Nadando con barracudas y peces luna

Entre Cuatro Calas y la Fuente de Cope se despliega un mundo secreto y fascinante: fondos marinos de excepcional riqueza donde habitan barracudas, torpedos, meros y langostas, y en los que descomunales peces luna se suspenden a media agua, inmóviles, mientras una brigada de lábridos los desparasitan. Un gran azul doméstico e idóneo para la observación de la fauna acuática que los instructores de buceo Alejandro Echemendia y Javier H. Espinosa describen con detalle en la 'Guía submarina de Águilas' (Librería del Mar, 2022), un libro que recopila más de veinte puntos de inmersión y toda la biodiversidad que habita en las praderas de posidonia, arenales, arrecifes y pecios. Los autores presentarán la publicación este jueves en la Casa de la Cultura Francisco Rabal (20.00 horas).

«Elaborar esta guía nos ha llevado un año y medio de trabajo y estamos muy satisfechos con el resultado. Apenas existen publicaciones así, que recojan todos los puntos de buceo en una zona concreta; solo en Canarias, pero nada parecido en el resto de España», explica a LA VERDAD Javier Hernández Espinosa (Águilas, 1991), que se ha sumergido en aguas del Mar Rojo, Maldivas, México, Grecia y Filipinas, donde vivió durante dos años. Actualmente trabaja en el Centro de Buceo Estela aguileño.

Graduado en Bellas Artes y reconocido artista plástico, Javier Hernández Espinosa aporta a esta guía submarina un elemento singular: dibujos de los fondos de cada uno de los puntos de inmersión analizados, para que el buceador se haga una idea del recorrido que va a emprender bajo el agua. Las ilustraciones, con apuntes tomados del natural utilizando una pizarra especial, facilitan información necesaria como la profundidad de cada elemento de interés y la dirección y el orden del recorrido subacuático, para una mayor eficacia y seguridad.

Los mapas de los fondos aguileños plasmados en la guía son también pequeñas obras de arte que descubren la posición de barcos hundidos, cuevas, praderas de posidonia y formaciones rocosas como la Piedra Rosa, un peñón solitario y misterioso en medio de un arenal inmenso a 45 metros de profundidad al sur de Cabo Cope.

La de la Piedra Rosa es quizá la inmersión más complicada de las que se proponen; el resto de las excursiones submarinas son aptas para buceadores de cualquier nivel en zonas tan conocidas como la Cama de los Novios y la Losa de Calarreona (Paisaje Protegido de Cuatro Calas), el Peñón, el embarcadero del Hornillo, la isla del Fraile y Cabo Cope, parque regional en su vertiente terrestre y futura reserva marina donde los autores recomiendan diez exploraciones submarinas, entre ellas Los Covachos, la Cueva de la Virgen, El Jardín y la Cueva del Mármol.

Enclaves de gran riqueza y bien conservados donde descubrir águilas marinas, tembladeras (especie de raya también conocida como torpedo), dentones, bancos de barracudas, pulpos, grandes meros, hipocampos e incluso peces de San Pedro, los deliciosos y cotizados gallopedros, que ahuyentan a los depredadores con un falso ojo de camuflaje en su costado.

La iniciativa de recopilar la riqueza marina de Águilas partió de Alejandro Echemendia Hernández (La Habana, Cuba, 1971), director del Centro de Buceo Zoea de Águilas y veterano montañero y submarinista, con expediciones en las principales cordilleras del planeta y experiencia en plataformas petrolíferas de México.

«Desde hace tres años rondaba en mi cabeza la idea de realizar un libro de los fondos marinos de Águilas», explica, pero no veía el momento. Finalmente, se decidió cuando la pandemia frustró un proyecto de mayor envergadura en el que lleva tiempo trabajando: una investigación sobre los barcos hundidos en Malta que de momento ha dejado en suspenso.

La 'Guía submarina de Águilas' no es un manual dirigido exclusivamente a los buceadores; por su completa recopilación de especies, con fichas de datos básicos, sus fotografías de gran calidad y sus apartados informativos sobre, por ejemplo, la importancia de la vegetación sumergida, el camuflaje de algunas especies de peces y la reproducción de los moluscos cefalópodos, es un libro interesante para cualquier aficionado a la naturaleza.

Y todas las fotos de la guía, una potente herramienta de divulgación y conocimiento, se han tomado en aguas de Águilas.

La revisión científica de la publicación ha corrido a cargo de Juan Junoy, catedrático de Biología Marina de la Universidad de Alcalá y autor del prólogo. También han realizado aportaciones los biólogos marinos Juan Pablo Camblor e Inés García Fungairiño, y la oceanógrafa Ester Quintana García.

La publicación incluye también una relación de playas donde practicar el buceo sin cualificación especializada ni botellas de oxígeno: solo con una máscara, tubo, aletas y un poco de curiosidad es posible descubrir un universo nuevo y sorprendente.

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