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Lambretta 2023.
Garum | Palabra de sumiller

Luminosa sencillez

Lambretta 2023 de Gemma Miró es la demostración de que el buen vino no siempre necesita de etiquetas ostentosas ni precios que te arruinen la cuenta corriente

Fran Hidalgo

Periodista y sumiller; director de Mdecomunicación

Jueves, 30 de enero 2025, 00:53

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Hay días en los que el mundo parece girar al compás de su propia vanidad: etiquetas afrancesadas, botellas que susurran promesas de grandeza y cifras que, con descaro, marcan distancias. Es atrevido decirlo (no soy yo de esos), pero en estas dos últimas semanas he tenido la fortuna de probar vinos que van de los 250 a los algo más de 1.000 euros de PVP. Obras maestras, sin duda; algunas, joyas que parecen no tener otra intención que robarte el aliento. Y sin embargo, en medio de esos días, descubro la sencillez luminosa de un vino de 22 euros; me encontré con la emoción más pura. Se llama La Lambretta, y es de Gemma Miró. La Lambretta no se parece a nada que hayas probado últimamente. Viene descalza, ligera, pero con la firmeza de quien conoce bien su lugar. Un vino que ha conseguido algo que no me esperaba: detenerme en seco y emocionarme. Porque en su sencillez hay un mundo.

La Lambretta es un monovarietal de moscatel de parra procedente de un viñedo de 45 años y de una finca única formada por la mezcla de tres tipos de suelos: sablón, arcilla y llicorella, característicos de la zona de Falset (Priorato). Nacido bajo la filosofía de lo natural y lo ecológico. La Lambretta realiza una maceración con las pieles durante una semana y una posterior crianza en depósito de cemento. Un vino que lo miras y te engancha con ese color que parece oro viejo derramado en la copa, y esos aromas que te pillan por sorpresa, como un día de resaca que huele a piel de naranja, a flores secas y a una playa perdida en el Mediterráneo. Le das el primer trago, y ahí estás, atrapado. Es fresco, con un punto amargo que te hace salivar, con cuerpo, con textura, con carácter.

Lambretta 2023

  • Bodega: Gemma Miró

  • Variedad: Moscatel

  • Zona: Falset (Priorat)

  • Precio: 22 euros.

La Lambretta es lo que pasa cuando alguien se atreve a hacer las cosas a su manera, sin postureo, sin pretensiones, pero con un talento que te noquea. Es el tipo de vino que querrías llevar a cualquier cena, a cualquier mesa, porque sabes que va a ganar. Creo que Gemma Miró no hace vinos para los gurús ni para los que se pasan la vida buscando el terciopelo en cada sorbo. Ella hace vinos que saben a verdad, vinos para disfrutar, para beber con la sonrisa torcida y las manos manchadas de aceite.

Y aquí viene lo maravilloso: este es solo uno de sus tres vinos. Porque ahora no dejo de pensar en sus otros dos: La Partió y Les Agulles. Los nombres ya te hacen querer abrir la botella con los dientes. Gemma, bióloga y con un máster en enología y viticultura (y con pinta de no tener tiempo para tonterías), ha llegado para recordarnos que el buen vino no siempre necesita etiquetas ostentosas ni precios que te arruinen la cuenta corriente.

Y ahora estoy aquí, con la copa vacía y el ansia viva de probar todo lo que haga esta mujer. Gemma Miró, gracias.

  1. Descubrimiento de la semana

    Manzanilla Pasada Pastrana

Manzanilla Pasada Pastrana

  • Bodega: Hidalgo.

  • Variedad: Palomino Fino.

  • Zona: Sanlúcar de Barrameda.

  • Precio: 17 euros.

La Manzanilla Pasada Pastrana es puro Cádiz con chaqueta de cuero. Elegante, sí, pero con ese puntito macarra que la hace irresistible. Esto no es una manzanilla cualquiera. Aquí hay historia, sol, sal y ese guiño descarado de quien lleva toda la vida haciéndolo mejor que nadie (elaborada por Bodegas Hidalgo). Criada en Sanlúcar, en una única viña que ve el mar y lo respira, te golpea con esa salinidad brutal, como una ola que rompe en la cara y luego te acaricia con notas de almendra amarga, flores secas y un toque de velo en flor que te susurra: esto no es para todos. En boca te hace salivar y te deja loco con su frescura punzante (12 años de envejecimiento, ojo) y su profundidad infinita. Es puro umami andaluz. Esto no es beber vino, es chupar roca y viento del sur. Magistral.

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