La Catedral de Murcia nunca vista

Es imposible hacerse una idea del detalle con el que se ejecutaron hace siglos las figuras, las decoraciones y el resto de los elementos que componen el imafronte de la Catedral de Murcia. Unas imágenes que, al contemplarlas, han dejado boquiabiertos a expertos muy acostumbrados a ver trabajos de otras épocas muy loados por quienes los han estudiado. Son su arquitectura y ornamentación de las «más exquisitas» del Barroco europeo, obra del arquitecto del siglo XVIII Jaime Bort. Y lo que va a comenzar en los próximos días será una restauración histórica.

Es el caso de la arqueóloga María Haber, del restaurador Pablo Molina y del jefe de obra que está a punto de comenzar, Ismael Moreno, quienes encabezan el equipo, junto con el autor del proyecto, Juan de Dios de la Hoz, que va a llevar a cabo los trabajos de restauración de la fachada del templo. Unos trabajos que se estima que se prolongarán durante un año y en los que el Obispado de Cartagena invertirá alrededor de 1,2 millones de euros.

«Yo vengo a disfrutar, ya que además, por primera vez, no estaré excavando sino en altura, algo nuevo para mí», comenta la arqueóloga, que en esta ocasión representa a la empresa Proyectos de Ingeniería Maurandi (Pi-Ma). María Haber ha participado en las excavaciones arqueológicas del yacimiento de San Esteban (con la Universidad de Murcia), en las de la muralla de Santa Eulalia y en el complejo histórico de las fortalezas del Rey Lobo en Monteagudo.

«Seguramente más de una vez nos quedaremos clavados, con la mirada fija en estos elementos, en estas imágenes que, además, son más grandes de lo que parecen desde abajo», añade la arqueóloga. Junto a ella, y con copias de los planos del imafronte desplegados sobre una mesa de trabajo, asienten Pablo Molina, de la empresa Repristinare, especializada en la restauración/conservación de obras de arte, e Ismael Moreno, de Orthem-Hozono Global, la empresa encargada de las obras. «Para mí es un reto, que además afronto con orgullo; aunque hay también detrás un poco de vértigo» por la responsabilidad que conlleva el encargo.

Molina, a todo lo anterior, añade las vistas de la ciudad que puedes contemplar. «Y en mi faceta de restaurador e historiador, es un espectáculo ver los detalles que tienen cada pieza y como están acabadas».

Esa precisión, y a la vez buena conservación pese a los siglos que han discurrido, la destaca Ismael Moreno de las cuatro figuras de los santos de Cartagena de la parte inferior. «Aún hoy es posible contemplar las sayas que los cubren y la minuciosidad con que las tallaron hasta el bordado de estos tejidos».

Pablo Molina no deja de loar toda la iconografía, la decoración que acompaña a ángeles y santos, «que es espectacular»; mientras que María Haber añade «las soluciones técnicas» que desde el punto de vista de la arquitectura se lograron durante la construcción «y en aquella época».

Sobre la mesa también descansa un ejemplar de La Fachada de la Catedral, obra escrita por el profesor Elías Hernández Albaladejo, en 1990.

Las primeras actuaciones se centrarán en la limpieza de la piedra, tras los estudios previos sobre las pátinas o capas que la cubren. «Este es un trabajo arduo y que no se ha acabado todavía», explica Pablo Molina, quien comenta que todo lo que se haga les va a servir para conocer «un poco más» cómo está compuesta la fachada y si hay vestigios de policromía, que todavía no se han encontrado. Es «una oportunidad» que no van a desperdiciar y que también les va a permitir comprobar lo que Hernández Albaladejo describe minuciosamente en su libro.

El director de obra, Ismael Moreno, destaca que se empezará a trabajar desde la parte superior, que se levanta 35 metros a partir de las balaustradas. «Tras las limpiezas, saldrán mejor las imperfecciones que tiene la fachada, y analizaremos cómo se van a trabajar sobre ellas: qué restaurar y qué mantener», indica. Molina añade que debido a lo amplio de la zona sobre la que van a actuar tienen que ir viendo, ayudados por todo tipo de herramientas (fotografías, analíticas...), «cómo está la fachada y qué nos pide», en cada momento. Y octubre va a ser el mes dedicado a toda esa fase previa.

El objetivo no es solo restaurar y consolidar la fachada, insiste Haber, «sino también ir más allá de lo que se conoce de ella y de lo que dicen las fuentes históricas: esos pequeños detalles y su evolución» que están más a mano gracias a los medios técnicos.

Todo ese conocimiento se plasmará en un informe de obra que los expertos que han participado en ella esperan que sirva para futuras intervenciones. Un equipo que también contará con «los mejores especialistas» restauradores entre canteros, vidrieros, ebanistas, y herreros.

La intervención consiste en la protección de todos y cada uno de los elementos que componen la fachada, ya sean escultóricos o arquitectónicos. Además de esa limpieza general apuntada, se prevé la reparación y protección de las cornisas; la aplicación de consolidantes de agua de cal; la restauración de elementos deteriorados; la reparación de balaustradas; y la limpieza y protección de las vidrieras, así como varios sistemas para evitar que las palomas aniden. También se han incluido algunas instalaciones de iluminación.

Con la experiencia ya vivida de contemplar de cerca cada elemento de la fachada catedralicia, ninguno de estos tres expertos dudan de que «van a superar las expectativas» de las personas que se apunten a las visitas guiadas que hay previstas.

«Lo van a ver todo con mucha nitidez, aunque no van a subir por el andamio principal y más pegado al imafronte, que es el de las obras; pero debemos decir que está muy estudiada la ubicación de cada una de las plantas para que puedan contemplarlo con detalle», manifiesta Ismael Moreno.

Las visitas guiadas comenzarán en cuanto se instale la lona 'quitamiedos' en la estructura de los andamios, algo que está previsto para dentro de un par de semanas. Toda la información sobre las visitas y la compra de tickets se podrá consultar a través de la web lossecretosdelafachada.com, que aún no está activada. Tampoco se ha fijado todavía su precio.

El personal del museo de la Catedral es el elegido para ejercer de guía; ellos se encargarán de explicar, por ejemplo, todos los elementos que acompañan a la figura de los santos y su significado. De hecho, este pasado martes los guías realizaron una primera visita a la estructura de los andamios para saber desenvolverse con seguridad por las distintas plataformas.

El Obispado de Cartagena ha habilitado cuatro cuentas bancarias para los donativos de los ciudadanos que estén interesados en contribuir en la restauración de la fachada. Además espera la aportación de entidades privadas que ayuden a sufragar el gasto.

La empresa encargada de las obras ha montado una estructura de 35 metros de altura, 35 de largo y de 6 a 8 de ancho, «uno de los mayores andamiajes instalados para una obra en España», según los datos facilitados por la compañía. En total, el andamio cuenta con una superficie de entre 7.000 y 8.000 metros cuadrados y está compuesto por más de 100 toneladas de hierro.

La instalación de esta gigantesca estructura se ha prolongado durante un mes y medio y su presupuesto asciende a cerca de 250.000 euros.

El andamio destinado a los profesionales cuenta con 16 plataformas de altura mientras que el de las visitas guiadas tendrá 7. Además, la estructura destinada a las visitas tendrá un ancho especial de dos metros para facilitar el movimientos.

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