isabel II. Es uno de los objetos que aparecen en la película que mostraba las piezas que constituían el tesoro de la Catedral, facilitando así su identificación.

Además, se han entregado también dos libros de los siglos XVI y XVII pertenecientes a la Diócesis de Cartagena. Se trata de un índice (un inventario de documentos) y un libro de diezmos que ha dado nombre a esta operación. Fueron sustraídos de los fondos del Archivo de la Catedral y recuperados por la Benemérita el pasado mes de enero en el marco de la Operación 'Diezmo 1783'. Monseñor Lorca Planes destacó la importancia de estos documentos que son «la mejor joya que se me ha podido entregar».

El obispo de Cartagena dio las gracias a la Guardia Civil por esta recuperación del patrimonio histórico de la Región y de la Diócesis de Cartagena y «a la Virgen de la Fuensanta porque se ha hecho una labor de justicia». Estas piezas del tesoro de la Catedral se expondrán en su museo.

La joya había sido puesta a la venta en internet por un gemólogo de Benicasim (Castellón) que había comprado la pieza a una vecina de Alcira (Valencia), que ha sido detenida, acusada de los delitos de receptación y apropiación indebida.

Esta operación es continuación de la iniciada en septiembre de 2017, que llevó a recuperar en una casa de subastas de Madrid otras joyas de ese mismo robo, valorado en 300 millones de pesetas de la época, unos 1,8 millones de euros hoy.

Se localizaron otra cruz pectoral de finales del siglo XVIII con 16 esmeraldas y más de 450 diamantes y un collar de la primera mitad del XIX con 264 diamantes y 49 aguamarinas, junto a un farol de plata del XVIII.