Fulgencio Belmonte.

«Fue un acto traicionero y cobarde. Solo queremos que se haga justicia»

Los familiares de Andrés Martínez no pueden ocultar su «rabia e impotencia» ante lo sucedido mientras esperan que el joven, que sigue en la UCI en estado grave, se recupere

Alicia Negre

Martes, 13 de diciembre 2016, 01:05

Justicia es prácticamente la única palabra que Fulgencio Belmonte, tío de la víctima, acierta a repetir a las puertas del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. Su sobrino, Andrés Martínez, permanecía ayer, al cierre de esta edición, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en estado grave y con pronóstico reservado, según informaron fuentes sanitarias. Tras su ingreso, los médicos explicaron que esas primeras 24 horas serían cruciales, y la familia seguía ayer con el corazón en un puño la evolución del joven. Belmonte remarcaba que su sobrino «se está jugando la vida» en el hospital y reclamaba a las autoridades que se aseguren «de que se hace justicia».

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Los familiares de Andrés vieron por primera vez el vídeo de la agresión en la sala de espera del centro hospitalario, a través del portal digital de este diario, y no podían ocultar su rabia e impotencia. «Se ve perfectamente que no hay una discusión, ni una pelea previa», recalcaba Fulgencio. «Fue un acto cobarde y traicionero».

Andrés, de 28 años, vive en Alcantarilla. Acaba de emprender una aventura profesional con una empresa de hielo, que combina con su trabajo de taxista, y es muy aficionado al ciclismo, un deporte en el que empieza a meter cabeza, incluso, de forma profesional. «Él es un chico muy sano que nunca ha tenido problemas», recalcó su tío.

Siete años de taxista

«Lo que ha sucedido es una vergüenza», criticaba el presidente de la Asociación Radiotaxi de Alcantarilla, José Pérez, en la que desde hace más de siete años trabaja Andrés con la licencia número 18. La víctima de la agresión y su novia se turnan mañana, tarde y noche para hacer los portes de viajeros en una Volkswagen Caddy, que está adaptada para clientes con discapacidad física. «Le conozco a la perfección, es una persona muy seria en el trabajo, no habla por no pecar y es muy cuerdo en todas sus decisiones». En la parada de taxis que hay frente a la plaza Adolfo Suárez, el delicado estado de salud de este vecino mantenía «indignado» al gremio de taxistas. «Esta gente se piensa que son sicarios», clamaba Pérez.

Todos los compañeros se quedaron petrificados al conocer el alcance de las lesiones que sufría Andrés. «Solo se había marchado a una comida con los amigos y esos guardias le siguieron». El presidente de la Asociación Radiotaxi de Alcantarilla indicó que desde Murcia habían recibido «llamadas de apoyo por si necesitábamos algo».

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