Armas educativas para convivir con la diabetes
ACCIÓN SOLIDARIA - OBRA SOCIAL 'LA CAIXA' ·
La Asociación Murciana para el Cuidado de la Diabetes busca mejorar la calidad de vida desus usuarios a través de profesionales voluntarios y talleres de formación. También reclama la presencia de enfermeros escolares en todos los centrosbea martínez
Murcia
Lunes, 17 de agosto 2020, 07:17
Estar pendiente de su nivel de glucosa en sangre y tomar decisiones diarias sobre el nivel de insulina que debe inyectarse son actividades normales en la vida de María López. Esta joven de 24 años padece diabetes, una enfermedad que se desencadena cuando el páncreas no genera insulina (tipo 1) o cuando produce poca o no es absorbida de forma adecuada por el cuerpo (tipo 2). Su camino hasta llegar al diagnóstico comenzó con una serie de indicios que aparecieron cuando ella tenía 11 años y que pusieron en alerta a su madre tras una bajada considerable de peso. «Tenía todos los síntomas. Los miembros de mi familia se dieron cuenta de algunos, como que bebía mucha agua o que iba mucho al baño, pero fue cuando perdí once kilos en dos meses cuando me hicieron unos análisis de sangre y ahí me salió el azúcar por las nubes».
Esta nueva realidad en su vida fue el hilo conductor que unió, hasta día de hoy, el camino de esta joven con el de Adirmu, la Asociación Murciana para el Cuidado de la Diabetes. La entidad, de la que López es socia y voluntaria, busca prevenir la enfermedad y mejorar la calidad de vida de sus integrantes gracias a un nutrido grupo de profesionales voluntarios que garantizan la educación diabetológica y la continuidad de la atención personalizada, el apoyo familiar y escolar y servicios como el psicológico o el de nutrición, entre muchos otros. «La asociación lleva trabajando en Murcia más de 30 años. Se fundó a través de personas que tenían diabetes y que con el apoyo de un profesional sanitario comenzaron a reunirse para formar más a la gente», destaca Silvia Serrano, actual gerente de la entidad.
La formación es, en esta enfermedad, un factor clave para los que la padecen y sus familiares. A pesar de que la diabetes no es una patología desconocida, la realidad es que sí se conoce su nombre, pero no se sabe todo lo que implica. «La gente no la conoce. Hasta que no te toca no eres consciente de lo que es esto. Hay gente que dice que la diabetes no es nada, pero no es nada si el control es bueno y si sabes hacerlo. Si tienes diabetes y te cuidas vives como uno más, pero si no te cuidas esto pasa factura», apunta Serrano.
Para ello, para dotar a las personas que la padecen de todas las armas de aprendizaje a su alcance, Adirmu implantó la Escuela de Diabetes Prudencio Rosique, un espacio en el que, durante todo el año, «se da formación tanto a adultos como a jóvenes y niños. Este es un servicio gratuito para todo el mundo y no hace falta estar asociado, porque queremos que nuestra escuela sea algo universal y que cualquier persona tenga acceso a ella. En la asociación, nuestra principal labor es educar a la persona a ser independiente y buscamos que pueda ser gestor de su patología», recalca la gerente.
Estos encuentros, que se realizaban una vez a la semana en forma de charla o taller, no han perdido fuerza con la crisis sanitaria de la Covid-19 y Adirmu se ha reinventado durante este tiempo para continuar su labor formativa. «Ahora mismo no podíamos hacerlo presencial, así que hemos hecho 'webinar' casi todas las semanas con profesionales con los que hemos ido tratando distintos temas. Hay algunos a los que se han apuntado casi cien personas. Los participantes ven que realmente es importante saber sobre nuevas tecnologías, nuevos tratamientos o aspectos nutricionales», señala.
Sano por dentro y por fuera
La nutrición es, de hecho, uno de los aspectos clave que mantiene la diabetes a raya. En este sentido, la entidad cuenta con una nutricionista, Inmaculada Llopis, que enseña, a través de talleres grupales o individuales, las claves para llevar una vida sana con la enfermedad. «En la diabetes tipo 1 se tienen que poner su insulina acorde a la cantidad de hidratos de carbono que consumen al día, por lo que nosotros les ayudamos a saber cómo tienen que cuantificar lo que comen y cómo se lo tienen que planificar a lo largo del día para así, dependiendo de su glucemia, poder inyectarse la cantidad de insulina necesaria para llevar un buen control. En la de tipo 2, como suele venir acompañada de sobrepeso y sedentarismo, lo que hacemos es incidir en la dieta y llevar a través de ella ese control, por supuesto con su medicación también. La dieta y el ejercicio físico son pilares fundamentales», apostilla la profesional.
Con este servicio, Adirmu no solo continúa en su estela de formar a sus asociados, sino que rompe con ideas preconcebidas sobre la diabetes fruto del desconocimiento. «Los pacientes tienen que enfrentarse muchas veces a esos falsos mitos que siempre se han creído, como que tienen que hacer una dieta más restrictiva o que no pueden comer plátano, dátiles o arroz, y para nada es así. Con una dieta bien planificada se puede comer perfectamente de todo», explica Llopis. Es la misma idea que comparte María López, que señala lo interiorizado que está esto cuando muchas veces tiene que enfrentarse a ideas como «que de esto no puedo comer o si no puedo ingerir dulces. Tengo que llevar cuidado, pero el mismo que debería llevar cualquier persona».
Profesionales en los colegios
Romper con estas ideas preconcebidas y dar pasos hacia el conocimiento ha permitido conseguir algunos logros, como cuando en febrero del año pasado la diabetes dejó de constar como causa de exclusión médica exigible para las convocatorias de acceso a algunos empleos públicos.
«Tenemos una patología pero no somos enfermos. Queremos que nos contraten con la misma tranquilidad con la que se contrata a una persona que no tiene diabetes. Hemos conseguido que te puedas presentar a una oposición de Guardia Civil y Policía Nacional o Local aunque tengas diabetes y eso era impensable», comenta Serrano.
También recalca una de las batallas que aún continúa: la necesidad de enfermerías en los colegios, una lucha en la que los miembros de Adirmu «fuimos los precursores de la Plataforma por la Enfermería Escolar en Murcia y todo el mundo se adhirió. Queríamos que hubiera enfermeros en los colegios capaces de tratar a cualquier niño tanto sano como con cualquier patología. Es algo que llevamos reivindicando desde hace muchos años. Tenemos muy pocos enfermeros escolares y esto debería ser una realidad».