Animales y personas, un binomio de ayuda mutua
Acción Solidaria Fundación 'la Caixa' ·
El Colectivo Paréntesis, la Fundación Centauro Quirón y la protectora Almohadillas Felices unen fuerzas en 'Abriendo Puertas', un programa de intervención asistida con perros en el entorno penitenciario que favorece la reinserción social de los reclusos y ayuda a las mascotas a encontrar un hogarBEA MARTÍNEZ
Lunes, 14 de diciembre 2020, 07:40
Los animales, y concretamente los perros, son grandes compañeros de vida. De mayor o menor tamaño, de más o menos pelaje, estos seres vivos aportan a las personas un nivel de compañía, cariño y lealtad a veces incalculable. El poder que los animales tienen en las personas y el beneficio que les pueden aportar son dos aspectos que conocen bien en la Fundación Centauro Quirón, una entidad que realiza terapia asistida con animales y que ha unido fuerzas con el Colectivo Paréntesis y con la protectora Almohadillas Felices para llevar ese poder terapéutico de los perros al interior del Centro Penitenciario Murcia II.
La iniciativa, que se enmarca bajo el nombre de 'Abriendo Puertas', fue una idea que se gestó hace dos años a partir de un encuentro fortuito entre la presidenta de Colectivo Paréntesis, Virginia Ayala, y el presidente de la Fundación Centauro Quirón, Pedro Ferrer. «El proyecto comenzó en una entrega de premios solidarios. Ahí conocí a Pedro, que me comentó la idea de hacer una intervención con perros en el ámbito penitenciario. A partir de ahí empezamos a hablar y a proyectar en el futuro esta iniciativa», explica Ayala.
Esta idea, por la que llevan luchando desde entonces, se convirtió en realidad en noviembre, cuando las puertas de Murcia II se abrieron para conectar a personas reclusas con animales que necesitan ser rehabilitados para favorecer su adopción. En la actualidad, el programa tiene una duración de diez sesiones (la primera de introducción y la última de evaluación) y en él participan ocho personas que previamente ya han llevado a cabo de forma voluntaria un programa relacionado con el control de impulsos y las habilidades sociales. La iniciativa, que acaba de comenzar su segunda edición y que se ha podido poner en marcha gracias al apoyo de Fundación 'la Caixa', persigue un objetivo bidireccional: «se potencia la intervención que se realiza con los internos a nivel terapéutico y, además, se logra rehabilitar y entregar en adopción a perros que ahora mismo están en una protectora», recalca Ayala.
Aunque es una iniciativa pionera en la Región, la Fundación Centauro Quirón y el Colectivo Paréntesis han contado con un gran aliado para su inicio. Las entidades han tenido el apoyo de AlPerroVerde, una ONG de Barcelona que les ha prestado ayuda a lo largo de estos dos años para «formarnos y prepararnos, porque ellos ya llevan este tipo de programas en toda Cataluña e Italia. Queríamos que fuese un programa que tuviese continuidad en el tiempo y por ello queríamos hacer las cosas muy bien, de manera que cuando llegáramos al entorno penitenciario estuviéramos nosotros perfectamente capacitados para desarrollarlo y así tuviera más posibilidades de ser un éxito», resume Ferrer.
Para poder ponerlo todo en marcha, la última pieza del puzle ha sido la protectora Almohadillas Felices. Esta entidad, de la que Cristina García es presidenta, es a la que pertenecen los animales participantes, que son rehabilitados para poder encontrar un nuevo hogar. «Pedro se puso en contacto conmigo y me lo propuso. Estuvimos encantados de participar porque nos pareció muy buena idea», indica García. Así, ambos han sido los encargados de seleccionar a los perros participantes, una experiencia que a estos animales les ha permitido «salir del entorno en el que están, relacionarse con otra gente. También aprenden normas básicas. Se les nota mucho el cambio cuando vuelven. Están mucho más desestresados, atienden más y la conexión con la persona es más fuerte», resume García.
Un «beneficio enorme»
Iniciado como una experiencia pionera, la primera edición ha sido un rotundo éxito. «El beneficio se ve continuamente en esa interrelación que se va creando», destaca Ayala, que también recalca cómo estos perros mejoran el autoconcepto y la autopercepción de estas personas, que se van «empoderando al ver que están ayudando a un perro a encontrar un hogar. Eso ya es un beneficio enorme». Además, mejoran la paciencia, «porque el animal no aprende a la primera» y el estado de ánimo, «porque comparten espacio con otros compañeros. Se crea como un pequeño hogar donde se olvidan un poco del día a día y se centran en compartir para conseguir un objetivo común, que en este caso es que el perro esté cada vez mejor y que haga cosas que faciliten su incorporación a una familia».
Esta visión tan positiva es algo que comparte Pedro Ferrer, que señala haberse encontrado con personas «con muchas armaduras, con muchas capas que se van desmoronando conforme se van encontrando con el perro, que no les juzga. Con estos animales pueden ser ellos mismos y se van cayendo esas capas. Al final nos encontramos con personas sensibles, con ganas de aportar y de ayudar, lo que demuestra que si le das una oportunidad bien guiada y bien programada a una persona puede dar lo mejor de sí», enfatiza.
Además de todos los valores terapéuticos del programa, 'Abriendo Puertas' tiene un carácter de investigación que intenta demostrar la eficacia de la intervención asistida con perros en el entorno penitenciario. Para ello, el grupo participante (también llamado grupo experimental) se evalúa en relación a otro conjunto de ocho personas (grupo de control) que no participa en el programa. Así, ambos realizan una encuesta inicial y final y al terminar la edición se analiza la evolución de este primero (grupo experimental) con respecto al segundo (grupo de control).
El objetivo es demostrar a través de hechos contrastados que este tipo de terapias tiene para el que las vive un valor enorme y que complementan aún más ese carácter de reinserción que debe tener la cárcel. Una forma de pensar que comparte Pedro Ferrer, para el que, en su opinión, «el entorno penitenciario está planteado como un castigo y creo que se debe tener muy claro, aunque ya lo ponga en los papeles, que es un entorno educativo donde dotar a las personas que residen en él de oportunidades de reinserción real, porque eso va a ser bueno para la sociedad, para ellos y para todos».
Apoyo a las grandes iniciativas
Como parte del apoyo de Fundación 'la Caixa' a las entidades de la Región, Colectivo Paréntesis fue el pasado año uno de los seleccionados de la convocatoria de ayudas de Acción Social e Interculturalidad para el desarrollo del proyecto 'Alternativas', una iniciativa que se lleva realizando durante todo este 2020. A través de la ampliación de esta propuesta, la entidad ha podido dedicar parte de los recursos recibidos en 2019 a comenzar el programa 'Abriendo Puertas', centrado en la intervención asistida con perros en el ámbito penitenciario.